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Acciones

Facebook, ¿el Titanic de la bolsa?

En el tercer día de negociación el valor de sus acciones terminó un 22% por debajo de su valor de emisión, confirmando la opinión de quienes consideraban que la empresa estaba sobrevalorada.

22 de mayo de 2012

“Tan grande como la turba de los admiradores es la turba de los envidiosos”. Así reza una frase atribuida al filósofo romano Lucio Anneo Séneca, nacido en el año 4 antes de Cristo…

Pero, ¿es envidia lo que llevó a tantos a dudar del éxito de Facebook en la bolsa tecnológica Nasdaq? ¿Y cómo describir la sensación que embarga hoy a quienes vieron confirmado su escepticismo? ¿Schadenfreude? Esa es la voz alemana para el placer que despierta el malestar ajeno; una desazón como la que debe estar sintiendo Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook, al ver cómo el valor de sus acciones se desploma dos días después de haber salido al mercado bursátil y cómo miles de millones se deshacen en el viento.

Para Zuckerberg y sus allegados esta tendencia bajista es un golpe duro. Unas acciones que fueron celebradas como el Titanic antes de zarpar y debutaron en el parqué con un precio de US$38 estadounidenses terminaron valiendo US$31,08.

Más de US$15.000 millones se han desvanecido hasta ahora y el valor de la empresa detrás de la red social más popular del mundo quedó en US$85.000 millones. Esta depreciación confirma los argumentos de quienes describieron las acciones de Facebook como exageradamente caras. Puede que la red social cuente con 900 millones de usuarios, pero los ingresos de la empresa operadora por concepto de negocios son más bien modestos. La primera fuente de ingresos es la publicidad pagada.

Antes de la salida a la bolsa de Facebook, los críticos levantaron sus voces. Se dio a conocer que el fabricante de automóviles General Motors retiró su campaña publicitaria de Facebook sencillamente porque no estaba alcanzando al público que esperaba seducir mediante Facebook. Otro problema para garantizar los ingresos de Facebook tiene que ver con la intensificación del uso de la red social desde los dispositivos móviles, cuyas pantallas tienen muy poco espacio para publicidad.

Además, según los analistas, el futuro de los negocios en Internet está en el sector de los servicios para dispositivos portátiles como el teléfono celular y Facebook carece de un modelo que le permita sacarle provecho a esa tendencia.

Un hito en la historia de la bolsa

El pasado viernes, Facebook escribió historia con la mayor salida a bolsa de una empresa de Internet. No obstante, la evolución de las acciones no dejó espacio para la euforia en el parqué neoyorquino. Los títulos de la red social comenzaron la jornada en el mercado tecnológico Nasdaq con un salto del 10,5 por ciento, para colocarse en US$42, pero luego cayeron de golpe pasados apenas 20 minutos hasta los US$38, el precio oficial de salida anunciado en la víspera.

El hecho de que no bajara de esa marca generó muchas suspicacias. Al parecer, varios bancos participaron en la oferta pública de venta de acciones para apuntalar la cotización de la red social. A partir de entonces, las acciones comenzaron a remontar poco a poco. Con su precio oficial de salida a bolsa, Facebook pasó a estar valorada en 104.000 millones de dólares.

Esos 80.000 millones de euros al cambio superan el valor de compañías de larga tradición como BMW, el Deutsche Bank o Adidas. La salida a Bolsa de Facebook se retrasó en media hora, toda una eternidad en el acelerado mundo bursátil. El gran número de órdenes de compra-venta de títulos hizo que Nasdaq colapsara, llevando incluso a que cayeran temporalmente las acciones del operador bursátil. Expertos explican que los sobrecargados sistemas de la bolsa fueron también una de las causas de la caída de las acciones de Facebook.

Algunas fuentes señalaron que, debido a la serie de averías, los comerciantes de acciones no realizaron nuevas órdenes de compra, por lo que la demanda cesó y la cotización de las acciones bajó. Después de una hora, la situación se estabilizó y las acciones de Facebook oscilaron en torno a los 41 dólares. Para Zuckerberg, la cotización de su compañía repercute directamente sobre su patrimonio personal, aproximadamente en 500 millones de dólares por cada dólar de valor de las acciones.