Pedro Passos Coelho, primer ministro de Portugal, deberá rescatar a su país de la fuerte crisis económica que se vive desde octubre de 2010

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Pedro Passos Coelho asume como primer ministro de Portugal

El líder conservador portugués, Pedro Passos Coelho, advirtió hoy, al tomar posesión del cargo de primer ministro, de la "complejidad" de la crisis económica y financiera que atraviesa el país.

21 de junio de 2011

Lisboa- En su primer discurso dirigido a la nación como nuevo primer ministro, Passos Coelho se centró en la crisis económica y se comprometió a combatirla "sin optimismos vacíos ni fatalismos estériles", y bajo la convicción de que Portugal  "no puede fallar".

Passos Coelho y los once ministros que conforman el nuevo Gobierno portugués asumieron sus funciones en una ceremonia celebrada en el Palacio de Ajuda, en Lisboa, y que estuvo presidida por el jefe del Estado luso, Aníbal Cavaco Silva.

El también presidente del Partido Social Demócrata (PSD, centro derecha) alertó que "todavía más problemas aguardan" al país debido a su situación financiera y a las dificultades que afronta la Unión Europea (UE).

Passos Coelho, de 46 años y economista de formación, desgranó algunas de las que serán las prioridades del nuevo Ejecutivo luso -formado en alianza con los democristianos del CDS-PP para garantizarse la mayoría absoluta-, entre ellas la promoción de un "Programa Nacional de Ahorro" dirigido a "reducir el endeudamiento".

"Aumentar la tasa de ahorro se convirtió en un imperativo económico de primer orden para la recuperación de la economía", subrayó el líder conservador, quien avanzó que parte fundamental de este plan será atraer los ahorros de los portugueses residentes en el extranjero.

Ayuda financiera de la Unión Europea

Passos Coelho reiteró, asimismo, su compromiso con el cumplimiento de los acuerdos alcanzados por Portugal con la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de su ayuda financiera, valorada en 78.000 millones de euros, y que obligarán a aprobar a su Gobierno severos ajustes y reformas.

El país ha recibido ya 12.600 millones de euros de ese rescate y está previsto que ingrese otros 3.600 millones de euros entre hoy y mañana.

"Portugal jamás podrá volver a ilusionarse con que la deuda en espiral alimenta el crecimiento. La embriaguez de la deuda crea un falso y corto bienestar y sólo dura hasta el día en que llega la factura. El país sabe ahora el precio que se paga en autonomía política", se lamentó el máximo responsable del nuevo Gobierno luso.

Passos Coelho abogó además por "un Estado más pequeño, ágil y fuerte", defendió que el gasto de los recursos públicos sea más "transparente" y anunció reformas en la Justicia.

La "situación extremadamente difícil" de Portugal fue igualmente el eje del discurso del presidente luso, el histórico dirigente conservador Aníbal Cavaco Silva, quien repasó las deficiencias de la economía en los últimos años y dibujó un negro panorama.

Cavaco recordó que el "débil crecimiento" del PIB portugués -uno de los más bajos de todo el mundo en la primera década del siglo XXI- lo alejó de la media europea "mientras al mismo tiempo crecía el peso del Estado" en la economía, lo que derivó en una "pérdida de competitividad" y en el aumento "del endeudamiento externo".

Apuntó también los problemas para acceder a financiación del Estado y del sistema bancario, así como el incremento del desempleo -ya supera el 12 por ciento- y las "fuertes señales de recesión" de los últimos meses.

Todo ello acabó en una "situación de emergencia" que hizo "inevitable" el recurso a la ayuda externa, según el jefe del Estado luso, quien advirtió además del "coste catastrófico" que tendría un hipotético incumplimiento por parte de Portugal de sus compromisos internacionales.

La toma de posesión del Ejecutivo conservador abre una nueva era política en el país luso tras seis años de Gobierno socialista, cuyos principales representantes -entre ellos, el ex primer ministro José Sócrates- también asistieron a la ceremonia oficial de hoy.

La presión sobre la deuda portuguesa, incesante desde octubre de 2010, remitió ligeramente hoy después de que ayer batiera máximos históricos debido a la incertidumbre generada en torno a Grecia, aunque continúa a niveles insostenibles, por encima del 11 por ciento en el caso de los títulos a diez años.

EFE