Senado aprueba amplia iniciativa de reforma financiera

Fuertemente marcados por la indignación nacional contra las firmas de Wall Street, los senadores aprobaron las restricciones más amplias que se hayan aplicado a los bancos desde la Gran Depresión.

21 de mayo de 2010

La amplia reforma abarcará múltiples puntos del sistema financiero, desde los directores de las empresas de Wall Street hasta las personas que compran su primera vivienda, los grandes comerciantes de valores y los prestamistas en un pequeño pueblo.

La votación de 59-39 representa una victoria importante para el presidente Barack Obama y llega apenas dos meses de que se aprobó su ambiciosa reforma de salud. La propuesta debe ser ahora unificada con la versión que la Cámara de Representantes aprobó en diciembre.

Un negociador de la cámara baja pronosticó que la iniciativa estará en el escritorio de Obama para su promulgación alrededor del 4 de julio, Día de la Independencia.

Esta legislación busca impedir que se repita la serie de problemas que puso a los grandes bancos de inversiones de Wall Street al borde del colapso, lo que obligó a un costoso rescate por parte del gobierno. Contempla nuevas formas de vigilar los riesgos en el sistema financiero y facilita la liquidación de las grandes firmas del sector que fracasen.

Redacta además nuevas reglas para los valores complejos que habrían incidido en la crisis económica del 2008, y crea una nueva agencia de protección al consumidor.

Impondría nuevas restricciones a los bancos más grandes e interconectados, y exigiría pruebas de que los solicitantes de préstamos pueden pagar las hipotecas más sencillas.

Más temprano, el Senado votó a favor de terminar el debate sobre la iniciativa de ley, allanando el camino para la aprobación.

Con votación de 60-40, los senadores votaron por avanzar la legislación, la cual se había convertido en un asunto de máxima prioridad para Obama.

El mandatario destacó la votación del jueves, diciendo que los esfuerzos de Wall Street por socavar la legislación habían fallado.

"Nuestra meta no es dar un escarmiento a los bancos", señaló, "sino proteger a la economía más amplia y al pueblo estadounidense del tipo de convulsiones que hemos visto en los últimos años. El acto de hoy fue un paso significativo hacia el logro de este objetivo", agregó Obama.

Indicó que la industria financiera había tratado de frenar la nueva regulación "con numerosos cabilderos y millones de dólares en anuncios".

Sólo dos demócratas votaron contra la iniciativa. Cuatro republicanos fueron su excepción en su partido y votaron a favor.

En dos ocasiones el Senado tuvo que superar los esfuerzos de los republicanos por retrasar la votación.

"Las decisiones que hemos tomado tendrán un impacto en la vida de los estadounidenses durante las décadas por venir", dijo el senador republicano por Alabama, Richard Shelby, quien votó en contra de la legislación.

Aunque los republicanos lograron enmiendas en la iniciativa, objetaron su amplitud, al señalar que representaba una expansión del poder gubernamental con consecuencias imprevistas.

Los demócratas argumentaron que se trataba de una respuesta firme a los abusos financieros, las debilidades en la regulación y los errores de los consumidores que hundieron en la recesión al país.

"Esto dice a Wall Street: Nunca más podrán apostar en forma negligente el dinero de otras personas", dijo el líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid, demócrata por Nevada. "Señala que los días de las firmas demasiado grandes para dejarlas fracasar han quedado atrás. Dice a quienes jugaron con el sistema: El juego ha terminado".

Miemntras los negociadores de la Cámara de Representantes y del Senado se reúnen para resolver las diferencias entre sus respectivas propuestas, lo más probable es que la ley se incline hacia una mayor severidad. El ambiente político se ha tornado más populista desde diciembre, cuando la Cámara de Representantes aprobó su iniciativa.

El desempleo sigue rondando el 10%, los grandes bancos han reportado ganancias significativas e incluso han impuesto récords, y Goldman Sachs enfrenta acusaciones de fraude interpuestas por la Comisión de Valores y Cambio (SEC, por sus siglas en inglés).

La aprobación de la propuesta no estuvo exenta de suspenso. Una demócrata, la senadora Maria Cantwell de Washington, cambió su voto para ayudar a que avanzara la propuesta, pero se pronunció contra ésta en la aprobación final.

En tanto, los republicanos abandonaron una medida largamente cabildeada que habría excluido a los distribuidores de automóviles de las reglas contempladas por una nueva oficina de protección al consumidor de servicios financieros.

 

 

AP