Home

Negocios

Artículo

Ecopetrol, que preside Javier Gutiérrez, ahora combina diferentes referencias para fijar su precio: Brent, en 65% de su producción, Maya, en 25% y otros con el 3%.

Negocios

Cuestión de método

Ecopetrol cambió su indicador de referencia para el precio del crudo y pasó del WTI al Brent. Las razones e implicaciones de esta decisión.

18 de enero de 2012

El pasado 6 de septiembre, las referencias de precios más usadas en el mercado petrolero mundial alcanzaron su diferencia más alta en los últimos años: mientras el índice West Texas Intermediate (WTI) se situó en US$86 por barril, el Brent alcanzó casi los US$113.

¿Por qué ocurrió esto? El WTI es un indicador utilizado comúnmente para el tipo de petróleo que se comercializa en el interior de Estados Unidos. Pero la sobreoferta del crudo proveniente de Canadá llevó a una caída del precio en este indicador, pues este petróleo no tiene salida al Golfo de México, donde hay una gran dinámica comercial de hidrocarburos.

Mientras tanto, el Brent –otra de las referencias del mercado, utilizado para el tipo de crudos que se extraen del Mar del Norte– venía ganando valor por la creciente demanda en Asia y del mercado europeo; pero también por los problemas políticos que registraron países como Libia y Egipto, que disminuyeron su oferta y lograron amenazar incluso el transporte de crudo. Todo esto le permitió al Brent, por pura ley de oferta y demanda, mantener su distancia frente al WTI durante 2011.

Colombia, desde 1985, ha medido la venta de su petróleo con base en el indicador WTI, pero el año pasado comenzó un proceso de migración hacia la referencia Brent. Como explica Fernando Bastos, gerente de comercio internacional de Ecopetrol, la realidad del mercado colombiano y de sus clientes no es la que vive el centro de los Estados Unidos, sino la de mercados abiertos como el del Golfo de México. Por eso, la compañía empezó a ir hacia precios de referencia más cercanos al Brent que al WTI. “Les propusimos a nuestros clientes buscar otros marcadores que reflejaran lo que está pasando en el mercado. Es una negociación donde se busca el precio justo y el refinador no puede argumentar que el WTI está muy barato porque no tiene acceso a ese mercado”, dice el funcionario.

Durante 2011, Ecopetrol realizó esta transición y a diferencia de años anteriores, en los que medía toda su producción en WTI, ahora combina diferentes referencias: Brent, en 65% de su producción, y usa diferentes índices que se acercan más a la producción de crudos pesados, como el Maya (25%), y otros con el 3%.

Para otras compañías, como Petrominerales, el año pasado existió una combinación de referentes dependiendo de los términos contractuales de venta del crudo. “Se continuó utilizando el WTI como referente aunque la tendencia fue también utilizar Brent como crudo marcador; sin embargo, siempre considerando los diferenciales que reflejaba el mercado internacional al crudo Vasconia, que es el que exporta la compañía”, dice un vocero de la empresa. Este tipo de crudo, por ejemplo, el año pasado llegó a alcanzar un diferencial favorable frente al WTI de US$25, circunstancia que no se había registrado en la historia.

Emilio de Brigard, experto en petróleo de Correval, señala que se trata de referentes, pero lo importante son los precios a los cuales la compañía vende el producto. “Lo que dicen las empresas es que últimamente los precios a los que venden se parecen más al Brent que al WTI, de manera que la referencia WTI ya no es la más adecuada para utilizar en el momento de hacer cálculos respecto del futuro de una compañía y a qué precio vende sus productos”, agrega.

Además, el apetito de los países asiáticos por el crudo complementa la ecuación y permite equilibrar los destinos. De hecho, mercados como China e India ya representan para Ecopetrol 17% de sus ventas. “Corea del Sur, Tailandia, Malasia, todos están en la mira”, dice Bastos.

Esta situación le da mayor margen de maniobra a las compañías porque manejan con relativa tranquilidad sus presupuestos, ya que muchos de ellos están montados sobre escenarios de precios de WTI cercanos a US$70 u US$80 por barril, cuando hoy ya supera la barrera de los US$100 y las empresas lo venden por encima de ese precio, como el caso de Ecopetrol. Además, voceros de Ecopetrol aseguran que este cambio no tiene impacto sobre la gasolina porque la fórmula del precio sigue atada al WTI. “Incluso, es beneficioso para el consumidor porque si fuera Brent, el precio tendría que subir”, dice uno de ellos.

Presente y futuro
A pesar de las diferencias que se registraron el año anterior, las dos referencias se han venido acercando nuevamente y de los US$25 que alcanzó en un momento de 2011, se ha reducido en los primeros días de este año a una cifra alrededor de US$10. De hecho, según Petrominerales, la diferencia del crudo Vasconia frente al WTI es apenas de US$3. “Aunque Ecopetrol dijo que vende más a Brent que a WTI, consideramos que es algo de corto plazo y obedece a ventanas de comercialización del crudo que simplemente lo negocian con referencia al Brent y no WTI. Creemos que la diferencia entre las referencias se va a reducir mucho más en el corto plazo –posiblemente el año entrante–, pero en la medida en que se solucionen los problemas de transporte en Estados Unidos y se normalice el mercado, la diferencia tendería a cero como ha sido históricamente”, dice Juan David Piñeros, de Interbolsa.

No obstante esta confianza, las dificultades persisten. Por un lado, en el tema geopolítico, Estados Unidos y sus aliados lideran un eventual embargo a Irán –por su carrera nuclear–, que interrumpiría el comercio de petróleo de ese país, proveedor de varios mercados en Europa. ¿Qué impacto tendrá este hecho? Todo dependerá del comportamiento de la demanda, pues Europa no crece y sigue en crisis, y además se espera la reacción de Estados Unidos y de cómo se muevan los mercados en Asia. Y, por otro, en el desarrollo del transporte que permita sacar el petróleo que llega del centro de Estados Unidos hacia la costa del Golfo de México y que ha tenido retrasos por inconvenientes ambientales.

Aún no es claro qué va a pasar. Las próximas semanas serán críticas y del comportamiento de las obras de oleoductos en Estados Unidos y de las disputas políticas dependerá el panorama futuro.