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Agroinflación, problema de competencia

La SAC mostrará hoy sus proyecciones para el campo colombiano en 2008. Sugerirá las vías para reducir la inflación de alimentos.

12 de febrero de 2008

La Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, revelará hoy sus proyecciones sobre el desempeño del sector agropecuario en Colombia. De ellas, una de las más llamativas será la de la situación de los precios de los alimentos.

El problema del aumento de precios en el renglón que el Dane clasifica como de alimentos preocupa a los observadores de la política monetaria. Aunque tiene un gran componente estacional, que hace que se rebaje la presión de precios cuando salgan las cosechas en el segundo semestre, los aumentos en algunos renglones parecen difíciles de revertir.

La SAC argumentará que el problema no está en los campos de cultivo, sino en otro lugares. El primero de ellos, en la metodología para calcular la inflación de alimentos.
En el cálculo aparecen las “comidas fuera del hogar”, que no tienen que ver con las condiciones de la producción agropecuaria. Este renglón tiene un peso importante en la canasta con la que se computa el índice de precios al consumidor en alimentos (6,7%), más incluso que la carne y sus derivados (6,1%).

Otro problema que no tiene que ver con los productores del campo está en las condiciones de competencia. Para el presidente de la SAC, Rafael Mejía, los intermediarios se están lucrando con las condiciones del mercado. Cita el caso de la leche que aumentó 15% al consumidor. Sin embargo, dice, los productores no recibieron aumentos superiores al 4%.

En este sentido sugirió revivir un proyecto de ley que había propuesto el gremio hace unos años y que impedía el abuso de posición dominante de algunos agentes de las cadenas de procesamiento y distribución de alimentos, que sin duda afecta tanto a productores como a consumidores.

También señaló la importancia de contener los precios de los insumos. El salario mínimo ya aumentó el primero de enero y los costos de los fertilizantes van atados a la cotización del petróleo que no baja de los US$90 por barril. A instancias del gremio, el ministerio de Agricultura se reunió con las casas productoras e importadoras de fertilizantes para tratar de limitar las alzas en estos bienes.

Solución inadecuada
Mejía se mostró pesimista con la opción de facilitar la importaciones de alimentos para contener los aumentos de precios. Esto porque no siempre los bienes importados son más baratos. Un reporte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, muestra que los inventarios de trigo en ese país hoy son los más bajos desde 1947. Naturalmente, en estas condiciones es difícil pensar que el precio del cereal se reduzca. Como este, las cotizaciones del maíz, de la soya y de otros bienes de consumo se dispararon en el mundo, tanto por la reducción de inventarios como por la mayor demanda de China y de los biocombustibles.

El presidente de la SAC también tiene otras cifras. Mientras las importaciones de alimentos de enero a octubre de 2007 aumentaron 10% en volumen frente al mismo período del año 2006, en valor aumentaron 35%. Esto es, el año pasado fueron sustancialmente más caras.

Las proyecciones del año parece que serán optimistas en materia de producción. Falta ver cómo juega el clima y cómo se acomodan los precios de los productos domésticos a la colosal ola de inflación en los alimentos en todo el mundo.