Inversionistas prefieren acciones europeas por elecciones en EE. UU.

Los flujos de fondos hacia las acciones europeas han aumentado en los últimos meses, reveló Reuters este miércoles. Según el reporte, los inversionistas globales están buscando diversificarse y alejarse de la renta variable de Estados Unidos debido a las sobrevaloraciones y las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.

Los datos de Morningstar arrojaron que los flujos de entrada a las acciones europeas totalizaron US$57.000 millones en el tercer trimestre, mientras que los flujos de salida de acciones de Estados Unidos alcanzaron US$135.000 millones.

Las acciones europeas podrían dispararse en el último trimestre del año, pues se han quedado rezagadas frente al rally de las acciones de Estados Unidos en el tercer trimestre, sobre todo en el sector tecnológico.

Según Reuters, los inversionistas son cautelosos ante la posibilidad de que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dispute el resultado de las elecciones si pierde, lo que podría llevar a una turbulencia en el mercado.

"La debilidad del dólar y la subida del euro han impulsado el rendimiento de los activos europeos para los inversores extranjeros", le dijo Vincent Deluard, macroestratega global del Grupo StoneX, a Reuters.

Además, para Deluard, las acciones europeas son mucho más baratas que las de Estados Unidos, y las empresas del Viejo Continente tienen perspectivas “similares o mejores” que las estadounidenses.

Aunque varios analistas le dijeron a Reuters que el impacto en la economía de estas nuevas medidas será limitado, la segunda ola de la covid-19 puede frenar el avance de las acciones europeas debido a las nuevas medidas de confinamiento en Francia, Alemania y Reino Unido. 

Hay que recordar que desde hace varios meses, BlackRock, el mayor gestor de activos del mundo, mejoró la perspectiva de las acciones de Europa y las puso sobre las de Estados Unidos, debido a la exposición regional más atractiva para una reapertura mundial diferenciada. 

Para BlackRock, la capacidad sanitaria y las medidas de contención de Europa sitúan la región en una buena posición para la recuperación interna. Además, las empresas europeas están muy orientadas a la mejora del comercio mundial y a la recuperación de la economía china. 

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