El peso se mantiene estable por encima de los $3.000

Un mayor apetito por riesgo prevaleció en la jornada de hoy en los mercados financieros internacionales, alentado por conjeturas sobre la prolongación de la postura laxa de los bancos centrales más grandes del mundo.

La postergación de la votación de la reforma al sistema de salud propuesto por la administración Trump para remplazar el sistema que dejó el gobierno anterior (Obamacare), generó la sensación de que la aprobación del resto de las reformas planteadas para estimular la economía se demorará más de lo previsto.

Con ello, su presión alcista sobre la inflación será retardada, por lo cual la Reserva Federal podrá tomarse más tiempo para llevar a cabo el tránsito de su postura monetaria hacia la normalidad.

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Al mismo tiempo, algunos comentarios de funcionarios del Banco Central europeo sugirieron que el repliegue del relajamiento cuantitativo en la Zona del Euro tampoco será rápido ni empezará pronto. Ellos aseveraron que los operadores malinterpretaron unos afirmaciones de su presidente, Mario Draghi, que no tenían la intención de sugerir una perspectiva agresiva de normalización de la postura monetaria del Banco Central Europeo.

Las perspectivas de prolongación de la postura laxa de los mayores bancos centrales del mundo estimuló la demanda por activos riesgosos en las economías avanzadas, por lo cual los índices de sus principales bolsas registraron ganancias. Al mismo tiempo, la demanda por activos seguros disminuyó, por lo cual la deuda pública de esas economías se desvalorizó con moderación.

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El precio del petróleo aumentó debido a que los inventarios de gasolina en los Estados Unidos disminuyeron la semana pasada. En el caso del Brent, el precio (US$47,13 por barril) se incrementó 1% diario.

El panorama de continuidad de la postura monetaria laxa de los principales bancos centrales del mundo, junto con el mayor precio del petróleo estabilizaron el peso. Por estas razones, el dólar se negoció en promedio a $3.023,51 en el mercado interbancario colombiano, lo cual significó una minúscula apreciación diaria de 0,1% (o $1,7). Después de ella, la tasa de cambio interbancaria promedio conservó una devaluación de 0,7% (o $22,48) en lo corrido del año.

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