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FED

Mercados dudan de división de la FED

Una menor confianza de la Reserva Federal de Estados Unidos en sus propias expectativas y la confusión resultante entre los inversores ha generado un problema de política que podría obligar a la presidenta de la Fed, Janet Yellen, a exponer su propia perspectiva con mayor firmeza.

21 de junio de 2016

Una menor confianza de la Reserva Federal de Estados Unidos en sus propias expectativas y la confusión resultante entre los inversores ha generado un problema de política que podría obligar a la presidenta de la Fed, Janet Yellen, a exponer su propia perspectiva con mayor firmeza.

Las próximas pruebas de comunicaciones de Yellen vendrán este martes y el miércoles en su testimonio semestral a los legisladores estadounidenses, menos de una semana después de que el banco central mantuvo las tasas de interés sin cambios y redujo las proyecciones de subidas de tipos en el 2017 y el 2018.

Yellen, que se describe a sí misma como una constructora de consensos, ve como su trabajo el reflejar la opinión de todo el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por su sigla en inglés) de la Fed en lugar de fijar una agenda que otros deben seguir.

"Creo que es un intento muy loable, pero a veces eso produce una falta de claridad", dijo el ex empleado de la Fed y actual socio en Cornerstone Macro LLC Roberto Perli. "A veces hay un consenso por una razón y la próxima vez que hay un consenso por una razón diferente, por lo que la historia cambia y la gente se confunde", agregó.

De hecho, la incertidumbre cada vez mayor de los funcionarios de la Fed acerca de sus propias proyecciones se ha traducido en que el banco central haya enviado mensajes contradictorios, avivando de manera repetida las expectativas de subidas de tasas sólo para disminuirlas después.

Problema de comunicación 

En la conferencia de prensa trimestral del miércoles pasado las dudas de los funcionarios de la Fed quedaron a la vista cuando Yellen utilizó el término "incertidumbre" o sus variaciones 13 veces, más de dos veces más que en marzo. En diciembre, cuando la Fed subió las tasas por primera vez en casi una década, el término sólo se empleó dos veces.

El viernes, el presidente de la Fed de St. Louis, James Bullard, dijo que la economía podría necesitar sólo un alza de tasas para los próximos dos años y medio, y pidió a la Fed que deseche por completo sus previsiones a largo plazo, o se arriesgue a perder credibilidad ante los mercados.

Si bien la mayoría de los funcionarios de la Fed todavía prevé dos alzas de tasas este año, los mercados sólo esperan una en diciembre, o incluso que no haya ninguna.

Esta brecha es una fuente de incomodidad para Yellen, que hace especial hincapié en asegurarse de que los mercados puedan anticipar cómo los nuevos datos económicos guiarán las decisiones de la Fed sobre política monetaria.

Yellen expresó su sorpresa la semana pasada de que los mercados no hubieran captado las sugerencias en el comunicado de abril de la Fed de que una subida de tipos en junio o julio era posible y sólo recibieron el mensaje cuando las minutas de esa reunión fueron publicadas tres semanas después.

La Fed volvió a cambiar de táctica dos semanas después, luego de la publicación del débil reporte de empleo de mayo, el último en una serie de factores que han obligado en varias ocasiones a la Fed a hacer una pausa en sus esfuerzos por elevar las tasas de interés.

"El riesgo de la dependencia de los datos es que se genera un nerviosismo respecto a los datos", dijo el economista Michael Feroli de JPMorgan.

REUTERS