Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo. | Foto: Efe

Crisis Financiera

Presidente del BCE insta a los gobiernos a actuar

El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, instó el viernes a los gobiernos de la zona euro a actuar rápido para poner en funcionamiento el fondo de rescate del bloque, mostrando su exasperación por la falta de avances para hacer frente a la crisis.

18 de noviembre de 2011

El BCE se encuentra bajo una fuerte presión para que juegue un papel más activo en la lucha contra la crisis de la eurozona. Un sondeo de Reuters entre 50 estrategas de bonos en Europa y Estados Unidos mostró una probabilidad del 50 por ciento de que el organismo termine accediendo a imprimir dinero.

La canciller alemana, Angela Merkel, rechazó las demandas del primer ministro británico, David Cameron, de que se tomen medidas decididas, dejando claro que ella prefiere una estrategia gradual, reflejada en la oposición alemana a que el BCE haga préstamos a otros gobiernos. "La petición británica de que utilicemos una gran cantidad de poder de fuego para recuperar la credibilidad de la zona euro es correcta", dijo Merkel. "Pero tenemos que tener cuidado de no fingir que disponemos de un poder que no tenemos. Porque los mercados se darán cuenta muy deprisa de que eso no funcionará", agregó.

Draghi puso el énfasis en los gobiernos, diciendo que han fracasado en poner en práctica las decisiones que apuntalan el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), el fondo de rescate que han prometido reforzar, sin explicar hasta ahora cómo van a hacerlo.

"¿Dónde está la implementación de estas decisiones pendientes desde hace tanto?", se preguntó Draghi durante una conferencia bancaria en Fráncfort. "No deberíamos esperar más", agregó.

Muchos analistas creen que la única forma de frenar un contagio de la crisis que comenzó en Grecia es que el BCE aumente sus compras de bonos, embarcándose en una ronda de "alivio cuantitativo", al estilo de lo hecho por la Reserva Federal estadounidense.

Pero eso sería un marcado distanciamiento de su actual política, en la que esteriliza sus compras de bonos quitando liquidez del sistema en operaciones independientes.

Aunque el BCE, con un fuerte apoyo alemán, quiere mantenerse libre de interferencia política y se está resistiendo a las peticiones de que intervenga a gran escala, ha hecho compras limitadas de bonos que han calmado los nervios de los inversores.

Mínimos de cinco semanas
El euro subió el viernes al suavizarse la presión sobre los bonos italianos y españoles después de que el BCE interviniera para estabilizar el mercado, pero los temores a que los costos de la deuda de ambos países estén a niveles insostenibles envió las acciones europeas a mínimos de cinco semanas.

El presidente ejecutivo del Deutsche Bank, Josef Ackermann, dijo que los estados europeos no podían depender del BCE para resolver la crisis. "El papel principal del BCE no debería ser comprar estos bonos", afirmó.

Las compras del BCE ayudaron el viernes a que las acciones europeas recortaran sus pérdidas, tras una baja en los rendimientos de los bonos italianos y españoles desde niveles considerados insostenibles.

Los gobiernos de la zona euro han fijado diciembre como plazo para fortalecer el FEEF, pero estos esfuerzos se han visto complicados por una serie de demoras, un alza de los costos del endeudamiento y el poco interés de los inversores.

En Roma, el nuevo primer ministro italiano, Mario Monti, obtuvo por abrumadora mayoría un voto de confianza del Parlamento tras advertir a los políticos de que tendrán que enfrentarse a la ciudadanía italiana si sabotean un amplio paquete de reformas dirigidas a poner fin a la aguda crisis de deuda.

"Pero creemos que si hacemos un buen trabajo, entonces también ustedes, cuando nos den un voto de confianza, o lo retiren, deben recordar que la consecuencia será la confianza de los ciudadanos en ustedes", dijo Monti, que asumió el cargo el miércoles al frente de un Gobierno de expertos, tras una apresurada transición de poder del desacreditado Silvio Berlusconi.

Con los costos de la deuda italiana en niveles insostenibles, Monti tendrá que trabajar deprisa para calmar a los mercados financieros, dado que Italia necesita refinanciar unos 200.000 millones de euros para finales de abril.

En Atenas, el nuevo gobierno de unidad dio un primer paso para cumplir con los términos del rescate internacional que necesita para evitar la bancarrota al presentar un presupuesto que no contempla más medidas de austeridad el año que viene, siempre y cuando se apliquen reformas.

El borrador predice que Grecia caerá en un quinto año de recesión, pero los economistas señalan que años de subidas de impuestos, recortes de salarios públicos y pensiones y otras medidas de austeridad, podrían hundir más la economía en la contracción y que probablemente las previsiones de gastos del borrador son demasiado optimistas.

Más importante aún, señalaron los analistas, hay una división entre los partidos en la coalición de unidad del primer ministro tecnócrata Lucas Papademos, causada por un intento del conservador Nueva Democracia de posicionarse con miras a las elecciones previstas para el 19 de febrero.

Papademos debe obtener el compromiso de partidos rivales de que harán lo que sea necesario para poder cumplir con los términos del rescate o los acreedores de Grecia retendrán no sólo un tramo de ayuda de 8.000 millones de euros que Atenas necesita para evitar la suspensión de pagos el mes que viene, sino también el financiamiento a largo plazo más adelante.


Reuters