Más mujeres en la política de Estados Unidos

Los sufragistas que hace 90 años ganaron el derecho al voto de las mujeres en Estados Unidos, muy probablemente sacudirían sus cabezas con asombro en estas elecciones, en que muchas de las contiendas más importantes son entre mujeres.

28 de agosto de 2010

La lista de candidatas incluye a una hacendada, a tres multimillonarias que presidieron prestigiosas compañías. Parece asegurado que los dos estados fronterizos de Oklahoma y Nuevo México van a elegir a su primera mujer gobernadora, ya que los dos partidos grandes postularon a mujeres.

En Estados Unidos las mujeres ocupan solo el 17% de los escaños en el Congreso — muy por debajo del 22% de Europa y el 42% en los países nórdicos — y los principales partidos aún tienen que nominar a una mujer a la presidencia. La campaña de Hillary Rodham Clinton por la nominación demócrata en el 2008 consiguió 18 millones de votos, pero aún así no alcanzó la victoria.

"El puñado de mujeres que usted ve cerca de los altos cargos (políticos) es solo eso, un puñado", dijo Erin Vilardi del Proyecto Casa Blanca, una iniciativa que busca ampliar el papel de la mujer en la política.

"A nivel del Congreso, ambas partes tienen mucho trabajo que hacer", dijo Vilardi. "La cultura sigue siendo predominantemente masculina".

Entre los hechos notables de la campañas de este año se encuentra la aparición de numerosas mujeres carismáticas y conservadoras como candidatas republicanas.

En California, las adineradas empresarias Meg Whitman, ex consejera delegado de eBay, y Carly Fiorina, ex directora general de Hewlett-Packard, son las candidatas a la gobernación y al Senado respectivamente.

Fiorina es la primera candidata republicana en desafiar a la actual senadora Barbara Boxer, quien se encuentra en su curul del senado desde 1992, en una contienda que ha capturado la atención nacional.

En Dakota del Sur, la competencia por la única banca del estado en la cámara de representantes enfrenta a su actual titular, la demócrata Stephanie Herseth-Sandlin, contra la legisladora republicana Kristi Noem. Ambas son madres trabajadoras que se criaron en el campo. Noem, que ayuda a su marido a administrar una hacienda, es uno de las varias políticas republicanas que siguen la línea de Sarah Palin, la candidata de ese partido a la vicepresidencia en el 2008.

En Minnesota, la senadora demócrata Tarryl Clark está buscando el puesto de representante que ostenta la republicana y vocera del Tea Party Michele Bachmann, en una campaña que podría llegar a ser una de las más costosas en la cámara de representantes. El Tea Party es una coalición de grupos comunitarios integrados por personas con puntos de vista conservadores, que opinan que el gobierno ha crecido demasiado y amenaza las libertades individuales.

En Nuevo México, la demócrata Diane Denish, vicegobernadora desde el 2003, está compitiendo para el cargo de gobernadora contra la republicana Susana Martínez, una abogada hispana que promueve una línea dura contra los indocumentados.

En Oklahoma, la representante republicana María Fallin, quien ha recibido el apoyo de Palin, es la favorita al puesto de gobernadora sobre la actual vicegobernadora demócrata Jari Askins.

De acuerdo al Centro de Estudios Estadounidenses para las Mujeres en Política de la Universidad de Rutgers, sólo se han dado dos contiendas de mujer contra mujer para un cargo de gobernadora en la historia estadounidense: en Nebraska en 1986 y en Hawai en el 2002.

Una de las candidatas femeninas que más se ha distinguido es la aspirante republicana al senado por el estado de Connecticut Linda McMahon, quien es también ex directora general de la compañía de lucha libre World Wrestling Entertainment que ella y su marido crearon. McMahon dice que va a gastar hasta 50 millones de dólares de su propio bolsillo en la contienda electoral.

En Colorado, la cuestión de machismo salió a relucir en la campaña por la nominación republicana al Senado. Ken Buck, un fiscal bien visto por el Tea Party, prevaleció pese a las críticas que recibió por decir que había que apoyarlo porque "no uso tacones altos", como su rival Jane Norton.

A nivel mundial, las mujeres ocupan el 19% de los escaños en las legislaturas nacionales, según la Unión Interparlamentaria. Estados Unidos, junto con Turkmenistán, ocupa el puesto 90 entre las 186 naciones con mayor porcentaje de mujeres en la rama legislativa.

Terry O'Neil, presidenta de la Organización Nacional para la Mujer, describió el bajo porcentaje de mujeres en el congreso como "ínfimo" y dijo que Estados Unidos debería sentirse avergonzado de ser uno de los siete miembros de la Naciones Unidas --junto con Irán y Sudán, entre otros-- que no ha ratificado la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer, un tratado sobre los derechos de la mujer publicado hace 30 años.

Las mujeres han ocupado la presidencia en decenas de países, entre ellos Alemania, Gran Bretaña, Australia, Argentina, Chile, Israel, India y Turquía.

 

(AP)