El dueño del Chelsea

Gracias a su gran actuación en el club español Atlético de Madrid, el futuro cercano de Falcao García podría estar en el actual campeón de la Champions League europea: Chelsea FC. 

El periódico Daily Mail asegura que el club británico tendría listos unos US$80 millones para adquirir el pase del delantero colombiano, quien reforzaría su escuadra ante la partida de su goleador, Didier Drogba. 

De producirse este traspaso –uno de los más altos en la historia del fútbol mundial–, el jugador también se convertiría en el ‘más reciente juguete’ de Roman Abramovich, el magnate petrolero ruso que, además de ser propietario del Chelsea, es reconocido por no tener medida a la hora de gastar dinero en satisfacer sus caprichos, desde automóviles y yates hasta obras de arte, propiedades históricas y aviones (ver recuadro). 

Para no ir muy lejos, ha invertido más de US$400 millones en formar un equipo de fútbol capaz de ganar la Champions League. Con una fortuna estimada en US$12.100 millones yen el puesto 68 entre los hombres más ricos del mundo, según la revista Forbes, el empresario no tuvo reparos en contratar al grupo de rock Red Hot Chili Peppers para amenizar una fiesta en su isla privada, la cual contó con invitados de la talla de Rupert Murdoch, George Lucas y Martha Stewart. La cuenta de esta reunión superó los US$8 millones. 

Abramovich tampoco ahorra esfuerzos ni dinero en vivir bien. Por ejemplo, después de pagar unos US$47 millones por la casa en Francia donde vivió el rey Eduardo VIII tras abdicar para casarse con Wallis Simpson, el empresario gastó otros US$50 millones para cambiar sus muebles y modernizar su aspecto interno. 

El origen de su dinero está entre lo polémico y lo incógnito Tras la muerte de sus padres cuando aún era un niño, fue adoptado por su tío paterno, un alto funcionario de la industria petrolera soviética en Komi (Siberia). 

Esto le permitió crecer en un lugar privilegiado gracias al acceso a influyentes dirigentes del régimen comunista y conocer al detalle el potencial de la industria petrolera. 

Esos contactos le permitieron estar en la primera fila de procesos licitatorios cerrados. Según el diario The Guardian, tras la desintegración de la Unión Soviética y con 29 años, Abramovich se asoció con Boris Beresovsky –el asesor más cercano de Boris Yeltsin– para adquirir la antigua empresa estatal petrolera (Sibneft) por un precio que suena ridículo: solo pagó US$110 millones por una compañía valorada en US$2.600 millones. 

Un par de años después, Abramovich ya había adquirido una parte de la empresa de televisión rusa y era socio de la compañía fabricante de aviones Aeroflot. Además, logró adueñarse de la compañía de aluminios rusa OAO, el tercer productor mundial del metal. 

“La telaraña de propiedades de Abramovich es muy compleja. Sus compañías están dentro de empresas que a su vez están dentro de otras firmas. Hoy sus intereses se concentran en una compañía llamada Millhouse, registrada en el Reino Unido”, dice el diario. 

Lo cierto es que, una vez termine la Eurocopa –el primero de julio– y se reactive el mercado de jugadores en el fútbol europeo, Roman Abramovich podría ser el nuevo jefe de Falcao. 

Conocida como ‘la armada de Roman’, el ejecutivo es dueño de cinco de los barcos más lujosos del planeta. Entre estos sobresale el Eclipse, el yate privado más grande que existe, con un costo cercano aUS$1.200 millones. La nave mide 163,5 metros, tiene 24 habitaciones, dos piscinas, ventanas con un sistema de reflejo ‘anti paparazzi’ y un mini submarino. 

Abramovich prefiere viajar con una comodidad que nunca le daría un jet privado. Por esta razón, adquirió y personalizó un Boeing767 y un Airbus A340. Aunque se desconoce el interior de las aeronaves ha trascendido que, junto a varias habitaciones, tienen salas de juntas y oficinas privadas.

Aunque su residencia principal está en el sector más exclusivo de Moscú, cuenta con casas, apartamentos y terrenos en otros países. Por ejemplo, tiene dos casas en Lowndes Square (Inglaterra), valoradas en US$230 millones; dos chalets en Aspen (Estados Unidos), por US$$46 millones, y una residencia en el Caribe, valorada en US$85 millones. 

Junto a dos limosinas Maybach 62, a prueba de balas y bombas (cada una costó US$1,5 millones), y uno de los 29 Ferrari FXX construidos (US$2,2 millones), el magnate completa su colección de automóviles con los Bugatti Veyron, Maserati MC12, Ferrari 360, Porsche Carrera GT y Rolls Royce Corniche. Curiosamente, también tiene un Volkswagen Golf de US$10.000. 

Como dueño del equipo británico Chelsea, Abramovich también es propietario de los derechos deportivos de varios de los futbolistas más cotizados del mundo. Entre estos están: Petr Cech, Ashley Cole, Frank Lampard, Fernando Torres, Ramires y Didier Drogba. A este grupo podría pertenecer Falcao, de concretarse su traspaso.