Muchos economistas creen que las empresas y los consumidores están cautelosos ante recortes automáticos de gastos gubernamentales y alzas de impuestos que entrarán en efecto el próximo año a menos que la Casa Blanca y el Congreso lo eviten, un escenario conocido como "abismo fiscal". | Foto: Efe

Internacional

Muchos no le temen al "abismo fiscal"

El gasto del consumidor estadounidense subió en noviembre al ritmo más veloz en tres años y un indicador del gasto planificado por las empresas saltó, en una señal de que los hogares y las compañías desestiman algunos de los temores de que una política fiscal más ajustada pueda llevar a una recesión.

21 de diciembre de 2012

El Departamento de Comercio dijo el viernes que el gasto del consumidor ajustado por inflación subió un 0,6 por ciento, mientras que los ingresos personales después de impuestos se elevaron un 0,8 por ciento al ser ajustados por cambios en precios.

Muchos economistas creen que las empresas y los consumidores están cautelosos ante recortes automáticos de gastos gubernamentales y alzas de impuestos que entrarán en efecto el próximo año a menos que la Casa Blanca y el Congreso lo eviten, un escenario conocido como "abismo fiscal".

"La economía está aguantando a fin de año pese a las preocupaciones sobre el abismo fiscal", afirmó Gary Thayer, estratega económico de Wells Fargo Advisors en St. Louis.

Los economistas prevén que el crecimiento económico se desacelerará en el cuarto trimestre en la medida en que las empresas frenan el ritmo en que renuevan sus inventarios, pero el dato sobre gastos sugiere que los consumidores están compensando parte de ese arrastre.

El gasto del consumidor estadounidense creció a una tasa anual del 1,6 por ciento en el tercer trimestre. El gasto real declinó en octubre, pero el avance de noviembre fue el mayor desde agosto del 2009.

Eso sugirió que las compras de los consumidores no se están viendo afectadas, como muchos preveían, debido a los crecientes temores de que una caída en el abismo fiscal empuje a la economía a una recesión. Sin embargo, la confianza del consumidor bajó agudamente a inicios de diciembre.

El jueves por la tarde, una propuesta de los republicanos para evitar el "abismo fiscal" fue abandonada, lo que erosionó aún más el optimismo de que se llegue pronto a un acuerdo.

El gasto sin considerar los cambios en los precios subió un 0,4 por ciento. Los economistas consultados por Reuters pronosticaban que el gasto nominal del consumidor avanzaría un 0,3 por ciento el mes pasado.

Planes de inversión

Otro informe del Departamento del Comercio mostró que un indicador del gasto planeado por las empresas estadounidenses subió mucho más a lo esperado en noviembre, lo que sugiere que las preocupaciones sobre una política fiscal más ajustada podrían no estar conteniendo al sector fabril tanto como se temía.

Los pedidos de bienes de capital no pertenecientes al sector de defensa, excluyendo a las aeronaves, saltaron un 2,7 por ciento el mes pasado, en su segundo mes consecutivo de avances sólidos.

Los economistas preveían que los denominados pedidos de bienes de capital subyacentes subirían sólo un 0,3 por ciento. La lectura de octubre fue revisada a un avance del 3,2 por ciento desde un aumento del 2,9 por ciento informado previamente.

Los envíos de pedidos de bienes de capital no pertenecientes al sector de defensa excluyendo las aeronaves -usados para calcular el gasto en equipamiento y software en el informe sobre el Producto Interno Bruto (PIB)- avanzaron un 1,8 por ciento.

Muchos economistas creen que las empresas, cautelosas ante el "abismo fiscal", podrían estar recortando el gasto de capital.

Una caída en el "abismo fiscal" podría restar alrededor de 600.000 millones de dólares a una economía ya frágil.

Los pedidos totales de bienes duraderos subieron un 0,7 por ciento en noviembre, con aumentos en maquinarias, productos fabricados de metal y productos electrónicos y de computación compensando un arrastre del sector de aeronaves.

Economistas consultados por Reuters pronosticaban que los pedidos de bienes duraderos -ítems desde tostadoras hasta aviones que se supone que deben durar al menos tres años- subirían un 0,2 por ciento el mes pasado.

Excluyendo transportes, los pedidos se elevaron un 1,6 por ciento en noviembre. Las órdenes de transportes bajaron un 1,1 por ciento.

Previamente, el fabricante estadounidense de aeronaves Boeing informó que los nuevos pedidos de aviones cayeron en noviembre a 124 desde 152 el mes anterior.

Los nuevos pedidos de automóviles saltaron un 3,5 por ciento. Las ventas de autos en Estados Unidos subieron en noviembre a un máximo nivel en cinco años para ese mes debido a un rebote tras el paso de la tormenta Sandy en octubre y la necesidad de reemplazar a vehículos viejos.

El Departamento de Comercio no dio indicaciones de que la tormenta Sandy, que golpeó la Costa Este de Estados Unidos a fines de octubre, haya tenido algún impacto en los informes económicos divulgados el viernes.  


Reuters