El portaaviones USS Enterprise ya se encuentra en posición estratégica en el Mar Rojo.

Internacional

Washington contempla todas las opciones, incluso la militar

El departamento de defensa de Estados Unidos informó que está reposicionando sus fuerzas de seguridad en la región próxima a Libia mientras los países occidentales evalúan una posible intervención contra Muamar Gadafi.

1 de marzo de 2011

El Pentágono dijo que estaba moviendo sus fuerzas para "proporcionar flexibilidad una vez se tomen las decisiones". Estados Unidos ya cuenta con una presencia significativa cerca de Libia, al disponer de varias bases militares en el sur de Italia. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo que las fuerzas estadounidenses podrían ser utilizadas para entregar ayuda humanitaria.

Mientras tanto, la embajadora del país ante la ONU, Susan Rice, declaró a la prensa en Washington que Estados Unidos estaba considerando "activamente y con seriedad" establecer una zona de exclusión aérea en Libia y se encontraba en conversaciones con la OTAN y otros potenciales socios militares.

Las fuerzas reposicionadas podrían ser utilizadas para asegurar la imposición de esta zona de exclusión aérea e impedir el ataque de los aviones de Gadafi a las fuerzas opositoras, según afirman los corresponsales de la BBC.

Planes de contingencia
"Tenemos a distintas personas trabajando en los diversos planes de contingencia, y creo que es seguro decir que, como parte de estos planes, estamos reposicionando las fuerzas para facilitar la flexibilidad una vez que se tomen las decisiones", dijo el vocero del Pentágono, el coronel Dave Lapan.

El corresponsal de la BBC en Washington, Andrew North, afirma que el anuncio del Pentágono parece en parte diseñado para enviar un mensaje a Gadafi. Todavía no está claro si habrá suficiente apoyo en el Consejo de Seguridad para una zona de exclusión aérea, afirma nuestro corresponsal.

También se han escuchado voces de preocupación frente al rechazo que generaría en el mundo árabe una intervención militar estadounidense en un país de la región. El lunes, el diario New York Times citó a funcionarios estadounidenses no identificados que habrían dicho que les preocupaba que una eventual presencia militar estadounidense le restaría legitimidad al caracter popular de la revuelta en Libia.

Los comandantes de EE.UU. podría recurrir al portaaviones USS Enterprise, en la actualidad en el Mar Rojo, así como el buque de asalto anfibio USS Kearsarge, que cuenta con una flota de helicópteros y unos 2.000 infantes de marina a bordo, según informó la agencia de noticias AFP. Además, se mantiene una gran estación aeronaval en Sigonella, Sicilia, a menos de una hora de vuelo desde Libia.

Todas las opciones abiertas
Clinton dijo el lunes que los Estados Unidos estaba poniendo todas sus opciones sobre la mesa para hacer frente a Libia. Aunque no habló específicamente sobre las opciones militares, Clinton manifestó que mientras Gadafi permanezca en el poder, el país consideraría una amplia gama de opciones en contra de los gobernantes de Libia. "A través de sus acciones, han perdido la legitimidad para gobernar. El pueblo de Libia se han manifestado claramente: es hora de que Gadafi se vaya, ahora, sin más violencia o retraso", dijo frente al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.

Las potenciales dificultades
Las autoridades en el Reino Unido también evalúan su posible contribución a una eventual operación para establecer una zona de exclusión aérea en Libia. El analista de la BBC Jonathan Beale afirma que, de acuerdo a fuentes consultadas, la contribución británica podría incluir el desplazamiento de aviones de combate Typhoon a una base británica en Chipre, aunque ninguna decisión se habría tomado en firme aún.

Lord West, ex comandante de la marina británica, advierte, sin embargo, que nadie debería subestimar las dificultades de implementar esa zona de exclusión. "Está la complejidad de asegurar que se tengan las aeronaves, incluyendo las que se usan para el control como los aviones clase AWACS, así como los cazas de combate, y cosas así, para efectivamente desplegarlos y asegurar que se tiene una zona de exclusión aérea significativa.

"Está también el asunto de si se otorga autorización para derribar aviones de ala fija, derribar helicópteros...Hay muchas complejidades en las reglas de combate y en toda la operación militar", aseguró.