Unión Europea teme que haya problemas con el suministro de gas si Ucrania no cancela a Rusia una deuda por US$2.000 millones.

Energía

Europa teme escasez de gas

Países de la Unión Europea temen que puedan sufrir una escasez de gas y un daño económico si Rusia detiene los envíos de ese recurso natural a Ucrania.

6 de marzo de 2014

Autoridades de la UE convocaron el lunes una sesión urgente del Grupo de Coordinación del Gas -formado tras disputas previas por temas energéticos entre Rusia y Ucrania- para evaluar las contingencias "en caso de que tenga lugar una interrupción considerable", luego de que Rusia tomó el control de la región ucraniana de Crimea, según un documento al que accedió Reuters.

A pesar de la extrema tensión entre Moscú y el nuevo Gobierno pro occidental de Kiev, el gigante ruso Gazprom ha mantenido hasta el momento los envíos del combustible a Ucrania.

La ex república soviética es estratégicamente importante para Rusia por ser la principal ruta de tránsito del gas hacia la UE, su mayor cliente.

Pero Rusia ha amenazado con eliminar el descuento sobre los precios del gas que recibe Ucrania, que tiene plazo hasta el viernes 7 de marzo para pagar una deuda por los suministros del combustible ruso.

La endeudada Grecia está particularmente preocupada. "Una interrupción (de suministros) desde Ucrania es el peor escenario para Grecia", dijeron expertos de energía en la reunión.

El debate del lunes mostró que las naciones de la UE están en su mayoría ampliamente abastecidas, aunque no estuvo claro cuánto gas podrían enviar a Ucrania, que según se escuchó en la reunión necesita entre 15 y 35 millones de metros cúbicos por día (mmcpd) para su consumo doméstico.

Una portavoz de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, no pudo ofrecer de inmediato un estimado sobre qué proporción de una escasez de gas podría cubrir la UE.

Un invierno moderado significa que hay almacenados en los 28 países de la UE alrededor de 5.000 millones de metros cúbicos por encima del nivel del 2012 y 10.000 millones de metros cúbicos más que en 2013, de acuerdo al documento.

Eso significa que un corte de una semana en el suministro podría manejarse, pero uno de tres semanas -especialmente si el clima se vuelve más frío- podría dañar la provisión y hacer subir los precios.

Reuters/D.com