Las obras se encuentran estancadas tras la amenaza de paralización definitiva de parte de GUPC, liderado por la española Sacyr, que reclama sobrecostos por 1.600 millones de dólares sobre los 3.200 millones del contrato original. | Foto: Afp

Infraestructura

Canal de Panamá sigue generando preocupación

Cientos de trabajadores que participan en las obras de ampliación manifestaron temor por su futuro y el de sus familias, mientras esperan las negociaciones entre el consorcio constructor y la autoridad canalera para que continúe el proyecto.

27 de enero de 2014

"Hay mucha preocupación porque se siente que vamos a perder el empleo. El consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC) está en problemas económicos, no tiene liquidez y eso es preocupante", dijo a la AFP Eduardo Méndez, con más de 20 años en la construcción. "Se ha visto tensión en la obra por lo que está sucediendo", añadió Méndez, quien desde hace año y medio trabaja como aparejador de carga en la ampliación en el sector de Cocolí, en el Pacífico panameño.

Las obras se encuentran estancadas tras la amenaza de paralización definitiva de parte de GUPC, liderado por la española Sacyr, que reclama sobrecostos por 1.600 millones de dólares sobre los 3.200 millones del contrato original. "Tenemos mucha incertidumbre porque nadie nos dice nada y no sabes si el consorcio sale o se queda a la deriva", aseguró a la AFP Guadalupe Espinosa, un albañil calificado con cinco hijos que mantener.

GUPC advirtió en diciembre que si no se le reconocían los sobrecostos pararía la construcción del tercer juego de esclusas, la mayor obra del proyecto, a partir del 20 de enero, fecha que postergó para el próximo 31. GUPC y la Autoridad del Canal de Panamá anunciaron la semana pasada negociaciones para buscar una solución al conflicto, pero hasta el momento no se ha hecho público ningún nuevo contacto entre las partes.

Mientras tanto, la obra avanza al mínimo y, según fuentes oficiales, la mitad de sus más de 5.000 trabajadores han sido despedidos o cesados en las últimas semanas, mientras que algunos trabajadores afirman que ya la maquinaria de empresas subcontratadas ha sido retirada. "Hay trabajos que no han seguido porque no hay personal. La situación la veo bastante crítica", dijo a la AFP Jan Carlo Leal, un carpintero con una niña y una madre a su cargo. "No es justo porque ahora viene la escuela y muchos gastos que hay que pagar", añadió.

Según fuentes sindicales, los obreros en los trabajos de la ampliación ganan de 3,34 a 6,50 dólares la hora, lo que alegan es insuficiente ante el alto costo de la vida.


Afp/D.com