EE.UU. tiene como plazo el 2 de agosto para que el Congreso del país apruebe una ampliación del techo de su deuda.

Inversión

Monedas de Latinoamérica subirían por menos riesgo

La mayoría de las monedas de Latinoamérica apunta a subir esta semana por una menor aversión al riesgo ante un mejor panorama de Europa, aunque las ganancias serían limitadas por la incertidumbre sobre las negociaciones políticas para evitar una moratoria de deuda en EE.UU..

25 de julio de 2011

La mayor economía del mundo tiene como plazo el 2 de agosto para que el Congreso del país apruebe una ampliación del techo de su deuda que, de no lograrse, llevaría al país a una cesación de pagos.

"La incertidumbre no se va a ir totalmente, pero momentáneamente va a estar descansando un poco, lo que daría para una valorización de las monedas de la región, aunque no de manera drástica", dijo Po Jeng, analista de mercados internacionales de la correduría Interbolsa en Bogotá.

En opinión de los analistas, la apreciación sería liderada por la moneda de referencia de la región, el real de Brasil, que la semana pasada tocó su mayor nivel desde 1999 en 1,55 unidades por dólar, en medio de la entrada de inversión extranjera tanto directa como de cartera.

"Definitivamente, el real tiene el mayor potencial de valorización, porque las tasas de interés altas siguen siendo incentivo para seguir invirtiendo a pesar de las medidas que han adoptado (las autoridades brasileñas para detener su avance)", explicó Jeng.

En tanto, el peso mexicano fluctuaría en un rango de 11.50 a 11.65 unidades, atento a indicadores económicos de Estados Unidos, su principal socio comercial.

"Los inversionistas están comprando la idea de que se está haciendo un esfuerzo colectivo (en la zona euro) y eso es un argumento a favor del peso: que ha bajado la aversión al riesgo", opinó Erick Urtuzuástegui, analista económico de la consultora Prognosis en México.

Ambiente Favorable

En tanto, las ganancias del peso colombiano estarían limitadas por las expectativas de eventuales medidas del Banco de la república para contener la apreciación, debido a que la moneda se sitúa muy cerca del nivel psicológico de $1.750, el más bajo en los últimos tres años.

Por su parte, el peso chileno, que cerró estable por sobre los 460 pesos la semana pasada, se mantendrá volátil en medio de la agitación de las plazas externas y atento al comportamiento de los precios del cobre, que últimamente han bajado presionando a la moneda.

"El soporte de 460 es bastante fuerte y si el peso logra romperlo, el próximo piso estará entre las 458 y 455 unidades", dijo Samuel Levy, analista de XTB Chile.

En el caso del peso argentino, la proximidad de las elecciones primarias en agosto y la concurrencia a las urnas para las presidenciales de octubre, genera una lenta pero persistente dolarización de los ahorros que presiona a la baja la moneda local.

Por ello, se descuenta que el Banco Central mantendrá la política intervencionista para evitar bruscos cambios en los precios de la moneda doméstica, aunque acepta una muy ligera depreciación semanal.

El sol peruano saldría fortalecido, ya que además de la menor aversión externa al riesgo, en el plano local la aceptación que han tenido los miembros del gabinete del Gobierno de Ollanta Humala genera la expectativa de que se seguirán aplicando políticas macroeconómicas muy similares a las anteriores, con lo que la economía continuaría creciendo en forma sostenida.

La moneda uruguaya, que acumula un alza del 8,7% en lo va del año, también avanzaría de la mano del real, debido a que Brasil es su principal socio comercial.