El informe señala que las economías de América Latina y el Caribe entraron en una fase de menor crecimiento, que responde a la desaceleración global.

Internacional

Más mujeres trabajando y mejores salarios

Los mercados laborales en América Latina continúan registrando buen desempeño y se han constituido en un importante factor de la transformación regional en la reciente década.

Alianza BBC
4 de octubre de 2012

El estudio del Banco Mundial resaltó una caída a niveles casi históricos en las tasas de desempleo, mejores salarios y una disminución de la desigualdad de ingresos en el marco de una creciente clase media y reducción de la pobreza.

La generación de empleos repercutió en el continuo crecimiento de la participación femenina en los mercados laborales mientras se redujo la economía informal típica de los países de la región.

No obstante, el mismo informe señala que las economías de América Latina y el Caribe entraron en una fase de menor crecimiento -que responde a la desaceleración global- que podría tener un eventual impacto en el ámbito laboral.


Cerrando la brecha
Titulado "La Historia del Mercado Laboral detrás de la Transformación de América Latina", el informe hace un análisis profundo de el papel importante que ha jugado el mercado laboral en el desarrollo económico de la última década.

Entre los datos claves que se encontraron está la creación de más de 35 millones de empleos durante los años 2000. La tasa de desempleo se mantuvo a 6,5% el año pasado, alcanzando niveles bajos casi históricos comparados al 11% de hace una década.

Otro hecho importante en este aspecto fue que la tradicional economía informal se redujo en siete de los nueve países donde se pudieron obtener medidas a lo largo del tiempo.

Pero lo más significativo, resalta el Banco, es cómo el alza de sueldos ha sido un factor fundamental en los alcances sin precedentes de la región para estrechar la desigualdad de ingresos.

Medido según el coeficiente de Gini (un índice que mide la desigualdad), la brecha cayó cuatro puntos, contrastando con las tendencias de ingresos y desigualdad en los países ricos.

"América Latina es única -en comparación internacional- en haber experimentado una reducción de la desigualdad del ingreso en los últimos 10 años", afirmó a BBC Mundo Augusto De la Torre, economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial. "Ese es un punto absolutamente contrastante con lo que sucede en el resto del mundo".



Cambios
El alto funcionario del BM indicó que la fuerza laboral en América Latina pasó por tres cambios importantes en décadas recientes: mayor inclusión de mujeres en la fuerza, más capacitación académica del trabajador y una estabilidad en los sueldos.

"La política social en la región ha ayudado mucho a reducir la pobreza pero no la desigualdad", explicó, "pero en el mercado laboral hubo una caída en la dispersión salarial entre el mejor y menor pagado".

En ese sentido la remuneración a los trabajadores con niveles educativos más altos -que por lo general gana más- ha caído, lo que ha estrechado la brecha con los trabajadores con educación por debajo de la secundaria, cuyos ingresos han subido.

Una de las razones, indica De la Torre, es que nuestras economías, especialmente las de los países exportadores de "comodities" se han ido especializando y transfiriendo recursos hacia el sectores como los de servicios y construcción que se han visto favorecidos por las demandas de un mercado favorable.

Estos sectores son, en promedio, menos intensos en cuanto a requisitos educativos y destrezas de los trabajadores en comparación con los sectores de alta tecnología y manufactureros, que requieren personal más preparado.

"Es una realidad con dos caras", comentó De la Torre. "Una, positiva, que representa la reducción de la desigualdad por ingresos y otra, tal vez preocupante, por la especialización de nuestras economías en sectores de relativamente más baja productividad con menores exigencias en requisitos de educación, destrezas y capital humano".

Si bien hay preocupación sobre el tipo de empleos, lo bueno es que las economías latinoamericanas han podido genera muchos trabajos en estos sectores de relativamente menor capacitación hasta el punto en que han podido absorber el crecimiento de la fuerza laboral sin crear desempleo y, a la vez, reducir la informalidad, comentó el economista.


Desaceleración

En el mismo informe, el Banco Mundial alerta que América Latina y el Caribe ya entraron en una etapa de menor crecimiento que sigue las tendencias globales. Hay consenso en el pronóstico que el crecimiento será, en promedio, de 3% en 2012 y de 3,8 a 4% en 2013. Esto contrasta con la expansión de 6% que se tuvo, en 2010, y 4% en 2011.

"La desaceleración no ayudará y la región necesita empezar a pensar como subir su taza de crecimiento en el largo plazo para poder seguir generando empleos cada vez de mejor calidad" expresó Augusto De la Torre.

La generación de empleos irá a un ritmo más lento mientras que la fuerza laboral crece, en gran parte por la incorporación de las mujeres dentro de la fuerza laboral que, según el Banco, representan una de las transformaciones más profundas.

Aunque todavía sufren de exclusión y discriminación, 65% de las mujeres entre las edades de 25 y 65 participaron en el mercado laboral en 2010 y están avanzando académicamente.

"Las mujeres en la región están mejorando sus niveles educativos a ritmo impresionante y sus logros educativos están empezando a superar a los hombres", manifestó De la Torre.

En general, el diagnóstico del economista del BM es que la región ha mejorado aunque está muy lejos de donde debe estar. Ha progresado especialmente en su manejo macroeconómico, sufre menos inflación y puede amortiguar choques externos mejor. La política social también ha ayudado a reducir la pobreza.

Pero donde hay una agenda completamente pendiente, dice el funcionario, es lo que tiene que ver con la productividad, la competitividad y el crecimiento.
Eso va a requerir reformas mucho más profundas de innovación, educación e infraestructura. Y va a requerir más inversión.

"Ahí es donde la región está incompleta y es donde hay que enfocar los esfuerzos para adelante, porque hacia el futuro el ambiente internacional no va a ayudar como lo ha hecho en los últimos diez años", aseguró.

"Cada avance que se haga en crecimiento va a requerir un mayor esfuerzo que cuando teníamos la ventaja de un entorno internacional favorable".