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Director ejecutivo de Inexmoda, Carlos Eduardo Botero.

Industria Textil

Contrabando y relaciones con Venezuela, retos del sector textil

La competencia desleal que supone el contrabando de tejidos y la normalización de las relaciones comerciales de Colombia con Venezuela, país que aún mantiene deudas con los productores del país vecino, son los retos que el sector textil colombiano afronta en 2011.

1 de febrero de 2011

Esos dos desafíos son bien importantes para un sector que supone el 3% del Producto Interior Bruto (PIB) del país y genera 130.000 puestos de trabajo directos y 750.000 indirectos, según datos del Instituto Nacional para la Exportación y la Moda de Colombia (Inexmoda).

En una entrevista con Efe, el director ejecutivo de Inexmoda, Carlos Eduardo Botero, explicó que el 30% del comercio de textiles y confección en Colombia es contrabando. "Es un flagelo que afecta muchísimo al empleo y tiene un componente de lavado del dinero muy grande, y por eso tenemos que acabar con ese 'narco-contrabando' que existe en este país", aseveró.

Para erradicar esta lacra Botero aboga por una mayor colaboración entre la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (DIAN) y los empresarios del sector, ya que, según él, "hay fuentes muy claras de por dónde entra el contrabando, qué puertos son los que se utilizan y cuáles son los países de origen por los cuáles más se despacha".

El viceministro de desarrollo empresarial de Colombia, Carlos de Hart, señaló, por su lado, que se está avanzando en medidas aduaneras como la implementación de sistemas no invasivos de inspección de mercancías, aunque reconoció la necesidad de "hacer ajustes en procedimientos entre la DIAN y los ministerios".

Las difíciles relaciones de Colombia y Venezuela durante el pasado año también pasaron factura a las compañías textiles, por la decisión del presidente venezolano, Hugo Chávez, de no entregar divisas para el pago de deudas a productores colombianos.

Pese a que las relaciones bilaterales entre ambos países ya se restablecieron, el viceministro de desarrollo empresarial de Colombia calculó que Venezuela aún debe cerca de US$80 millones a los productores textiles colombianos.

Esta coyuntura alteró la balanza comercial del sector que, según Inexmoda, antes de la crisis diplomática destinaba el 60% de sus exportaciones a Venezuela, mientras que actualmente la nación vecina supone apenas el 25% de su mercado internacional.

Es por eso que la industria textil colombiana apuesta ahora por diversificar sus exportaciones a nuevos mercados, como México, Ecuador y Perú.

La misma Colombia se ha convertido en un mercado interno importante, ya que sus ciudadanos gastaron en 2010 más de US$5.300 millones en vestuario, un 5,4% más que en el año anterior, según la firma especializada en consumo Raddar.

Con esa estrategia el director ejecutivo de Inexmoda prevé que el consumo nacional de textiles aumente el cuatro por ciento en 2011 y que las exportaciones lo hagan entre el 20% y el 30%.

Por otra parte, la posibilidad de una guerra de divisas no intimida a este sector, que se encuentra armado de "calidad, diseño y moda", de manera que sus empresarios están más pendientes del valor agregado que del precio del dólar, afirmó a Efe el vicepresidente de exportaciones de Proexport, Ricardo Vallejo.

La verdad es que la apuesta del sector textil por la innovación y la calidad comenzó hace años, cuando tuvo que competir contra los bajos precios de los productos asiáticos. Pero en un negocio como el de la moda, donde las colecciones y las tendencias cambian cada temporada, la innovación tiene que ser constante.

De ahí la puesta en marcha de programas de formación y el lanzamiento el pasado enero de un Observatorio Económico Nacional para los sectores textil, confecciones y afines, que recopila y analiza información económica para ayudar a los empresarios en la toma de sus decisiones.

 

 

EFE