Un turista uruguayo espera en el aeropuerto internacional de Santiago (Chile). La nube de humo y cenizas que emana del complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle, en el sur de Chile, ha paralizado virtualmente el transporte aéreo tanto en ese país como en sus vecinos del Cono Sur.

Viajes

¿Por qué el volcán chileno sigue provocando caos en Australia?

La nube que emana el Puyehue ya dio dos vueltas alrededor del globo y volvió a Australia, donde sigue paralizando los aeropuertos. ¿Cómo es posible?

21 de junio de 2011

El retorno de la nube de ceniza del volcán chileno Puyehue, a 9.000 kilómetros de distancia, obligó a las autoridades de Australia a cancelar varios vuelos nacionales e internacionales este martes.

Miles de pasajeros en los aeropuertos de Sidney, Camberra y Adelaida clic quedaron en tierra por el volcán chileno, que entró en erupción el pasado 4 de junio, desprendiendo cenizas que ya le dieron la vuelta al mundo dos veces.

Las aerolíneas Qantas y Virgin cancelaron todos los vuelos desde y hacia Sidney y Melbourne. El aeropuerto de Adelaida está cerrado y los vuelos de Canberra también sufren retrasos y cancelaciones. El motivo es que las finísimas partículas de ceniza suspendidas en el aire pueden penetrar en los motores de los aviones y estropearlos.

La semana pasada la nube de cenizas provocó la cancelación de unos 700 vuelos en Australia y Nueva Zelanda y dejó varados a unos 100.000 pasajeros. Y ahora vuelve, tras haber recorrido todas las latitudes del planeta.

La Oficina de Meteorología de Australia estima que los vuelos en Adelaida se verán afectados durante 24 horas, los de Canberra y Sidney por alrededor de 36 a 48 horas, y los de Melbourne de 36 a 48 horas a partir del miércoles.

Los aviones despegan por el momento con normalidad de Nueva Zelanda, donde por ahora no se ha asomado la nube volcánica.

Viajera e invisible
La caprichosa ceniza flota justamente a la altura de crucero de las aeronaves, que les permite maximizar el ahorro de combustible: 10.000 metros.

El complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle ya alteró las operaciones aéreas en Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil, además de Australia y Nueva Zelanda.

Pero no es el único: los miles de volcanes que componen el Anillo de Fuego del Pacífico – entre los que figura el chileno – se caracterizan por períodos de reposo y grandes explosiones posteriores.

La nube resultante de esas espectaculares erupciones sobrevive en la estratósfera bajo la forma de un polvo muy fino que mide cientos de kilómetros de longitud.

Es la segunda vez que la columna de cenizas recorre el globo terráqueo, y lo seguirá haciendo varias veces más, durante meses, hasta desaparecer, le explica a BBC Mundo Richard Arculus, profesor de Geología de la Universidad Nacional de Australia y estudioso de los volcanes.

El volcán chileno está ubicado a 40 grados de latitud sur y los vientos de la estratósfera llevan la columna de cenizas hacia el este, en una línea más o menos recta, que ya cruzó el océano Atlántico, pasó por el sur de África y atravesó el sur de Australia y Nueva Zelanda para llegar de nuevo a Chile.

Pero en la próxima vuelta que dé ya será lo suficientemente ligera (poco densa) como para permitir que los vuelos puedan operar con normalidad.

Recién entonces los aviones podrán viajar a la altura deseada.

"Muy común"
La tecnología actual detecta estas nubes de fino polvo, imperceptibles a los ojos. De hecho mientras el profesor le explica a BBC Mundo las características de la nube desde Canberra, dice mirar al cielo y no percibir nada fuera de lo común a simple vista.

Aunque el fenómeno parezca algo extraordinario es "muy, muy común", señala Arculus.

Y como ejemplo cita el del volcán Kluchevskoy, en Rusia, que entra en erupción constantemente y hace que las aerolíneas que atraviesan el sudeste asiático ya se hayan acostumbrado a evitar su temible, pero ya conocida, columna de cenizas.

Las autoridades chilenas indican que la actividad volcánicaha disminuido, aunque es probable que el Puyehue siga emitiendo cenizas por algún tiempo.

En la vecinaArgentina, los pobladores de la estación de esquí de Bariloche, que fue cubierta de cenizas, han iniciado una gran limpieza, mientras esperan que el molesto polvo sea sólo un recuerdo cuando comiencen las vacaciones de invierno, principal fuente de ingresos de la zona.