Francisco Reyes, superintendente de sociedades. | Foto: reyes

DECRETO

Gobierno busca evitar otro Estraval endureciendo normas sobre libranzas

Las nuevas normas obligarán a los vendedores de libranzas a revelar sus estados financieros al público y a informar a sus compradores sobre todos los riesgos que tiene el negocio de los préstamos con descuento de nómina.

23 de agosto de 2016

Las cooperativas, cajas de compensación, fondos de empleados y otras empresas que vendan créditos de libranza deberán revelar al público sus estados financieros e informar a los potenciales compradores sobre todos los riesgos que implica el negocio, de acuerdo con un decreto expedido por el Ministerio de Comercio.

Como ya lo había dicho Dinero, el gobierno está tratando de evitar un nuevo escándalo como el de Estraval que puso al mercado de libranzas en alerta e involucra recursos por medio billón de pesos. Las libranzas son créditos que se otorgan a un empleado y son descontados de su pago mensual. 

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La normativa indica que los vendedores de las libranzas deberán informar a los compradores los riesgos de que un empleado no pague, su sueldo sea embargado por otro acreedor o decida prepagar la deuda. La lista de advertencias es larga e incluye la siguiente: "la compra de cartera correspondiente a libranzas no implica un rendimiento garantizado y que los recursos entregados no cuentan con garantía de seguro de depósito".  Vale recordar que parte del problema con Estraval fue la oferta de unos rendimientos ‘asegurados‘ a los inversionistas que no pudieron ser cumplidos.  

También hay una advertencia sobre el hecho de que estar vigilado por una entidad como la Superintendencia Financiera o la Superintendencia de Sociedades no garantiza que la cartera de libranzas esté en buenas condiciones ni avala el modelo de negocio. 

Adicionalmente los compradores deberán recibir un informe inicial donde tengan el detalle de cada libranza que están comprando incluyendo los nombres de los trabajadores, el saldo de sus deudas, sus ingresos actuales y su perfil de crédito. A este documento se sumará un extracto trimestral donde les informen los cambios que han tenido las libranzas compradas: retrasos de los deudores, pagos anticipados, cambios en la situación laboral, fallecimientos entre otros.  

El gobierno obligará a que todos los adminsitradores de libranzas estén incritos en el Runeol (Registro Nacional de Operaciones de Libranza), esta obligación también aplica para las entidades que titularicen estas obligaciones.

Finalmente se reforzaron los requerimientos en materia de auditoria. Cualquier vendedor de libranzas que quiera hacer negocios con alguien que no está en el Runeol deberá contratar al menos cuatro auditorías externas independientes por año.