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PRECIO DEL DÓLAR

Dólar sube por mayor percepción internacional de riesgo

La mayor percepción de riesgo condujo a los inversionistas a liquidar activos de los países emergentes, por lo cual se depreciaron junto con sus monedas. El peso se contagió de esta tendencia global.

17 de febrero de 2017

El optimismo de los días anteriores cedió su lugar a un sentimiento de cautela, que se impuso en la jornada de hoy en los mercados financieros internacionales, por la impaciencia de los inversionistas, que esperan mayor claridad sobre el programa de estímulo fiscal propuesto por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump,  durante la campaña.

La semana ante pasada el presidente reiteró su intención de llevarlo a cabo,  pero sin suministrar todavía en esta los detalles que esperan ansiosos los analistas y los operadores de los mercados.

 La inquietud de los inversionistas fue reforzada por una mayor percepción de riesgo político en Europa. Este proviene, por una parte, de la fuerte posibilidad de que Marie Le Penn, candidata del Frente Nacional, triunfe en las próximas elecciones presidenciales en Francia, cuya primera vuelta será el 23 de abril y la segunda el 7 de mayo. Como ella no es partidaria de la permanencia de Francia en la Unión Europea (UE), se teme que su triunfo llevaría a la salida de ese país y a un debilitamiento irreversible de esa comunidad de naciones y del EUR.

 Por otra parte, el riesgo político en Europa surge también de la eventualidad de que se paralice el apoyo financiero del Fondo Monetaria Internacional y la Unión Europea a Grecia, lo cual amenazaría su permanencia en la UE y debilitaría el EUR.

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 En consecuencia, el creciente nerviosismo de los inversionistas inclinó sus preferencias hacia los activos más seguros, como la deuda pública de bajo riesgo soberano de las economías avanzadas, cuyos bonos se valorizaron por la mayor demanda en Estados Unidos y Alemania. Al mismo tiempo, se inclinaron a liquidar algunas posiciones en los activos más riesgosos, como las acciones, por lo cual los índices de las principales bolsas estadounidenses sufrieron pequeños retrocesos desde sus máximos valores históricos.

La preferencia por activos seguros también condujo a una apreciación del dólar frente a la mayoría de las monedas y a una depreciación de las materias primas, cuya demanda se resintió además por la menor tolerancia al riesgo.

El precio del petróleo se redujo (0,1% en el caso del Brent) por la sensación de que la mayor producción de los Estados Unidos podría compensar el recorte de los miembros de la OPEP y de otros países productores no miembros de ella.

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La mayor percepción de riesgo condujo también a los inversionistas a liquidar activos de los países emergentes, por lo cual se depreciaron junto con sus monedas.

El peso se contagió de esta tendencia global. De tal modo, el dólar se tranzó en promedio a $2.903,24 en el mercado interbancario colombiano, lo cual significó una depreciación diaria de 1,0% (o $27,5) de la moneda nacional. A pesar de ella, el peso completó una revaluación de 3,3% o ($-97,79) en lo corrido del año.