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Centros Especializados San Vicente, salud al 100%

Con una inversión de $250.000 millones San Vicente de Paúl tendrá en pocos días en operación plena, la primera etapa de la institución más importante de la región en atención de enfermedades de alta complejidad.

Santiago Gutierrez Viana. Medellín
23 de agosto de 2011

Sobre una especie de erizo de concreto conformado por 32 columnas de 23 metros de largo cada una, se está construyendo en Rionegro, Antioquia, el espacio para el acelerador lineal médico más moderno de América Latina. Se trata de un aparato que permitirá hacer radiocirugía y procedimientos complejos de oncología y que, a pesar de ser muy costoso, es apenas una pequeña parte de una inversión de $250.000 millones con la que se construye lo que será la institución más importante de la región en atención de enfermedades de alta complejidad. El director de Centros Especializados San Vicente, Guillermo León Valencia, muestra con orgullo esa obra que ya deja ver claramente sus dimensiones.

Pero no es lo único de lo que se enorgullece el ejecutivo. El tour de la nueva sede del Hospital San Vicente de Paúl de Medellín, tiene una gran cantidad de novedades en equipos médicos, en diseño, en procesos administrativos, en estrategias de mercadeo y de responsabilidad social y ambiental. Tanto que al terminar un recorrido por los 67.500 metros cuadrados de la construcción, cuya primera etapa se entregará en pocos días, queda la sensación de que más que ladrillos y vidrio, el nuevo centro es una pequeña universidad de administración hospitalaria, de la que pueden aprender gerentes de todos los sectores.

Basta comenzar con los sistemas informáticos. Todos los procesos del hospital, con la excepción del manejo de imágenes diagnósticas, están conectados a un programa SAP que ayuda a controlar cada aspecto de operación de una institución que, naturalmente, nunca se detiene.

Las comunicaciones también son una novedad. Por ejemplo, la llamada que hace un paciente desde su habitación o cuando un monitor electrónico detecta alguna anomalía en las funciones de un paciente, se transmite de inmediato a receptores de la enfermera o al médico encargados. Si por algún motivo están ocupados, se retransmite de inmediato al profesional que se encuentre más cerca del paciente y se repite la secuencia hasta que haya alguien disponible.

Se puede seguir la lista con la colección de servicios y equipos. En la primera etapa se habilitarán 180 camas que incluyen 14 de cuidado intensivo y 20 de cuidado intermedio. Se ofrecerán servicios en los centros de trasplantes, cardiovascular, pulmonar y vascular periférico, enfermedades digestivas y hepáticas, urgencias y Hospital de Día. “En esta fase también contaremos con cinco quirófanos de alta tecnología, cuatro salas de procedimientos no invasivos y servicios de apoyo como laboratorio clínico, central de trasfusiones, imágenes diagnósticas que incluyen tomografía computarizada de 128 cortes y resonancia nuclear magnética”, señala Guillermo León Valencia.

El tomógrafo de 128 cortes es también un motivo de orgullo para el Hospital. Es un aparato de precisión en imagenología, que no tiene igual en el país.

Una pequeña huella
Desde que se entra al lobby del Centro se empiezan a encontrar las previsiones que se han hecho para que sea tan verde como lo permiten las tecnologías disponibles en el país.

Con ventanales muy grandes, el 75% de la luz que usa en el hospital es natural. “Los ascensores y los pasillos tienen sensores. En todas partes tenemos sensores”, afirma Guillermo León Valencia. Con ellos, se reduce notablemente el consumo de energía eléctrica. No se usan calderas para calentar el agua, sino que se usa el calor que generan los equipos de aire acondicionado y además el techo tiene una batería de páneles solares que mantienen la temperatura del agua caliente y generan el 35% de la energía que requiere el hospital. Las aguas lluvias se usan para regar y para llenar las cisternas en los baños.

Con esto, el nuevo hospital reducirá notablemente su huella de carbono. De hecho ya está tramitando una certificación internacional Leed como empresa ecoeficiente.

Ser verde no es cuestión de altruismo sino que también tiene un retorno financiero. “Un chiller de aire acondicionado vale $300 millones. Los aditamentos que compramos para que calienten el agua pueden costar $500 millones, pero el ahorro en consumo hace que en tres años recuperemos esa inversión”, le dijo a Dinero.com el director.

De dónde sale la plata
La financiación del hospital de $250.000 millones también es un caso interesante. La mitad de la obra se hará con créditos bancarios y la otra mitad, con ahorros de Corpaúl, la fundación matriz de los hospitales San Vicente de Medellín y Rionegro, así como de dos empresas más dedicadas a la fabricación de equipos médicos y a la investigación.

El ahorro de $125.000 millones es un asunto impresionante, que aunque cuadra con la cultura antioqueña, no es usual en las empresas colombianas. La reserva hecha para la construcción recuerda, por ejemplo, la inscripción que tenían las libretas de ahorros del Banco de Sonsón, que en la práctica financió la colonización del Viejo Caldas en el Siglo XIX: “ahorrar es clara manifestación de superioridad”, decía.

EL Hospital sacó su dinero del ahorro de años, de las utilidades en su programa de transplantes y de la transparencia absoluta en el manejo de sus recursos. “Acá nosotros a veces metemos la pata, pero nunca hemos metido la mano”, sostenía Julio Ernesto Toro, uno de los directivos de la Fundación.

Los clientes
Centros Especializados San Vicente está en una zona franca y tiene un plan de mercadeo con un componente internacional importante. En 2010 el Hospital San Vicente en Medellín atendió 180 pacientes extranjeros, pero en la nueva sede, a minutos del aeropuerto José María Córdoba, esperan aumentar sustancialmente la cifra.

El argumento está en que pueden ofrecer tarifas 30% más bajas que en Estados Unidos. “Ya hemos tenido diez visitas con aseguradoras de Estados Unidos”, dice el director. Considera que el hospital antioqueño puede atraer una parte de la atención de militares y otros expatriados estadounidenses en América Latina.

Además hay posibilidades interesantes con ciudadanos de las Antillas Holandesas que tienen seguridad social con estándares de los Países Bajos y con los empleados de Pdvsa que hoy reciben atención clínica en Italia, pagada por la petrolera.

La lista de temas resueltos en administración médica y en estrategia de gestión sigue y es larga. Hay avances en empleo, en trato para los familiares de los pacientes y para el personal de atención en salud, de seguridad física y biológica, de movilidad. Son tantos y tan interesantes, que sin duda el Centros Especializados San Vicente Fundación será un referente regional en todos ellos.

Para el paciente hospitalizado y para su familia, quizás todo ese andamiaje administrativo se deja ver solo en el tamaño y la comodidad de las habitaciones y de los lugares de espera y en la sonrisa sincera y generosa de las personas que los atienden, y que continúan con una tradición más que centenaria de cuidado a las personas. En pocos días podrán atestiguar lo que hasta hoy unos pocos invitados han podido conocer.