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COMERCIO EXTERIOR

Apoyo presidencial al TLC colombiano

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, pidió al Congreso de su país a aprobar un pendiente acuerdo comercial con Colombia.

28 de enero de 2008

En un discurso lleno de menciones a la necesidad de liberar el comercio mundial e impulsar la Ronda Doha de la Organización Mundial del Comercio, el presidente de Estados Unidos George Bush trató de conseguir apoyo para el TLC con Colombia.

 

En su intervención anual ante el Congreso en pleno, en el informe conocido como Estado de la Unión, el mandatario dijo el lunes en la noche refiriéndose a ese tratado que "si no pasamos el acuerdo, implantaríamos un filtro para que pasen quienes ofrecen falsos populismos en nuestro hemisferio", en una referencia velada a Hugo Chávez.


Les dijo a los congresistas que el TLC con Colombia será el primero que llegará a sus escritorios para consideración y calificó al país como "un amigo de América (Estados Unidos) que está confrontando la violencia y el terror y luchando contra los traficantes de drogas".


Hasta el momento los demócratas y en particular la representante Nancy Pelosi ha resistido la presión de votar el acuerdo con Colombia, con el argumento de que necesita ver más pruebas de que Colombia está tomando con seriedad el tema de terminar la violencia contra los sindicalistas y poner a sus asesinos en la cárcel.


Bush también le pidió al Congreso la aprobación de tratados con Corea del Sur y Panamá, dos acuerdos que ahora tienen problemas, a pesar de que se consideraban más sencillos de pasar que el colombiano.

"Estos acuerdos también promueven nuestros intereses estratégicos", dijo Bush en su mensaje sobre el estado de la nación, el último de su presidencia que termina en enero de 2009.

Bush, que pronunció su discurso en medio de la más baja popularidad de sus siete años en el cargo, tomó la oportunidad para agradecer al Congreso la aprobación del tratado con Perú en diciembre y pedirle que siga el mismo espíritu con los acuerdos aun pendientes de Colombia, Panamá y Corea del Sur.

Así mismo, Bush se refirió también brevemente al "apremiante reto de la inmigración", un proyecto que promovió durante la campaña electoral que lo llevó a la reelección en 2004 pero que fracasó en el debate legislativo.

"Estados Unidos necesita asegurar nuestras fronteras y, con el apoyo de ustedes, mi gobierno está dando los pasos para hacerlo", dijo Bush sin tiempo ya para promover un nuevo debate legislativo sobre inmigración.

Mencionó la creciente actuación policial para el cumplimiento de las leyes laborales, la construcción de cercas y emplazamiento de tecnología avanzada "para detener el cruce ilegal" y el incremento hasta duplicar el número de agentes de la patrulla fronteriza a fin de año, entre otras acciones.

"Pero también debemos entender que nunca tendremos fronteras seguras en tanto no se haya creado una forma legal para que ingresen los trabajadores extranjeros y apoyen nuestra economía", dijo. "Esto bajará la presión en nuestra frontera y permitirá a la policía concentrarse en aquellos que quieren hacernos daños".

Bush dijo que como parte de una nueva política migratoria era necesario "encontrar también una forma sensible y humana de tratar con las personas que están ilegalmente en el país"

"La inmigración ilegal es complicada, pero puede resolverse", afirmó. "Y debe ser resuelta en una forma compatible con nuestras leyes y nuestros altos ideales".