Presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Economía

A quién afecta el “secuestro de gastos” en Estados Unidos

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó la ley que da luz verde a un violento recorte al presupuesto federal que asciende a US$85.000 millones este año.

2 de marzo de 2013

El Congreso en Washington tenía hasta la medianoche de este viernes para llegar a un plan alternativo de presupuesto en el que, tanto demócratas como republicanos, estuviesen de acuerdo.

Ahora, el país entero va a caer en lo que se considera el peor de los escenarios. Los recortes presupuestarios automáticos están diseñados para infligir el máximo dolor.

Es conocido en la jerga estadounidense como el "secuestro de gastos". Fue elaborado para exprimir áreas que protegían ambos partidos, por lo que era una forma de presionar a republicanos y demócratas a ponerse de acuerdo antes de que venciera el plazo y así lograr un pacto más realista y menos severo.

No lo hicieron, y ahora los estadounidenses están atrapados entre duros recortes, por lo menos hasta que se apruebe una nueva ley.

Aunque todo el mundo está de acuerdo en que los fondos serán reducidos en programas cruciales, los efectos de la "carnicería" al presupuesto no afectarán uniformemente a todo el país.

"El efecto global no se convertirá en un interruptor de luz" que dejaría a todo EE.UU. en la oscuridad justo al filo de la medianoche de este viernes, dice Memo Diriker, director del Instituto de Empresa Europeo-Americano en la Universidad de Salisbury.

En cambio "va a ser un proceso lento", dice. "Si nos fijamos en la totalidad de los cortes, estos se distribuyen a lo largo de diez años”.

En efecto, más allá de los US$85.000 millones de cortes para este año, se espera que en la próxima década asciendan a US$1,2 billones si no se hace nada para detenerlos.

Algunos sectores sentirán más dolor que otros. BBC Mundo les da a continuación una cronología de cuándo van a entrar en vigencia y a quién afectarán.

Los que trabajan para contratistas en el área de defensa ya han comenzado a sentir los efectos del secuestro. "Varias empresas ya han reducido su fuerza de trabajo o contrataciones", dice Diriker.

Eso se debe a que los gastos en defensa podrían recibir un duro golpe por una suma de US$46.000 millones este año y US$495.000 millones en los siguientes nueve.

Las empresas que dependen de los fondos federales de defensa están preparándose para lo peor. Así también algunas empresas del sector privado que no son objeto de los recortes automáticos, pero están preocupadas por su efecto sobre la economía en general.

"Las personas que toman decisiones basadas en las proyecciones de hacia dónde va la macroeconomía en los próximos seis meses a un año, ya están empezando a construir sobre el supuesto de que la economía no va bien", dice Robert Pollin, codirector del Instituto de Investigación de Economía Política de la Universidad de Massachusetts.

Esto es debido a que en el período previo al secuestro se vio un crecimiento plano en el Producto Interno Bruto y en las cifras de desempleo. "Estamos al borde de la recesión en este momento", dice Pollin.

Los recortes -que podrían llevar a despidos de empleados federales, maestros y otros trabajadores- empujarán a EE.UU. al precipicio. Preparándose para ello, las empresas privadas pueden congelar sus planes de contratación y expansión.

El dinero federal para el año ya fue asignado, por lo que las agencias de servicio social y otros receptores de dinero del gobierno podrían no sentir inmediatamente sus presupuestos recortados.

Pero una vez que se acabe el dinero federal, están fuera. Algunos maestros terminarán el año escolar, pero "cuando llegue mayo o junio, les van a decir que no vuelvan”, dice Diriker.

Los estados tienen discreción sobre cómo asignar el dinero que les da el gobierno federal, así que serán programas diferentes los que se quedarán sin dinero en distintos momentos dependiendo del estado.

Pero Diriker predice que de aquí a septiembre, programas como Meals on Wheels, que proporciona alimentos a personas con impedimentos físicos, se quedarán sin efectivo federal en varios estados. Se espera que la economía estadounidense en general reciba un golpe durante el próximo año.

"La Reserva Federal está diciendo que no habrá ninguna mejora en la economía durante los próximos 12 meses", dice Pollin. También se prevé que los recortes podrían afectar medio punto porcentual del Producto Interno Bruto y mantener la tasa de desempleo entre 7,3% y 7,7%.

Informes económicos del último día del mes de febrero indican un leve crecimiento en la economía, con más confianza en el consumo y un menor número de despidos, según el diario The Wall Street Journal. Pero la incertidumbre presupuestaria tiene a los economistas preocupados de que el crecimiento se detendrá cuando el flujo de dinero federal se desacelere.

"Esa es la realidad de la austeridad, y una vez que la realidad se establezca, ciertamente no ayudará a empujar la economía hacia adelante", dice Pollin.

Para entonces, el gobierno puede llegar a un nuevo acuerdo de financiación para la restauración de las áreas necesitadas. Pero hasta entonces, los que dependen de los fondos del gobierno -ya sean las multimillonarias empresas productoras de armamento o el pensionado hambriento- tendrán que acostumbrarse a hacer más con menos.