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Aunque el ministro Araújo no dio datos sobre el ecuatoriano, el Ministerio de Defensa mantiene que era un miembro activo de las FARC y que prestaba, al menos desde mediados del 2003, desde Quito asistencia como suministro de documentos falsos y facilitaba la movilización de cabecillas de las guerrillas en el vecino país.

CONFLICTO

Colombia no desea causar problemas

El canciller Fernando Araújo afirmó que su despacho enviará a las cancillerías de los países de la región los datos que poseen sobre un ecuatoriano muerto en un operativo militar contra un alto jefe de las FARC.

25 de marzo de 2008

Agregó que Colombia no desea causar problemas a países vecinos, sino tener una cooperación eficaz con ellos para evitar que sus territorios sirvan de santuario a grupos armados ilegales.

Araújo, en una entrevista con la W, no se refirió directamente al anuncio de Quito la víspera de acudir a la Organización de los Estados Americanos (OEA) para apoyar a la familia del ecuatoriano muerto en un eventual reclamo y búsqueda de reparaciones o compensación financiera.

Sin embargo, el canciller dijo que en conversaciones con colegas de la región durante el fin de semana y las últimas horas, por el tema de las relaciones con Quito, "hay un consenso en que el tema de discusión a nivel de la OEA esta superado...que ya Colombia presentó las excusas correspondientes" por incursionar en territorio ecuatoriano el 1 de marzo para dar muerte a Raúl Reyes, uno de los siete jefes de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El comandante general de la policía ecuatoriana, Bolívar Cisneros, ha dicho que intentan determinar "qué hacía ahí (el ecuatoriano en el campamento rebelde) y esa es la investigación que estamos trabajando".

"Nosotros vamos a recoger ese dossier que tiene el Ministerio de Defensa lo vamos a poner en conocimiento del secretario general de la OEA e igualmente lo vamos a poner en conocimiento de las cancillerías de los países vecinos...de forma tal que se entienda que aquí de lo que se trata es de una lucha que tenemos los colombianos en contra de la amenaza interna que son estos grupos" insurgentes, dijo Araújo.

De ninguna manera, agregó el canciller, "tenemos interés en causarle problemas a los hermanos ecuatorianos ni a ningún vecino, sino todo lo contrario, recabar su cooperación".

No es sólo que Bogotá informe a países vecinos sobre una supuesta presencia de rebeldes en sus naciones, sino que "esa información que podamos compartir con esos gobiernos, se traduzca en una colaboración eficaz para que no se puedan utilizar como santuarios territorios vecinos".

La Fiscalía en Quito indicó el lunes que uno de los muertos en el campamento rebelde era el ciudadano ecuatoriano Franklin Aisalla Molina, cuyo cadáver fue trasladado a la morgue de Bogotá junto al de Reyes el mismo 1 de marzo, cuando las autoridades colombianas creían que era el cuerpo de alias Julián Conrado, otro subcomandante guerrillero.

Pero tras pruebas forenses se comprobó que no era el cuerpo de Conrado y el lunes Quito identificó el cadáver como el de Aisalla, gracias a huellas conseguidas en coordinación de la policía judicial ecuatoriana con la Interpol de Colombia, según ha dicho la Fiscalía en Quito.

Araújo no dijo cuándo se realizaría esa entrega de datos a los países vecinos, cuyos cancilleres reunidos el 17 de marzo en Washington en una cita de la OEA ya emitieron una declaración formal de "rechazo" a la incursión colombiana. La reunión en Washington pareció abrir el camino para la restaurar las relaciones diplomáticas de Bogotá y Quito, rotas el 3 de marzo tras el operativo contra Reyes.

El presidente ecuatoriano Rafael Correa ha dicho, sin embargo, que su gobierno no podría restablecer las relaciones en vista del caso del ciudadano muerto en el operativo.

 

 

AP