En una amplia mayoría de casos, la baja inversión en una débil o falta de demanda de los clientes y que ese es el principal reto que afrontan las empresas de cara al futuro. | Foto: Corbis

Economía Internacional

¿Por qué hay bajas tasas globales de inversión?

El fenómeno no es nuevo. Las economías avanzadas empezaron a tener menores tasas de inversión desde el año 2000 y la crisis de 2008 solo empeoró dicha tendencia. En las emergentes este proceso se ha dado a partir de la crisis.

15 de abril de 2015

Sin embargo, la menor inversión en ambos casos parece ser el reflejo del envejecimiento de la población. A su vez, en economías emergentes ha estado acompañada de crecimientos muy bajos en la productividad de los factores de producción.

En parte, este fenómeno obedece a una caída de la inversión en vivienda y edificaciones que fue el epicentro de la crisis en economías avanzadas. No obstante, lo que se observa, en general, es la necesidad por superar la incertidumbre y generar suficiente crecimiento para elevar los niveles de confianza en el sector privado. La importancia de hacerlo radica en que la inversión por parte de los negocios en maquinaria, planta y equipo de las empresas de los países desarrollados también ha disminuido.

Tras hacer una evaluación global, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha concluido que la baja inversión no obedece a factores específicos como pueden serlo los obstáculos regulatorios, o una fragilidad en el sistema financiero, exceptuando el caso de Europa y la crisis soberana de años recientes. En su proceso de consulta al sector privado, se evidencia que en una amplia mayoría de casos radica en una débil o falta de demanda de los clientes y que ese es el principal reto que afrontan las empresas de cara al futuro.

En palabras del FMI, la menor inversión mundial indica que la economía global tiene límites de velocidad inferiores a hace unos años. Este reducido ritmo para aumentar los bienes y servicios, sin generar inflación, conlleva a consecuencias en el nivel de vida y en el bienestar de la humanidad. Con un menor crecimiento, algunos avances en desarrollo e inclusión social van a debilitarse o a mejorar más lento o incluso puede tener retrocesos.

Aunque la revolución de las tecnologías de la información sigue siendo un motor para el crecimiento de la inversión y hace posible generar ganancias en productividad, es importante resaltar que su efecto será menor al evidenciado a finales de los años noventa.

Para elevar la inversión y promover una mayor productividad, el FMI considera que los países deben fortalecer sus sistemas de patentes y diseñar impuestos y subsidios que apunten fomentar la investigación en desarrollo e innovación. A su vez, la importancia de elevar los estándares en calidad de la educación, así como el nivel de cobertura en educación superior y terciaria. Se debe fomentar el trabajo de género femenino en algunos países y también mejorar las condiciones en que operan los negocios, entre las cuales están superar los cuellos de botellas que tienen las economías emergentes.