Lyes Marzougui es francés de origen tunecino y vive en Colombia hace tres años. | Foto: Darío Armando López C.

Informe Especial

Los atentados que le cambiaron la vida a los musulmanes

Dos historias, dos musulmanes que viven en Colombia cuentan su experiencia de vida después del 11 de septiembre de 2001. Tanto Lyes como Samán aseguran que en Colombia nunca han sentido ningún tipo de rechazo.

Darío A. López C.
10 de septiembre de 2011

Lyes Marzougui es francés de origen tunecino, musulmán practicante, vive en Colombia desde 2008, enseña civilización islámica en el Centro de Estudios Teológicos y de las Religiones (Cetre) en la Universidad del Rosario.

Mientras estudiaba teología en Damasco (Siria) conoció a su esposa, una colombiana que se convirtió al Islam en Estados Unidos, hace tres años decidió venirse con su esposa y dos hijas a Colombia porque la situación en Francia frente a los musulmanes es insostenible e insoportable.

Lyes es consciente que desde hace 10 años, después de los atentando en las Torres Gemelas y el Pentágono, la sociedad occidental mira de una forma diferente a los musulmanes. Ha sido víctima de discriminación y rechazos, “en algunos países más que en otros. “En Francia se siente una voluntad política de elevar, más allá de los problemas sociales o políticos, el Islam, discutiendo si tiene un lugar en el mundo occidental”.

“En los aeropuertos sí se siente la discriminación, la he sentido cuando viajo hacia Francia, Inglaterra y Emiratos Árabes, hay un perfil sobre la persona que tiene barba, algo sobre la cabeza o la mujer con velo. Cuando ven a alguien con estas características les preguntan para dónde van, qué van a hacer, se hace una requisa más exhaustiva”, asegura Marzougui.

Antes del 11 de septiembre, aclara Lyes, existía el racismo como tal pero no había la idea de una persona que se puede inmolar o hacer un atentado terrorista. 

El día de los atentados, Lyes estaba en París estudiando, “volvía de la universidad y un amigo me llamó y me dijo ‘ya se acabó nuestra vida en Francia porque el World Trade Center fue atacado y dicen que por musulmanes’, claramente hubo un malestar hacia la comunidad musulmana”. 

“Las personas empezaron a cambiar con nosotros; en la universidad los profesores actuaban de otra manera, en el transporte insultaban a las personas que se veían como musulmanas”, advirtió Marzougui.

Lyes viajó por última vez a Estados Unidos en 1998, no ha vuelto porque ya acabó sus estudios de inglés y además porque cree que es mejor no viajar a un país donde lo pueden ver y tratar de una manera diferente.

En Colombia, Lyes Marzougui, asegura que no sufren de discriminación o insultos por su origen, “en Colombia nos hacen afirmaciones positivas, el colombiano es muy curioso del que viene del exterior, y en lugar de rechazarlo, quiere conocerlo”. 

Este francés de origen tunecino es contundente al decir el problema que sufren los musulmanes hijos de inmigrantes, “sufrimos discriminaciones tanto en Occidente como en Oriente, en Túnez me dicen tú cambiaste tu cultura, no eres de aquí. Es terrible porque en Occidente nos rechazan por musulmán, no se piensa el dolor que podemos sufrir”.

Un joven viajero
Salmán es un pakistaní de 22 años, hace cuatro años vive en Colombia, a donde llegó por la invitación de un amigo que lo trajo a Colombia y como dice Salmán “realmente el riesgo de Colombia es quererse quedar y eso me pasó”.

Tiene una tienda de ropa oriental, y asegura que después del 11 de septiembre “la vida nos cambió, después de pasar lo de las Torres ha habido una discriminación, pero también ha habido un acercamiento al Islam, no solo en Estados Unidos, sino en otras partes del mundo, en Colombia, se está construyendo una mezquita muy grande en Bogotá y existen otras en Maicao, Medellín, etc.”,

“Después del 11 de septiembre la gente piensa que los musulmanes somos todos terroristas. Pero yo no entiendo lo que hacen los estadounidenses en Pakistán o Afganistán cuando entran a las casas y atentan contra hombres, mujeres y niños”.

Salmán afirma categóricamente que “cuando uno tiene un traje típico musulmán hay discriminación, pero cuando uno viaja en jean y camiseta no te miran mal”.

Este pakistaní tampoco ha sufrido ningún tipo de discriminación en Colombia “la gente es muy chévere, en Medellín las personas son muy agradables, acá se preocupan por las personas”.

Cuando sucedieron los atentados vivía en Paksitán y apenas tenía 12 años, no conoce Estados Unidos y cree que ese país tampoco ha actuado bien en países del Medio Oriente, cree que por sus negocios viajará pronto a otro país y se define “orgullosamente soy musulmán”, por esa razón, Salmán no se deja fotografiar porque su religión no lo permite.