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Crisis: en busca de salidas

5 de marzo de 2009

Como resultado de una iniciativa privada, liderada por Dinero, Fedesarrollo y la Universidad de los Andes, el pasado 17 de febrero se celebró un conversatorio entre representantes de empresarios, gremios, academia y gobierno, en el que se discutió la magnitud de la crisis externa y su impacto en la economía colombiana. La cada vez peor situación externa, la crisis de confianza, los frentes fiscal y monetario, la infraestructura, el sector agrícola y el comercio fueron los principales temas tratados en la mesa por la importancia que tienen estos frentes para amortiguar los efectos de la crisis financiera internacional.

La invitación a plantear ideas y opiniones respecto de cómo están viendo la situación económica y qué debería hacerse para minimizar los efectos de la crisis externa, fue ampliamente discutida por el ministro de hacienda, Oscar Iván Zuluaga; el viceministro de comercio, Ricardo Duarte, el director ejecutivo de Fedesarrollo, Roberto Steiner; el profesor de economía de la Universidad de los Andes, Juan Carlos Echeverry; la asesora regional de la Cepal en Colombia, Olga Lucía Acosta; la presidente de Asobancaria, María Mercedes Cuéllar; el presidente de la Bolsa de Valores de Colombia, Juan Pablo Córdoba; el socio director de Betainvest, Armando Vegalara; el presidente de Siemens en Colombia, Heinz Consul; el presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, Juan Martín Caicedo; el presidente de Asobolsa, Emilio José Archila; el presidente de Fenalco, Guillermo Botero; el representante legal de Racafé, Carlos Antonio Espinosa; el presidente de Alquería, Carlos Enrique Cavelier; y el presidente de Alianza Team, Felipe Osorio.

Roberto Steiner-
En Fedesarrollo mantenemos una postura optimista frente a la crisis, esta es una crisis de confianza y nosotros debemos ser muy prudentes con los mensajes que enviamos. Somos concientes de las proporciones de la crisis y de que el panorama se pone cada día más feo; no es gratuito que desde octubre el FMI haya revisado tres veces sus pronósticos a la baja y sabemos que es posible que lo hagan nuevamente antes de la llegada de la primavera. Esto no es normal.

Al mirar el impacto de la crisis en las economías de Europa, por ejemplo, vemos que la magnitud del problema se relaciona con la debilidad de sus ‘fundamentales’, algo que no sucede actualmente en Colombia y que sí se presentaba en la crisis de 1999. No obstante, el escenario que planteamos hace cuatro meses se ha modificado por la incorporación de la caída en las proyecciones de nuestros principales socios comerciales. Por ello, ahora estimamos que el crecimiento del país para este año se ubicará entre 0% y 2%.

Además, consideramos que el Banco de la República ha hecho lo debido hasta el momento pero es probable que deba bajar el ritmo en que viene ajustando su tasa de intervención a causa de la inflación que no ha cedido los suficiente -Colombia es el país de América latina en el que menos han caído los precios al consumidor- y por la presión devaluacionista. En cuanto a la política fiscal, nos preocupa lo que vaya a pasar con la financiación del déficit si no llegara a cumplirse el escenario de crecimiento oficial de 3% porque a pesar de que el país logró colocar muy bien $1 billón en bonos, nada asegura que algo así pudiera repetirse.

Juan Carlos Echeverry-

Todos los países están en un trancón horrible por la falta de financiamiento y lo más importante para Colombia es sentar las bases para salir disparados una vez se despeje el camino. Nuestra posición en la región es buena, las noticias de Colombia no son tan malas como las que llegan de Perú, Brasil o Chile, por ejemplo.

Es importante ser concientes de que lo que se haga en 2009, por grande sea, no va a tener mucho impacto en reactivar la economía; pero debemos estar preparados para enfrentar bien 2010. Hay factores en los que realmente estamos mal y en los que tenemos mucho por hacer.

En salud, por ejemplo, tenemos la certeza de que en los 15 meses por venir no va a haber reformas importantes a causa del calendario electoral; pero el faltante financiero del sistema va a tener que ser financiado y este hueco es tan grande que incluso con una reforma a la salud y una reforma tributaria quedarían faltando recursos para sanearlo.

Otros casos son el sector agrícola, en el que hay un enorme potencial para prepararnos con miras a la salida de la crisis y por ello se hace necesario pensar en cambios tributarios que ayuden a socializar algunas cosas. Otro asunto en el que podría hacerse algo más inmediato es el precio de la gasolina, importante por su poder para incentivar el consumo interno.

Juan Pablo Córdoba-

Comparto con ustedes en que el impacto de la crisis en Colombia ha sido diferente al de otros países de la región porque, aunque todos vayamos a sufrir tarde o temprano de una contracción del crédito, nosotros no hemos tenido una crisis financiera interna. La situación actual es muy diferente a la de hace 10 años, en este momento hablamos de la conveniencia de generar un mayor déficit fiscal, algo imposible en 1999. De hecho, yo creo que el Gobierno aún tiene espacio para hacer un mayor gasto fiscal e incrementar su déficit en $1 billón o $2 billones adicionales, en proyectos de infraestructura.

Ahora, para el momento en que regresen los capitales, tenemos que tener presente que a nuestro país no necesariamente lo van a premiar por haber hecho las cosas bien, lo más probable es que haya otros países que van a ser más llamativos para la inversión extranjera, como es el caso de los países de Europa del Este. Por eso, lo importante de cara a la salida de la crisis es tener estructurados los proyectos adecuados para atraer el capital hacia nuestro país.

Carlos Antonio Espinosa-

Tenemos la ventaja de que la crisis nos cogió bien parados y para seguir fuertes hay elementos importantes que debemos conservar, como nuestras relaciones comerciales con Venezuela y con Ecuador, no solo por el monto de nuestras exportaciones a estos mercados, sino también por la mano de obra que generan las actividades de los productos que exportamos a estos mercados vecinos.

Las obras de infraestructura que pretende desarrollar el Gobierno no es fácil ponerlas a marchar en el corto plazo. Sin embargo, hay una enorme oportunidad en proyectos más pequeños, como los que necesita el sector agrícola en sus sistemas de riego y en vías, en los que no necesitamos esperar de inversión pública para ejecutarlos. En estos proyectos pueden participar otros actores, para ello tenemos que imaginarnos la gestión que debe impulsarse.

En este momento que los bancos han tomado una postura más conservadora, como o muestra el hecho de que se haya reducido el préstamo para compra de vehículos, el consumo se va a ver golpeado; por ello es importante tomar acciones que faciliten el acceso al crédito.

Carlos Enrique Cavelier-

La confianza hace que la gente cambie su comportamiento, motivo por el cual nuestra industria se viene esforzando en mantener la confianza. En nuestro caso, la caída del consumo es menor que en otros sectores gracias a que los productos que ofrecemos son de consumo básico y enfrentan una demanda es inelástica al precio. De otro lado, coincido con algunos de ustedes en que en el agro hay enormes posibilidades para nuevos actores.

Felipe Osorio-

Yo quiero resaltar la enorme oportunidad que tenemos en el país en la producción de alimentos. Los commodities continúan mostrando precios favorables desde una perspectiva histórica y el margen de utilidad sigue siendo alto. Además, la caída en el precio del petróleo ha abaratado los insumos. Por esto, es necesario agregarle valor a la producción agrícola y superar las trabajas actuales a la titularización de tierras. Además, hay productos que no hemos explotado aún, como el caso del cacao.

De otro lado, es el momento de invertir en tecnología agrícola, con lo cual llegaríamos a una estabilidad en los precios de largo plazo. Los márgenes actuales están brindando el espacio necesario para invertir y con ello podríamos llegar a ser una potencia en alimentos, algo que todavía es rentable si se tiene en cuenta que los inventarios agrícolas siguen bajos, una muestra de que Asia seguirá incrementando su consumo.

Juan Martín Caicedo-

Nuestro mensaje es que debemos conservar el optimismo por la clara decisión del gobierno de invertir en proyectos de infraestructura, aunque debe dársele celeridad temas como el pago y la estructuración de los proyectos. Los proyectos que planea adelantar el Gobierno no tendrán un efecto contracíclico y por ello en este momento nos encontramos pensando en estructurar proyectos que amortigüen la crisis.

Para no generar distorsiones en el mercado, es importante que el Gobierno presente los proyectos cuando estén aprobados. No es conveniente seguir anunciando proyectos que están en una fase muy temprana de estructuración como el de la Ruta del Sol o el proyecto de vías arteriales que no cuenta con estudios ni diseños. Es importante no seguir enviando señales equivocadas.

Otro elemento que dinamizaría nuestro sector de cara a la crisis es la forma en que se manejan actualmente las licitaciones y concesiones, para esto debería haber prórrogas de largo plazo y no las prórrogas frecuentes que se tienen actualmente porque quitan transparencia. Además, en la medida en que adelantar proyectos de infraestructura allanaría el camino para el despegue en 2010, es importante flexibilizar requerimientos como los cupos de deuda que se solicita a un inversionista, que hoy en día son hasta del 50%.

Olga Lucía Acosta-

En la actualidad, en la Cepal estamos haciendo un seguimiento continuo a las medidas que vienen adoptando diferentes países de la región, con lo cual nos hemos dado cuenta de la importancia que tiene para Colombia pensar en disminuir impuestos y favorecer políticas de generación de empleo, entre otras de alto impacto social.

Roberto Steiner-

Es cierto, si se llega a una crisis de confianza mayor, lo mejor podría ser una reducción de impuestos por su característica de arma contracíclica, lo que a su vez podría denotar la precariedad institucional de nuestra política fiscal. Por ahora, en el gasto propuesto por el Gobierno no hay nada contracíclico, la decisión de inversión actual es política.

María Mercedes Cuéllar-

En Asobancaria vemos las proyecciones del gobierno optimistas. Reconocemos la importancia de haber conseguido la colocación de $1 billón en bonos en el momento en que lo hizo por lo previsivo de la medida. En cuanto al sector bancario, nosotros veníamos con una política que buscaba reducir la tasa de crecimiento del crédito, algo que en la coyuntura actual puede perder su relevancia. Estamos optimistas porque el crédito total está creciendo al 14% y el comercial al 20%, aunque el de consumo viene cayendo desde noviembre y ya se ubica en el 10%.

Para cuando llegue el coletazo de la crisis, va a ser necesario fortalecer la confianza, por lo que el Gobierno debe ser cuidadoso en las políticas que le pida a los bancos porque en ocasiones, el discurso ha sido negativo para los bancos. Por último, quisiera recordar que fue la construcción la que salvó a la economía en la crisis del 82, por lo que quisiera hacer énfasis en la importancia que tiene ahora dar impulso a los proyectos de vivienda de interés social.

Emilo José Archila-

A mi me preocupa que pensemos que dado que la crisis no nos ha golpeado aún, al salir de ella todo volverá a la normalidad. El mundo va a ser completamente diferente y los capitales tendrán que cumplir nuevos criterios para poder llegar a otros países. Es importante tener presente que aunque antes de la crisis nos estaba yendo bien, no éramos los mejores; deberíamos revisar reformas estructurales que los capitales escojan Colombia por destino una vez superada la crisis.

En infraestructura coincido con ustedes en que lo planeado no es adecuado como política contracíclica. Donde yo veo un problema mayor es en el tema de justicia, un área en la que el país ha perdido competitividad porque ahora es más costoso para los empresarios manejar sus problemas.

En el frente financiero, quisiera insistir en la necesidad de una regulación más estable. La percepción del mercado es que en nuestro país cada año se hacen reformas o se imponen nuevas reglas y mi temor es que con la crisis llegue una tendencia a sobre-regular, en un país que no tiene los vacíos que se ven en otras economías externas. Un mensaje que imprimiría positivismo sería que se asegurara que va a haber estabilidad en la regulación.

Heinz Consul-

Quiero llamar la atención en que afuera, lo países están haciendo un inmenso llamado de incentivo a la productividad. Dentro de dos años habrá bestias esperando por nosotros y tenemos la obligación de prepararnos para este escenario. Además, mejorar en productividad es una medida contracíclica.

Hay otros factores que pueden ser objeto de revisión, como el de los socios comerciales. Resulta poco satisfactorio ver como mientras la Unión Europea depende de ella misma en un 80% del comercio, en América latina esta participación apenas llega al 30%. Es necesario aprovechar las ventajas en distancias y facilidades de comunicación.

Por último, es importante que la economía se prepare para la presión inflacionaria externa que llegara con el fin de la crisis, para hacer de la misma una ventaja competitiva. Además, se debe estar alerta a las señales de proteccionismo que muestran las economías desarrolladas.

Quiero terminar diciendo que las amenazas representan oportunidades, por ello se debe mantener la confianza de la gente. Veo a Colombia bien parada pero se deben hacer las cosas más rápido, de forma más precisa y más económica.

Guillermo Botero-

Es necesario repensar el sector agrícola, ya no tenemos la excusa de que las condiciones de seguridad no permiten hacer inversión rural. Pero para ello se requiere una reingeniería; veo con preocupación que de los $55 billones que destinará el Gobierno este año para obras de infraestructura, sólo se tengan destinados $450.000 millones a distritos de riego. Me parece muy poco.

Por el lado del comercio, esperamos que la inversión de las grandes superficies continúe a buen ritmo porque seguirá la competencia entre ellas, esto seguirá siendo un dinamizador de la economía. No obstante, el comercio se ha visto golpeado, desde mayo de 2008, en bienes durables, licores y bebidas y artículos para el hogar, aunque sigue en ascenso la compra de computadores y muebles de oficina.

Oscar Iván Zuluaga-

En el gobierno estamos concientes de que el entorno externo es fatal y se deteriora cada día más. Europa está entrando en una situación muy complicada y preocupa la deuda pública de sus países y que la única economía que podría ayudarlos es la alemana, pero tiene el riesgo de su alta dependencia en las exportaciones a sus vecinos.

No podemos predecir hasta cuando empeorará la situación externa porque actualmente los mercados no están reaccionando a los estímulos. Por ello nos hemos enfocado en evitar cualquier dificultad en el sistema financiero mediante un monitoreo constante. Tenemos además la ventaja de no experimentar una crisis hipotecaria como la de finales de los noventa y buscaremos evitar al máximo la caída en la tasa de crecimiento.

Nuestra prioridad es garantizar el financiamiento sin deteriorar la deuda de mediano y largo plazos. Esta es la credibilidad que busca la política fiscal en el mercado. Desde el punto de vista financiero, confiamos en que se lleve a buen término la venta de las electrificadoras y de Isagen, lo que nos daría un mejor margen de maniobra.

Por ahora queremos fortalecer y aprovechar la beuna percepción externa que tiene el país en la actualidad, por ello haremos unas visitas estratégicas a nuestros acreedores, para evaluar la posibilidad de colocar más bonos. Por ahora el reto que tenemos es poder ejecutar lo planeado, con lo que la demanda pública estaría creciendo al 5,5%, al tiempo que las transferencias al sector privado crecerían al 6%.

Armando Vegalara-

Yo creo que las cosas van a empeorar bastante a causa del comportamiento del mercado. Es necesario pensar que infraestructura es competitividad. De otro lado, quiero llamar la atención sobre dos puntos que no se han tratado aquí: la importancia de invertir en infraestructura educativa, una inversión de gran retorno dado el actual estado de atraso del sector rural; y el turismo.

Ricardo Duarte-

Nosotros estamos trabajando en el eje de la confianza inversionista. Por ello hemos acelerado la aprobación de zonas francas, que desde 2007 suman 45, y que traen consigo compromisos de inversión y generación de empleo. De hecho, en 2008 esperamos una inversión cercana a los $3 billones y sus correspondientes compromisos de nuevos puestos de trabajo.

Además, adelantamos estrategias como la visita del vicepresidente de China y su comitiva, que abren la esperanza de que se incremente la inversión del país asiático en Colombia. En cuanto a acuerdos comerciales, los planes que se desarrollan actualmente buscan la aprobación de 45 tratados de libre comercio (incluyendo los 27 países de la Unión Europea). Para 2010 se espera dejar negociados 9 de ellos.

Considero importante resaltar que seguimos avanzando en los planes de moderar la industria con capital privado y el apoyo de Bancóldex en financiación. Además, buscaremos atraer más capital externo para nuestro programa de transformación productiva en los ocho sectores en los que los gremios trabajan de la mano con el gobierno y la academia.

Dentro del plan anticíclico, el Mincomercio está agilizando las políticas que permitan hacer frente a la coyuntura actual. La aceleración de la agenda que ya se tiene para el fomento del comercio, la inversión y el turismo comprende entre otros los siguientes elementos:

1. Se está trabajando para alcanzar niveles de Inversión Extranjera Directa por 10.600 millones de dólares en 2009, a través de zonas francas (aspiramos a llegar a 66 zonas francas al terminar 2009, vamos en 45), contratos de estabilidad jurídica, acuerdos comerciales (9 tlcs con 45 países), acuerdos de inversión y los de evitar la doble tributación, del aprovechamiento de exenciones tributarias sectoriales (hoteles), así como de intensificar la promoción internacional.
2. El Programa de Transformación Productiva del Ministerio, opera en alianza con los sectores público y privado y tendremos 8 sectores ejecutando planes sectoriales de negocio en 2009 para transitar exitosamente por la crisis y alcanzar la condición de sectores de clase mundial.
3. Dentro del esquema de transformación productiva, Bancóldex seguirá jugando un papel fundamental como instrumento de apoyo financiero. La meta de 2009 es desembolsar 5 billones de pesos para cubrir la mayor demanda de recursos que requieren las empresas colombianas, con el fin de atender sus necesidades de inversión, así como para otorgar financiación a los compradores de producto colombiano en el exterior.
4. En lo que concierne a las Mipymes, el Banco hará énfasis en la financiación para atender necesidades de inversión para la productividad y competitividad, así como en irrigar recursos a través de sus líneas de Capitalización, Capital de trabajo, Consolidación de Pasivos y su producto de descuento de facturas llamado Liquidex.
5. Para facilitar el acceso al crédito en 2009, el Fondo Nacional de Garantías tiene previsto profundizar sus programas de garantías. Además, el FNG recibirá aportes adicionales de Bancóldex por 25 mil millones de pesos para su fortalecimiento patrimonial.
6. De igual forma, a través de la red del Programa de la Banca de las Oportunidades se espera promover y facilitar la colocación de 1.500.000 microcréditos nuevos.
7. Bancóldex, igualmente, profundizará su Programa de Formación en Gestión Empresarial, con énfasis en temas relacionados con la “Gerencia en los tiempos de crisis”.
8. Se expedirá muy pronto el decreto para reglamentar la reducción de los aportes parafiscales de las empresas hasta 3 años de operación de que trata el Artículo 43 de la ley 590 de 2000, reglamentación que servirá de estímulo para la creación de empresas y formalización empresarial. Los aportes parafiscales destinados al Sena, el ICBF y las Cajas de Compensación Familiar, a cargo de las micro, pequeñas y medianas empresas son objeto, según la ley, de las siguientes reducciones: 75% para el primer año de operación, 50% para el segundo año de operación y 25% para el tercer año de operación.

Con este conversatorio se dan a conocer las ideas concertadas entre el sector privado, la academia y el gobierno para sortear el impacto de la crisis externa en nuestro país. Buscamos que esta iniciativa se convierta en un foro permanente de discusión y análisis que brinde herramientas para la elaboración de los planes de respuesta de las partes involucradas, mientras dure esta delicada situación económica.