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Crisis Financiera

España busca un rescate sin tantas condiciones

Con el acceso al crédito de los mercados cada vez más complicado, España busca en Europa alternativas que le permitan obtener financiación sin tener que llamarlo rescate. ¿Cuál es la apuesta?

Alianza BBC
6 de junio de 2012

Madrid está jugando a la defensiva. Y los movimientos son familiares. Irlanda, Portugal y Grecia ya siguieron la misma estrategia antes.

La negativa de que un rescate es necesario es insistente. "Los hombres de negro no vendrán a España", dijo este martes el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Pero hay grietas que son cada vez más evidentes.

El ministro admitió que el país tiene difícil acceso al crédito de los mercados y esto hace difícil que pueda financiar sus necesidades.

El primer ministro, Mariano Rajoy, pidió abiertamente a Europa que "apoye a quienes están en dificultades". Y eso suena a un mandatario que se está quedando sin opciones.

También hubo rumores -que fueron negados- de que Alemania está presionando a España para que acepte un rescate para sus bancos. Creando le preguntaron al portavoz de la canciller, Angela Merkel, no desmintió los rumores tajantemente.

Dijo de España que "todo el mundo sabe que Europa está preparada (para ayudar)... pero la decisión corresponde únicamente al gobierno español".

Hoyo negro

Algunos en Europa querrían que el gobierno de Madrid solicitara ayuda al principal fondo de rescate, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), para financiar a sus bancos. El motivo es que un rescate bancario evitaría un rescate completo, una operación mucho más problemática que podría extender el riesgo de inestabilidad también a Italia.

España se enfrenta a un enorme agujero en sus bancos, causado principalmente por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. No se sabe con certeza la cantidad de préstamos malos que hay.

Algunos sugieren que se podría llegar a hablar de 180.000 millones de euros, unos US$225.000 millones. Sin embargo, funcionarios españoles con los que habló la BBC indican que la cantidad es mucho menor, en torno a los 60.000 millones de euros, unos US$75.000 millones.

Y el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, asegura que la cifra se sitúa en los 40.000 millones de euros (US$50.000 millones).

El país se encuentra en una encrucijada. A la vez que está intentando reducir su déficit presupuestario, se enfrenta a un desempleo del 24%. Y los objetivos europeos para el déficit no se cumplieron.

Por otro lado, España cuenta con una reserva de US$55.000 millones que le permite asumir sus obligaciones durante meses.

Además, Madrid ya ha financiado la mayor parte de sus necesidades presupuestarias para este año. Pero, aún así, el gobierno tiene que conseguier otros US$100.000 millones.

Y nada parece evitar que los inversores piensen que España no puede cumplir con sus deudas, ayudar a sus bancos y a los gobiernos regionales, a su vez fuertemente endeudados.

Lo que Madrid desearía es que los bancos pudieran tomar préstamos directamente del FEEF. Eso permitiría al gobierno decir que no pidió un rescate.

El costo político sería mucho menor y las condiciones serían más laxas. Sin embargo, esa opción no es posible con las reglas actuales. Sólo los gobiernos pueden pedir prestado al fondo. Según Alemania, ese punto obliga a los gobiernos a ser responsables y a rendir cuentas de la forma en que se utilizan los préstamos, al tiempo que les impone unas condiciones estrictas.

Pero España está presionando para que sus bancos puedan acceder al fondo directamente. "Lo que está en juego es el proyecto europeo del euro", dijo el ministro de Economía, Luis de Guindos. Un mensaje familiar cuando los países o sus gobiernos necesitan ayuda.

Unión bancaria

En este contexto, España se sumó a quienes piden una unión bancaria, el último de los muchos planes que se han planteado para salvar la eurozona. Normalmente, estas estrategias se lanzan semanas antes de una cumbre y su importancia disminuye tras ella.

Pero la unión bancaria es la idea del momento. Implicaría un control de los bancos a un nivel europeo. Los depósitos sería garantizados con una base paneuropea y existiría un fondo para aliviar a los grandes bancos. Uno de los grandes atractivos del plan es que la unión bancaria de la eurozona evitaría la huida de capitales o las corridas bancarias de un país.

La Comisión Europea dará este jueves los primeros pasos hacia una unión bancaria, cuando proponga nuevos poderes para tratar con los bancos quebrados. Lo que la Comisión quiere hacer es romper el vínculo entre los bancos rescatados y los gobiernos. Irlanda, por ejemplo, ya transfirió la deuda de sus bancos a las cuentas públicas y eso llevó el país a la bancarrota.

Los franceses, los italianos y los españoles apoyan la idea. Creen que si la eurozona en su conjunto se hace responsable de apoyar a los bancos con problemas, se avanzará hacia el final de la crisis bancaria.

No obstante, Alemania se muestra cautelosa. Angela Merkel -a principios de esta semana- aceptó la idea de una mayor supervisión europea de los bancos. Pero Berlín no acepta la garantía de los depósitos ni la creación de un nuevo fondo para ayudar a los bancos. Los votantes alemanes es muy probable que rechacen que su dinero se use para rescatar bancos extranjeros. Esta también es una historia conocida: los gobiernos de la eurozona elaborando planes que dependen del dinero público alemán para pagar la factura.

¿Comprar o no compar bonos?

La unión bancaria estará en la agenda de la cumbre de finales de junio, pero incluso si se superaran todos los obstáculos, es poco probable que pudiera servir para ayudar a España.

Con el acceso al mercado de crédito prácticamente cerrado, España espera presionar al Banco Central Europeo, con el que mantendrá una reunión este miércoles, para que retome su programa de compra de bonos.

Eso podría ayudar a reducir el costo de la deuda. Pero lo que realmente quiere Madrid es que la eurozona acepte que los bancos puedan tomar prestados fondos de la Unión Europea directamente.

Esa sería una posible receta. Un diario alemán asegura que los funcionarios europeos están explorando la posibilidad de ofrecer a España una línea de crédito preventivo del FEEF para ayudarle a obtener fondos. Eso permitiría al país ganar tiempo a la vez que podría seguir diciendo que no pidió un rescate.