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Los sectores con mayores ventas en lo corrido del año son vestuario, alimentos y accesorios para el hogar. | Foto: María Antonia Pardo

Gobierno

¿A favor del consumo?

El Gobierno Nacional modificó las tasas de usura para los créditos comerciales, de consumo y microcréditos. Para los dos primeros certificó una tasa unificada de 20,75% efectivo anual, para los microcréditos mantuvo la tasa de 32,09% efectivo anual.

María Antonia Pardo
5 de enero de 2007

Para el período comprendido entre el 1° de enero y el 31 de marzo de 2007, la Superintendencia Financiera de Colombia había establecido, el 29 de diciembre pasado, el interés bancario corriente para las modalidades de crédito comercial, de consumo y microcrédito: 11,07% efectivo anual, 20,68% efectivo anual y 21,39% efectivo anual, respectivamente.

Con dichas tasas y teniendo en cuenta que según lo establecido por el artículo 305 del Código Penal se incurre en delito de usura por cobrar un interés que exceda en la mitad al interés bancario corriente que para el período correspondiente estén cobrando los bancos, las tasas de usura habían quedado así: 16,61% para el crédito comercial, 31,02% para el crédito de consumo y 32,09% para el microcrédito

Pero el Gobierno decidió reversar dichas tasas y cambió los topes establecidos tan solo una semana atrás. Según Augusto Acosta, Superintendente Financiero, tal decisión se tomó con el ánimo de evitar especulaciones alrededor de una posible disparada de las tasas para créditos.

Por ello la Superfinanciera expidió una nueva resolución el 4 de enero por medio de la cual estableció nuevas tasas de interés bancario corriente para los créditos en cuestión, tasas que estarán vigentes entre el 5 de enero y el 31 de marzo de 2007. La novedad es que certificó una tasa única para los créditos de consumo y comercial de 13,83% que ubica a la tasa de usura para estos créditos en 20,75% efectivo anual.

En términos prácticos, lo que hizo el Gobierno fue subir el interés bancario en 2,76 puntos porcentuales para el crédito comercial y bajarlo para el crédito de consumo en 6,85 puntos porcentuales (su tasa de usura bajó 10,27 puntos porcentuales). Los microcréditos quedarán con la misma tasa establecida el 29 de diciembre pasado de 21,39% y como el interés bancario para este tipo de créditos no cambió, su tasa de usura de 32,09% permaneció intacta con la nueva resolución.

Ante la decisión del gobierno de reversar las tasas, María Mercedes Cuellar, presidenta de la Asociación Bancaria, se mostró sorprendida al tiempo que afirmó que en todo caso “los bancos no subirán sus tasas, no lo iban a hacer con los topes anteriores y no lo van a hacer con los actuales”.

Para Santiago García, Vicepresidente Comercial de Skandia Colombia y experto en planeación financiera, que el Gobierno haya decidido bajar la tasa de interés para el crédito de consumo puede estimular esta modalidad de crédito de la misma forma como ocurrió el año pasado con el crédito para vivienda. Cabe recordar además, que durante el tercer trimestre de 2006, cuando el PIB creció 7,68%, el consumo privado reportó un crecimiento de 6,55%, el mayor repunte desde el segundo trimestre de 1995, según afirmó en su momento Carolina Rentería, Directora de Planeación Nacional.

Aunque este tipo de estímulos lo que logra en últimas es que la gente se endeude más y gaste más, en detrimento de lo que podría ahorrar, García considera que sería un mensaje errado votar en contra de la medida por su impacto en el ahorro, pues al final una disminución en las tasas de interés es beneficioso para las personas y una decisión en el otro sentido (subir las tasas de interés) tampoco serviría para estimular el ahorro.

“Prefiero verlo como una oportunidad para liberar flujo de caja (al pagar un menor interés) y destinarlo al ahorro, esto obviamente depende de una decisión consciente de las personas. Por ejemplo, las personas que este año renegociaron su crédito hipotecario lograron en algunos casos bajar las cuotas mensuales, esto liberó efectivo que se pudo haber utilizado para incrementar el consumo o incrementar el ahorro, pero los malos hábitos de ahorro de las personas seguramente generaron más lo primero que lo segundo”, aseguró García.

Habrá que ver qué hacen los bancos con sus tasas de interés y si la gente decide, en consecuencia., endeudarse más y liberar efectivo para ahorrar o para consumir.