La imposibilidad de mejorar el crudo pesado en Venezuela en plantas especializadas locales ha llevado al país a importar crudo liviano para usarlo como mezcla. | Foto: BBC Mundo

Internacional

¿Por qué Venezuela importa petróleo?

Uno de los exportadores de crudo más importantes del mundo, ahora importará petróleo. ¿Por qué lo hace?

Alianza BBC
21 de octubre de 2014

Así lo confirmó este lunes la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) en un comunicado titulado "Crudos livianos importados son utilizados como diluentes del petróleo pesado de la Faja Petrolífera del Orinoco".

Y dice: "Ante la información tendenciosa contra la industria petrolera por parte de autodenominados expertos petroleros que manipulan la información, PDVSA informa al país que la adquisición puntual de crudo liviano en el exterior obedece a la necesidad de utilizarlo como diluente del petróleo pesado de la Faja Petrolífera del Orinoco 'Hugo Chávez' (FPO), ya que por sus especificaciones no puede ser producido ni transportado sin antes ser mezclado con un hidrocarburo de menor densidad".

Durante las últimas semanas, la agencia de noticias Reuters ha estado informando del caso: primero publicaron informaciones sobre negociaciones con Argelia para fijar la operación, después documentaron la salida de un tanquero desde el país norafricano y el viernes reportaron la compra de dos cargamentos de crudo liviano de origen ruso.

El comunicado de PDVSA no menciona dichos detalles ni informa de dónde vienen las importaciones.

La compañía -que en la década de los 80 ya compró crudo liviano para sus refinerías fuera de Venezuela- tampoco dice que esta es la primera vez en 100 años de explotación petrolera que crudo foráneo pisa territorio venezolano.

Sin embargo, PDVSA confirma lo que para algunos puede resultar insólito: una potencia petrolera, que cuenta con las reservas de crudo más grandes del mundo, ahora importará petróleo.

¿Por qué lo hace?

"Es más rentable"

PDVSA habla de dos razones en su comunicación: el aumento de la producción de petróleo venezolano y el mantenimiento "programado" de un mejorador en la Faja del Orinoco, en el sur del país, que es una instalación que permite hacer más liviano el crudo pesado.

La mayor parte de las reservas petroleras de Venezuela son de crudo pesado, un hidrocarburo que, para venderse, debe ser mejorado con aditivos o con petróleo liviano.

"La mezcla con crudo liviano produce una mayor rentabilidad que utilizar la nafta (un aditivo), producto que supera el precio del crudo liviano en 30 dólares por barril en promedio", dice PDVSA.

La rentabilidad, pues, parece ser la razón por la que resulta más provechoso -mientras terminan el mantenimiento de los mejoradores- importar el crudo liviano que importar el aditivo, una práctica que Venezuela ha realizado en los últimos años no solo con la nafta, sino con la sustancia química MTBE, que se usa en la fabricación de gasolina e, incluso, la gasolina misma.

"El debate debe ser sobre si la operación es rentable y comercialmente viable", le dice a BBC Mundo el director de la Cátedra Petrolera de la Universidad del Zulia, Rolín Iguarán.

"Que se vea mal que un país petrolero importe petróleo, bueno, eso es otro debate; pero acá estamos hablando de negocios, no de política ni buen gusto", opina el profesor.

Y añade: "No es la primera vez que compramos crudo, pues durante los años 80 les compramos a México y a Rusia crudo liviano para nuestras refinerías en el exterior".

Declive de la producción de crudo liviano

Mientras tanto, analistas críticos de la política petrolera del gobierno se preguntan por qué la producción actual de crudo liviano no es suficiente y ven la operación como una manifestación de que la industria petrolera del país está en crisis.

"La producción de crudos en el occidente del país, donde está el petróleo liviano, ha declinado en los últimos años", dice el experto en petróleo del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), Igor Hernández.

"Esto es porque los yacimientos sobreexplotados no se han recuperado por falta de inversión", asegura sobre las inyecciones de gas y agua de vapor que califica de "costosas y complejas" y permiten volver a explotar los pozos.

Hernández pone el ejemplo de los pozos de El Furrial en el estado occidental de Monagas, donde en 2004 se estaban produciendo 375.000 barriles al día y el año pasado fueron 290.000, según cifras de PDVSA.

La petrolera, sin embargo, dice en el comunicado que su producción de crudo liviano está "totalmente comprometida" en el sistema de refinación nacional y en contratos de suministro.

Estado de la industria petrolera

Según el comunicado, "la producción petrolera ha aumentado" y por eso PDVSA se ve obligada a importar el crudo liviano: lo que produce de ese tipo de petróleo no es suficiente.

No obstante, el informe de gestión de 2013 de la misma petrolera dice que produjo 2.899.000 barriles diarios en ese año, una caída de 11.000 barriles diarios respecto a 2012.

En 2008, Venezuela produjo 3.260.000 barriles diarios.

"Al final, mucho de estas importaciones tiene que ver con que no hay plata", dice Hernández, quien lo atribuye a la caída en la producción, las pérdidas por el subsidio a la gasolina en el mercado interno y la venta de petróleo a precios inferiores que los del mercado a China y países de Petrocaribe.

"De los 2.900.000 barriles que estamos produciendo, solo 1.500.000 están generando divisas y el 40% de éstas están siendo transferidas a 6,3 bolívares por dólar", explica Hernández sobre una tasa de cambio que hoy es 15 veces más baja que la tasa libre del mercado negro.

Mientras tanto, Iguarán dice que "la política petrolera del gobierno es coherente, con empresas mixtas y acuerdos con otros países".

"Si tú miras nuestra historia petrolera verás que nunca hemos sido una potencia exportadora de crudo liviano", explica.

Pero Hernández, por su parte, dice que "no es cuestión de disponibilidad de recursos".

Y recuerda un dato: de los 316.000 millones de barriles que tiene Venezuela en sus reservas, 40.000 millones son de crudo liviano, según estudios de PDVSA.

Eso es más que las reservas totales de Brasil o, incluso, Argelia.