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Hay quienes cuestionan que se hagan grandes inversiones en el Reino Unido, en medio de una crisis económica generalizada | Foto: Getty Images

Internacional

Polémica en Londres por inversiones para Juegos Olímpicos

En vista de la crisis económica y la situación desfavorable de algunos barrios de la ciudad, los londinenses no están de acuerdo con los planes de saneamiento y la distribución de recursos para las Olimpíadas.

Alianza DW
11 de julio de 2012

Desde que Londres fue elegida como sede de los Juegos Olímpicos 2012, se ha generado un áspero debate acerca de la distribución de recursos estatales para ese evento. Especialmente en los barrios del este de la ciudad, que son los más desfavorecidos y no están de acuerdo con los planes de saneamiento y modernización a los que los obliga el Gobierno británico.

“Todo el tiempo nos enteramos de las enormes sumas de dinero de las arcas públicas que se despilfarrará durante las cinco semanas que dura el jolgorio. He vivido toda mi vida en este vecindario y quiero seguir viviendo aquí. En mi opinión, se debería garantizar mejor que los habitantes de la ciudad sean los que saquen provecho de esos recursos”, dijo a DW Glyn Robbins, administrador de viviendas y activista del East London.

“Apropiación de tierras por parte del Estado”

Robbins teme que solo una ínfima parte de los más de 11.000 millones de euros que se prevé invertir en los Juegos Olímpicos se destine a modernizar a largo plazo los barrios del este de Londres. “Solo una muy pequeña parte de las obras que se están realizando en el marco de los Juegos Olímpicos de verano se pondrá más tarde a disposición de los ciudadanos, como, por ejemplo, viviendas a precios accesibles. Es decir, que existe una gran discrepancia entre aquello que nos quiere hacer creer la maquinaria publicitaria de las Olimpíadas y los hechos reales”, asegura Robbin.

Las autoridades, por su parte, argumentan que el dinero se destinará de forma redituable a la edificación de infraestructura que será utilizada también después de finalizado el evento.

Un ejemplo de esos lugares es el Parque Olímpico, en las cercanías de Stratford, en Londres oriental. “Está construido para la eternidad y se destinará a una amplia gama de actividades culturales y deportivas. Enriquece mucho a esta parte de la ciudad y seguramente contará con visitantes asiduos”, señaló Ian Crockford, director de proyectos del Parque Olímpico.

Pero esa manera de presentar las cosas también causa confusión en la gente. Julian Cheyne, por ejemplo, tuvo que abandonar su casa en Clay's Lane en 2007 para que se pudiera construir el Parque Olímpico. Cheyne dijo a DW que la compensación que obtuvo del Gobierno fue mucho menor de la que recibieron otras personas que también fueron desplazadas de sus hogares. Pero lo que más le molesta es la manera en que los representantes de las Olimpíadas intentan engañar a los habitantes del este londinense. “El supuesto saneamiento en el marco de los Juegos Olímpicos 2012 en Londres es nada más ni nada menos que una expropiación de tierras en gran estilo a manos del Estado. Desde hace décadas se están llevando a cabo diversos proyectos en barrios como Stratford, Newham y los Docks, entre otros. Pero los funcionarios olímpicos, e incluso el Gobierno británico, hacen como si esta fuera la primera vez que se ocupan de modernizar esas zonas. Lo que se está produciendo, en realidad, es una apropiación ‘legal' de tierras que impide el desarrollo natural de esos barrios, que ya estaba teniendo lugar”, asegura Julian Cheyne.

Viento a favor para el negocio inmobiliario


Cheyne es vocero de la Red Contra las Olimpíadas (Counter Olympics Network,CON), que planea llevar a cabo protestas antes y durante los Juegos Olímpicos en Londres. “Estamos en contra de lo que está pasando en este país, porque eso no se está haciendo a favor de la gente que vive en esos barrios, sino más bien en interés de las empresas constructoras a las que se les han cedido terrenos para levantar complejos de viviendas y luego poder alquilarlas a precios más altos”, dice. Y añade que a la gente se lo presentan como el “saneamiento” de un área que, en realidad, ya era una comunidad social en pleno funcionamiento. “Es algo inaceptable”, subraya el activista.

Los representantes del Gobierno británico y de los Juegos Olímpicos, por el contrario, argumentan que el amplio espectro de los proyectos edilicios dentro y fuera del Parque Olímpico de Stratford han pulido muchísimo la imagen del este de Londres, generando así más ingresos del turismo, tanto durante como después de las Olimpíadas.

“El Parque Olímpico en Stratford será un punto central de atracción, y también habrá otros lugares interesantes en ese barrio que serán un imán de turistas. Los numerosos eventos culturales que se realizarán cambiarán de aquí en más la imagen del este de Londres de manera definitiva”, dijo a DW John Armitt, presidente del Olympic Delivery Authority (ODA), organismo encargado de la infraestructura de los Juegos Olímpicos de Londres.

Los observadores independientes, sin embargo, ven el planeamiento en los barrios del este de Londres con escepticismo, en especial, un proyecto para construir 5.000 nuevas viviendas en los alrededores del Parque Olímpico después de que los Juegos Olímpicos hayan concluido.

“El bienestar seguirá estando en las manos de quienes ya lo poseen”, sostuvo Jules Boykoff, politólogo y periodista del periódico londinense The Guardian en conversación con DW. “Me sorprendería muchísimo si todo esto al final no resultara ser un negocio millonario para los agentes inmobiliarios que están construyendo viviendas de lujo que la gente de este lugar jamás podrá pagar.”

Encuestas recientes revelaron que no solo opinan así algunos habitantes decepcionados del East London, como Glyn Robbins o Julian Cheyne, sino que toda la población británica duda seriamente de que puedan llegar a sacar provecho de los Juegos Olímpicos. De acuerdo con un análisis de la agencia YouGov, un 64 por ciento de los ingleses piensa que las Olimpíadas no reportarán ningún beneficio al hombre común, mientras un 40 por ciento dijo incluso que Londres no debería haberse postulado nunca como sede de las Olimpiadas.