El presidente de EE.UU., Barack Obama, anunció la muerte del terrorista Osama Bin Laden, líder de Al Qaeda.

Obama anuncia la muerte de Osama Bin Laden

El presidente de EEUU, Barack Obama, anunció la muerte del terrorista más buscado del mundo, Osama bin Laden.

1 de mayo de 2011

En una alocución desde la Casa Blanca en torno a las 23.30 horas locales (22.30 hora de Colombia), Obama afirmó que, tras haber recibido informaciones de inteligencia fiables sobre el lugar donde se encontraba Bin Laden, en Pakistán, la semana pasada dio la orden de atacar.

Hoy, "un pequeño grupo" estadounidense condujo la operación, en la que, tras un intercambio de fuego, se hizo con el cuerpo del terrorista.

El presidente estadounidense precisó que Bin Laden fue localizado en la localidad de Abottabad, en el norte de Pakistán. Previamente, la cadena CNN había citado a fuentes gubernamentales para afirmar que se encontraba en una mansión en las afueras de Islamabad.

"Esta noche, EE.UU. ha lanzado un mensaje inequívoco: no importa cuánto tiempo haga falta, se hará justicia", declaró el presidente estadounidense en su breve declaración.

Diez años después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, en los que murieron casi 3.000 personas en Nueva York, en el Pentágono y en Pensilvania, Obama afirmó que "nuevamente se nos recuerda que EE.UU. puede hacer lo que se proponga. Esa es nuestra historia".

El presidente estadounidense, no obstante, lanzó un llamamiento a la cautela, al indicar acerca de la posibilidad de que la red terrorista Al Qaeda pueda querer vengarse por la muerte de su líder.

"Debemos seguir, y seguiremos vigilantes, en EE.UU. y en el exterior", apuntó el presidente estadounidense, pues, dijo, "no cabe duda de que Al Qaeda seguirá intentando atacarnos".

La Casa Blanca ha dejado saber que todos los edificios e instalaciones oficiales de EE.UU., tanto en su territorio como en el exterior, se encuentran en alerta máxima, ante el temor a posibles represalias.

Mientras Obama hablaba, en el exterior de la Casa Blanca se congregaban espontáneamente centenares de ciudadanos, con banderas estadounidenses y entonando lemas patrióticos y el himno nacional, para celebrar la muerte del enemigo número uno de EE.UU.
(Efe)