La rentabilidad de los bancos chinos ha aumentado enormemente durante la última década.

Internacional

Los bancos chinos son los más rentables del mundo

El último informe de la revista The Banker confirmó que los prestamistas del gigante asiático ya acaparan un tercio de los beneficios globales de los bancos, y ese margen sorprende porque hace cinco años apenas dominaba un 4%.

Alianza BBC
3 de julio de 2012

Ese nivel de crecimiento situó por primera vez a tres instituciones de China en la cumbre de lista de los 1000 bancos más rentables del mundo, desplazando a entidades europeas y estadounidenses. Analistas de esa publicación achacaron parte del éxito chino a aquel dicho que dice "a río revuelto ganancia de pescadores". Es decir, que China ganó el terreno perdido por los bancos europeos, que en el último año tan sólo se llevaron un 6% de los beneficios bancarios globales (cuando en 2007 registraban el 46%).

Pero analistas consultados por BBC Mundo admiten que no se puede negar una realidad: los bancos chinos son rentables porque a China, simplemente, las cosas le van bien.
Tres dijeron, son los secretos de su éxito: el control de sus tipos de interés por parte del gobierno, el acelerado crecimiento de la economía en China y el monopolio de las entidades chinas del mercado interno, principal motor de su economía.

Los tres dragones
En la lista de The Banker, el primer lugar lo ocupó el Banco Comercial e Industrial de China (ICBC), con unas ganancias antes de impuestos de US$43.200 millones de dólares.  China Construcion Bank, quedó en segundo lugar con ganancias de US$34.800 millones seguido de Bank of China, con US$34.800 millones.

Según Nick Lardy, profesor del Peterson Institute for International Economics en Estados Unidos y autor de diversos trabajos sobre el sistema financiero chino, la rentabilidad de estos bancos ha subido en los últimos años debido a una política de "represión financiera".

"Los tipos de interés para préstamos son bajos, no pueden sobrepasar el 1,9%, para estimular un sistema orientado al mercado doméstico".
"La cantidad de dinero que se ha prestado en los últimos años es enorme, particularmente entre 2009 y 2011. Teniendo en cuenta la extensión del crédito, es inevitable que sea más rentable, pero no está claro que sea una verdadera fortaleza".
 
El huevo o la gallina

Sin embargo, Lin Yu, profesor del centro de estudios asiáticos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), considera que el auge de la banca china no puede explicarse únicamente por sus bajos tipos de interés, sino precisamente porque estos se nutren del acelerado crecimiento de la economía del país.
"Las subida de las exportaciones, la inversión, el tamaño de la economía nacional… El tipo de interés no es la única razón, es porque su capital social está aumentando también", explicó.

"La cuestión es que el sistema financiero chino está diseñado para atraer el dinero de las empresas públicas a través de los créditos bancarios o de las acciones de los mercados".

Las empresas, según Lin, ahorran gran parte de sus beneficios en los bancos lo que está engordando su capital social, incluso con un tipo de interés estable.  "Es una consecuencia natural del crecimiento de China en el siglo XXI".

Por otra parte, señaló, "hay un casi monopolio de los bancos estatales en el sistema, por eso estamos escuchando las palabras de algunos políticos diciendo que se necesita algún tipo de reforma financiera para permitir la creación de los bancos privados con capital privado, pero todavía es un experimento".

Señales de alerta

A pesar de sus buenas notas, ambos analistas señalan que la política financiera china no está exenta de consecuencias ni es inmune a los vendavales de la crisis económica.
En primer lugar, los bajos tipos de interés que afectan también a los depósitos estarían empujando a los chinos a invertir su dinero en sectores con mayor rentabilidad como el de la vivienda, lo que contribuye a un notable aumento de los precios.

Por otra parte, "hay señales de que la economía está teniendo problemas y que no puede mantener su ritmo de crecimiento", explica Lin, "porque hay señales de que las exportaciones no están yendo bien y que la economía está desacelerándose".

Es por ello que en el mes de junio (tras anunciarse una bajada de un 7% del PIB del país) China tomó la decisión de flexibilizar por primera vez en mucho tiempo sus tipos de interés, "lo que significa que los bancos comerciales pueden subir más el tipo de interés para atraer el dinero de los locales y beneficiar a los chinos de la renta de los bancos".

No obstante, los a nivel de crédito esta flexibilización se estaría dando a la baja con el fin de abaratar el dinero suministrado a las empresas públicas, "porque el crecimiento de China se debe a la inversión no a la exportación", y puso a modo de ejemplo, grandes proyectos de infraestructura como la construcción del Gran canal.

¿Burbuja china?

Pero con una política de crédito barato que estimula la inversión pero que dispara la inflación en sectores como el inmobiliario ¿Se puede decir que los bancos chinos son realmente fuertes?¿Existe el riesgo de una burbuja inmobiliaria a imagen y semejanza de la occidental?

"Es muy difícil de saber", dice Lardy, "si miras los datos son los bancos más rentables del mundo, pero habría que saber qué pasará si los tipos de interés se liberalizan. Es muy difícil evaluar la verdadera fortaleza de los bancos chinos llegados a este punto". Lin por su parte considera que no se puede comparar la exposición al crédito hipotecario de los bancos occidentales con la de los chinos.

"Los chinos no piden tantos créditos como los occidentales para comprar apartamentos".
Esto se debería, explicó, a que en China se han establecido regulaciones para los créditos concedidos, por ejemplo, para la adquisición de segundas viviendas.  "Las personas tienen la obligación de pagar la mitad del precio de la vivienda si quieren adquirir un crédito para una segunda casa".  "Así que el nivel de deuda de los hogares en China no es tan alto".

Sin embargo, no todos son tan optimistas como Lin. El FMI lleva alertando más de un año contra la temida burbuja inmobiliaria china, y en mayo el presidente de la firma de inversión Kynikos Associate, Jim Chanos, dijo que el "modelo chino de usar la construcción para impulsar el crecimiento económico está sembrando las semillas de su propia destrucción".