Estados Unidos finalizó en noviembre de 2010 el tratado de libre comercio con Corea del Sur, y en 2011 está pendiente de Panamá y Colombia. Los tres podrían ser votados antes del receso legislativo que comienza en agosto.

Expectativa

EEUU: calificaciones no impactarían estrategia deuda

Altas autoridades del Tesoro estadounidense restaron importancia a las probabilidades de que su futura estrategia de colocaciones de deuda se vea afectada por una eventual rebaja en la calificación crediticia del país.

3 de agosto de 2011

Tras revelar el miércoles sus planes de vender 72.000 millones de dólares en notas y bonos la próxima semana, que fue posible gracias al alza de último minuto en el límite legal de la deuda estatal por parte del Congreso, el Departamento del Tesoro dijo que seguirá prolongando el plazo promedio de la deuda que coloca.

"Hemos estado interesados en extender el plazo promedio de nuestro portafolio a contar de fines del 2008", dijo Mary Miller, secretaria asistente del Tesoro para los mercados financieros.

El Tesoro inundó a los mercados con deuda de corto plazo durante la crisis financiera 2007-2009 para sumar liquidez a la economía, reduciendo los plazos promedio de vencimiento a cerca de 48 meses y ahora quiere devolver ese parámetro a cerca de 62 meses.

Compras aún fuertes

"Más allá de todo, o de cualquier discusión sobre las agencias calificadoras, yo diría que nuestra intención es continuar a ese ritmo", agregó Miller.

Otros funcionarios notaron que la demanda se ha mantenido fuerte para todas las ofertas, aparentemente reflejando el alivio de los inversionistas por la consistencia de la deuda estadounidense.

Los precios para los bonos del Tesoro de largo plazo han subido con fuerza en los últimos días, dada la elevada preocupación por la salud de la economía global y de Estados Unidos.

El Tesoro dijo que colocará 32.000 millones de dólares en notas a tres años el martes, 24.000 millones de dólares en papeles a 10 años el miércoles y 16.000 millones en bonos a 30 años el jueves.

El denominado refinanciamiento trimestral, en que el Gobierno pide el dinero que necesita para pagar sus cuentas, estuvo en riesgo hasta que el Congreso finalmente aprobó un incremento en el tope de la deuda el martes, el que el presidente Barack Obama convirtió rápidamente en ley.

Ese acuerdo ratificado por los legisladores incrementó inmediatamente el actual techo legal de la deuda de 14,3 billones de dólares, que el Tesoro había agotado en mayo, en 400.000 millones de dólares y permitió que los administradores de la deuda del Tesoro siguieran adelante con las subastas de bonos trimestrales.

Al final, el límite de la deuda va a subir en un total de 2,1 billones de dólares en tres etapas, que están pendientes de la aprobación legislativa.

Un funcionario del Tesoro indicó que probablemente "decrecerá modestamente" el tamaño de las futuras ofertas de deuda, dado que ahora se espera que los déficits se reduzcan.
Uno de los problemas claves que aún se discuten en los mercados financieros es si Estados Unidos está en riesgo de perder su máxima calificación crediticia AAA.

Pero asesores de Wall Street que se reunieron con funcionarios del Tesoro antes del anuncio de refinanciamiento no se mostraron muy preocupados.

"Ninguno de los miembros pensaba que una degradación era inminente", dijeron las minutas de la asesoría de deuda.

Algunos de los expertos de Wall Street también cuestionaron que, en caso de que ocurriera una rebaja de calificación, fuera coherente con la visión de las agencias calificadoras con sus problemas de credibilidad.

Las agencias calificadoras, que fijan notas de calidad para los papeles de deuda, fueron acusadas de fracasar en su trabajo de alertar a los mercados antes de la crisis financiera del 2007-2009 sobre la dudosa calidad de los valores que estaban siendo emitidos para respaldar a un mercado de la vivienda sobrevalorado.