Para muchos inversores, los asesores financieros son más que la gente que les dice dónde aparcar su dinero.

Finanzas Internacionales

¿El Financiero de sus finanzas? El asunto está cambiando rápidamente

La tendencia mundial de las funciones de un asesor financiero ha cambiado por completo en los últimos años, llevando a que quienes usualmente sugerían destinos de inversión, trasciendan la barrera laboral y la puramente dedicada a la gestión del dinero

28 de abril de 2015

Un profesional que le ayude a manejar las finanzas, debe contar con una serie de virtudes que le generen confianza a un inversionista, pues es un paso muy importante que debe analizarse bien antes de tomar una decisión, pues este personaje puede conducir sus negocios al éxito, o por el contrario llevarlos al fracaso. Para muchos clientes es más importante la confianza que le genera su asesor que los rendimientos y rentabilidades mismas según el Instituto Chartered Financial Analyst (CFA Institute).

Tal como si una empresa estuviera interesada en un cambio de razón social debido a modificaciones en sus servicios u otros motivos, los asesores financieros del mundo contemplan la posibilidad de que cambie el nombre de su profesión a uno que abarque completamente las funciones que vienen desarrollando.

Después de 200 entrevistas a inversores e investigación en el mercado por parte de una empresa externa a las casas de bolsa llamada United Capital, se concluyó que lo ideal es que estos profesionales del mercado y expertos en la comprensión de las tendencias económicas, recibieran el reconocimiento como facilitadores financieros, “pues la vida financiera es sobre toda la vida, y no sólo el dinero." Es decir, ejercer el rol de coaching financiero.

Para muchos inversores, los asesores financieros son más que la gente que les dice dónde aparcar su dinero. Pueden ser agentes de seguros, los planificadores del estado e incluso psicólogos de sillón - especialmente durante el pánico de una caída del mercado, reseña Marketwatch.

Aunque contradictoria, más allá de un cambio de nombre en la profesión, la situación sugiere una oportunidad de supervivencia en el mundo laboral para estas personas en un futuro no muy lejano, podrían ser reemplazadas por el conocido robot-asesor, que gana más adeptos con el pasar de los días y desempeña casi todas las funciones de un asesor a menor costo, mayor confiabilidad y expedita rapidez.

Prueba de lo anterior es Jimmy Lee, director ejecutivo de Consulting Group con sede en Las Vegas, quien se refiere a sí mismo y a otros asesores de su grupo personal como "directores financieros personales”.

"Esas cosas (asesorar clientes y empresas) se han convertido en un commodity". Eso deja a los asesores ante el reto de encajar las piezas de valor agregado del servicio que ofrecen, ya sea la planificación fiscal proactiva o presupuesto básico de los hogares”, dice el director Lee.

Contra

Por supuesto, los asesores de este grupo de expertos han intentado dar la batalla por el reconocimiento en mención con anterioridad. En los últimos años, muchos han empezado a llamarse a sí mismos "los administradores de riqueza" para enviar un mensaje de mayor relevancia a su rol.

Como si fuera poco, el término "administrador de la riqueza" puede asustar a los clientes que no se consideran a sí mismos ricos, incluso si tienen activos por US$500.000 o más (mínimo para muchas empresas de asesoramiento de Wall Street).

Críticos de la propuesta destacan que el cambio de marca habla más de las preocupaciones que de la comercialización y la necesidad de asesores para que se puedan destacar en la competencia, sostuvo Deena Katz, un asesor con sede en Florida que también enseña la planificación financiera en la Universidad de Texas Tech.