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Eduardo Rodríguez, presidente Shell Colombia.

Petróleo y Gas

Arrecia la competencia en el mercado de aceites lubricantes

Más competencia en un negocio que vale US$1.500 millones anuales en Colombia. Quizás el ganador será el que ofrezca productos con mayor tecnología, dice el presidente de Shell Colombia Eduardo Rodríguez. Datos sobre el enorme crecimiento en el mercado de Asia.

14 de octubre de 2010

Una parte sustancial de las expectativas de crecimiento de la petrolera anglo-holandesa Shell en el mercado de lubricantes está puesta en los Bric y en los Civetas. Así se lo manifestó a Dinero.com el presidente de esa compañía en Colombia, Eduardo Rodríguez.

La petrolera es la mayor del mundo en producción de lubricantes para motores. La firma Kline & Company lo reiteró en su último estudio del 23 de septiembre. “A pesar de la recesión en el consumo global de lubricantes, Shell ha conseguido mantener su posición como el primero en participación de mercado en el mundo, por cuarto año consecutivo”, señala.

Según Kline, Shell tiene el 13,4% de las ventas mundiales de lubricantes terminados, por encima de ExxonMobil, el segundo, que tiene el 11%, BP, el tercero, que tiene el 7% y de Chevron, Total, y Petro-China, que los siguen en la clasificación.

La estrategia de Shell ha sido muy clara en cuanto a mantenerse enfocado en sus negocios principales. Tanto que en la actualización estratégica de marzo, la compañía se impuso la meta de vender entre US$1.000 millones y $3.000 millones anuales en activos no estratégicos.

Pero los lubricantes siguen metidos en el foco de sus negocios. Por eso se mantendrán en ese negocio y en particular en los mercados emergentes donde las tasas de crecimiento de la economía parecen atractivas en los años que vienen.

Para distribuir sus aceites tienen dos modelos. Uno indirecto, como el que usan en Centro América, el Caribe y algunos países europeos, en el que emplean representantes mayoristas exclusivos. Otro, es de representación directa como el que utilizan en Colombia. Ese seguirá siendo el modelo que utilizarán en el país.

El mercado nacional
El mercado colombiano de lubricantes sigue siendo interesante para la petrolera. No solo porque vale cerca de US$1.500 millones en ventas anuales. “Colombia es importante en nuestra estrategia. Tiene un buen potencial de crecimiento y tiene reglas claras y constantes y un entorno comercial saludable”, dijo Eduardo Rodríguez.

La tarea de crecer no será tan sencilla, porque el mismo atractivo del mercado lo han percibido otros competidores. En 2006 entró Petrobrás y en los últimos meses han llegado Coéxito y John Deere con marcas nuevas de lubricantes.

La competencia posiblemente estará más adelante en la capacidad de innovar. “Han cambiado las especificaciones de los vehículos y ahora necesitan lubricantes con mayor tecnología”, sostiene el ejecutivo.

De manera creciente habrá demanda de productos lubricantes que cumplan requisitos ambientales y de eficiencia más fuertes. En esto, Shell tiene una buena trayectoria para mostrar. El presidente de Shell Colombia menciona como ejemplo el caso de Rimula, el lubricante para buses y camiones. El Rimula R6 LME que desarrollaron los laboratorios de Shell en Alemania y el Reino Unido y que lanzaron en 2008, ofrece un ahorro de gasolina de hasta 5%. El Helix Ultra, otro aceite para vehículos, ofrece ahorros de combustible de hasta 2,2% cuando se compara con un lubricante mineral convencional.

Asia, el objetivo principal
Al lado de mercados como el colombiano, en los cuales Shell quiere seguir, está el enorme mercado del Asia. Es el que ofrece la mayor posibilidad de crecimiento para los lubricantes. Algunas proyecciones establecen que los mercados de China en India crecerán 10% en 2010, movidos por el aumento en las compras de vehículos.

El año pasado las ventas de carros en China crecieron 53% y por primera vez fueron mayores que las de Estados Unidos. Pero más interesante aún, solo el 3% de la población china tiene un carro propio, con lo que se esperan crecimientos de dos dígitos en ventas al menos en los próximos tres años.

Pero además el indicador de construcción de carreteras en China le augura un futuro brillante al comercio de aceites para motor. Ese país se puso la meta de haber conectado todas sus ciudades con más de 200.000 habitantes con una nueva autopista en 2035. Este año deben haber terminado 65.000 kilómetros de ese programa.

Quizás para poner la cifra en perspectiva, basta con recordar que el inconcluso Plan 2.500 con el que el Presidente Uribe y su ministro Andrés Uriel Gallego pretendía pavimentar 2.500 kilómetros de vías terciarias y algunas secundarias, era el programa más ambicioso que se había hecho en toda la historia del país.

En India se han adjudicado contratos para construir 25.000 kilómetros de carreteras en los próximos dos años.

Con esas cifras enormes, lo que parece es que, incluso a pesar de la volatilidad en los precios del petróleo que le añadirán incertidumbre al mercado, el crecimiento global de ventas de aceites lubricantes para motores está más bien asegurado para los años que vienen. En ese escenario que promoverá una competencia fuerte, Colombia podrá aprovechar para que empresas como Shell pongan en el cárter de los vehículos, productos cada vez más avanzados.

La seguridad de que eso ocurra está en la seguridad de que Shell se mantendrá en el mercado nacional en los años que vienen.