Carlos Varela, vicepresidente técnico de Fasecolda. | Foto: Cortesía.

Seguros

Y… ¿Quién responde?

Las protestas que se presentaron durante el Paro Agrario terminaron en actos vandálicos, daños a pequeños negocios, entidades financieras, etc. Contrario a la U. de la Sabana, muchas pymes afectadas no cuentan con un seguro. La pregunta del millón es, ¿quién paga?

6 de septiembre de 2013

Hasta dentro de dos semanas la Federación de Aseguradores Colombianos tendrá consolidados los reclamos que se generaron luego de los actos vandálicos que ensombrecieron a Colombia durante la última semana de agosto.

De manera preliminar, 18 compañías de seguros que ofrecen cobertura de daños en el país reportaron que, a la fecha, los siniestros informados son pocos, comparados con la magnitud de los daños.

Carlos Varela, vicepresidente técnico de Fasecolda, le explicó a Dinero.com que estos daños tendrán respuesta si y sólo si los propietarios de los establecimientos afectados cuenten con una póliza de seguros que los proteja contra estos eventos, en caso de que no haya un seguro que lo respalde, el dinero para resarcir todos los daños deberá salir de sus bolsillos.

A pesar que existen diferentes productos en el ramo asegurador para protegerse y de paso cubrir los bienes contra este tipo de eventos, la mayoría de los afectados de las protestas no cuentan con ningún tipo de seguro, “y lo que es peor aún, la mayoría de los afectados estaba en capacidad de adquirir uno”, señala Varela.

El vicepresidente técnico del gremio que agrupa a las compañías aseguradoras enumera algunas de las alternativas a las que pudieron acudir los propietarios de establecimientos de comercio, entidades financieras, viviendas, mobiliario urbano, etc, afectados: microseguros, seguros del hogar, seguros para Pyme, los de bienes comunes y los que contrata el Estado y el Distrito para proteger sus bienes.

Incluso, hay algunos más específicos contra este tipo de sucesos vandálicos, como por ejemplo, las coberturas de huelga, motín, asonada, conmoción civil o popular y actos mal intencionados de terceros, que están diseñadas para responder por los actos cometidos contra la propiedad de los asegurados.

“En una rápida inspección a algunos de los establecimientos que fueron afectados por los vándalos en cercanías a la Plaza de Bolívar, se pudo constatar que solo unos pocos tenían un seguro, como por ejemplo los establecimientos financieros y las franquicias”, afirma.

Por el contrario, entre los que tenían mayor desprotección patrimonial se encuentran los pequeños negocios como cafés, estancos, cigarrerías, confiterías y panaderías.

Las cifras revelan que el aseguramiento de viviendas no supera el 10%, mientras que sólo el 20% de las copropiedades en Bogotá están aseguradas.


La buena noticia, por que sí la hay, aunque sea para algunos pocos, es que aquellos negocios, viviendas, copropiedades y las entidades afectadas que contaban con una póliza de seguro, podrán ser indemnizados en menos de 30 días, después de haber hecho su reclamación.