El presidente pidió a Wall Street: "unirse a nosotros, en lugar de luchar contra nuestros esfuerzos".

Obama regaña a Wall Street por resistir reforma

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, regañó a Wall Street por tomar los riesgos excesivos que llevaron a la crisis financiera y urgió a la industria bancaria a frenar sus "esfuerzos furiosos" por bloquear regulaciones más estrictas.

23 de abril de 2010

En un discurso en Nueva York al que atendieron numerosos ejecutivos de Wall Street, Obama culpó del derrumbe financiero y de la recesión posterior al "fracaso de responsabilidad" tanto de Washington como de Wall Street.

Advirtió que el país afrontaría otra crisis si no se aplican nuevas reglas para controlar a la industria financiera, en un discurso que se hizo cargo de la bronca pública contra los grandes bancos y buscó dar impulso al proyecto de reforma demócrata que gana fuerza en el Senado de Estados Unidos.

"Un mercado libre nunca significó luz verde para tomar todo lo que uno pudiera, de cualquier manera," expresó el presidente.

La crisis "nació del fracaso de responsabilidad -- de Wall Street a Washington -- que tiró abajo a mucha de las mayores firmas financieras del mundo y arrastró a nuestra economía casi hasta una segunda Gran Depresión".

Obama dijo que las leyes mejorarían significativamente la fallada estructura regulatoria actual, "a pesar de los esfuerzos furiosos de los grupos de presión del sector" por tratar de debilitar las propuestas.

El presidente pidió a Wall Street: "unirse a nosotros, en lugar de luchar contra nuestros esfuerzos".

Obama, que en el pasado se ha referido a los ejecutivos de Wall Street como "peces gordos" dijo que parte de los enormes paquetes de compensación de la industria alentaron "incentivos perversos para tomar riesgos temerarios".

Obama habló en el histórico Gran Salón de la escuela Cooper Union en Manhattan, donde se escucharon varios discursos de importancia para la historia estadounidense, incluido uno de Abraham Lincoln en contra de la expansión de la esclavitud, lo que lo llevó a asegurar su victoria presidencial en 1860.

Cooper Union también fue uno de los puntos donde Obama dio un discurso sobre la reforma financiera durante su campaña para la presidencia en el 2008.

Los Demócratas esperan que el ataque a Wall Street los ayude obtener apoyo de los votantes para las elecciones parlamentarias en noviembre.

Una de las metas de Obama en su discurso era presionar a los Republicanos a apoyar la reforma, en medio de señales de que varios del partido opositor están dispuestos a respaldarla.

La Casa Blanca se ha mostrado crecientemente optimista sobre la reforma y está apuntando a senadores republicanos moderados.

El Secretario del Tesoro, Timothy Geithner, comentó que estaba "absolutamente confiado" de que la reforma sucederá.

"Si uno sólo escucha al tono de los últimos días, ha cambiado. Pasé mucho tiempo con los Republicanos en las últimas semanas (...) y creo que realmente quieren estar para esto", dijo Geithner en una entrevista en "The Early Show" de CBS.

Jefe de Goldman, sonriente
El proyecto que impulsa Obama se da en medio de las acusaciones de fraude que la semana pasada recibió Goldman Sachs, el banco más influyente de Wall Street.

Obama se dirigió a una audiencia de unas 700 personas, que incluyó a lideres de la industria financiera, miembros de su consejo de asesores económicos, autoridades locales y docentes y estudiantes de Cooper Union.

El presidente ejecutivo de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, asistió al discurso, al igual que otros altos ejecutivos bancarios.

"Blankfein estaba de buen humor. Tenía una sonrisa en su cara y buen humor", dijo Richard Richman, un empresario inmobiliario de Connecticut, quien asistió al acto.

 

 

Reuters