Contador recibió multas y una suspensión de dos años por su caso de dopaje.

Londres

Londres 2012: el verdadero precio del dopaje

El "dopaje financiero" es una expresión muy escuchada en estos días, que hace referencia a a las organizaciones deportivas que viven más allá de sus medios financieros.

Alianza BBC
17 de marzo de 2012

Pero ¿qué pasa con el dopaje físico real, donde los castigos a los deportistas pueden generar un efecto en cadena sobre las finanzas que rodean el deporte? Hace tiempo que la lucha contra el dopaje se concentra en prohibirles a los castigados practicar su deporte. Así, el Reino Unido tuvo que soportar que deportistas de la talla de velocista Dwain Chambers y el ciclista David Millar tengan que estar un tiempo sin poder practicar su actividad profesional.

Sin embargo, además del principal problema –la práctica- hay una cuestión económica de grandes dimensiones, que abarca desde el patrocinio a los premios y los ingresos de televisión. El órgano rector del ciclismo mundial, la Unión Ciclista Internacional (UCI), se ha visto afectado por una serie de escándalos de dopaje en los últimos años. También espera que la adición de un elemento financiero – las multas - animará a los ciclistas a no incurrir en dopaje. Los escándalos salpicaron al ganador del Tour de Francia 2010, Alberto Contador, quien perdió el título tras ser suspendido por dos años por dopaje, con sanciones que según expertos en ciclismo le podrían costar más de US$6,5 millones entre tasas, multas y pérdida de ingresos. Andy Brown, editor de la revista especializada World Sports Law Report, ha escrito extensamente sobre el dopaje.
Para él, hay una serie de cuestiones financieras alrededor de esta práctica.
Químicos

"El impacto obvio sería en el patrocinio", dice Brown, cuya publicación participa en la cumbre contra el dopaje que tiene lugar en Londres. "Si hay una firma de un gran contrato en puerta, o su renovación, la última cosa que uno quiere es un escándalo de drogas". En 2006 Phonak, el patrocinador suizo del equipo del entonces ganador del Tour de Francia, Floyd Landis, se retiró de ese deporte después que se supiera que Landis había dado positivo en un control antidopaje. Al año siguiente, el fabricante alemán de camiones Man abandonó el patrocinio del Tour de Francia y un par de canales de televisión alemanes dejaron de cubrir el certamen. La empresa de telefonía móvil T-Mobile, asimismo, también retiró el apoyo al Tour a a finales de 2007. Y en un castigo tardío que se remonta a época pasadas, el ganador del Tour 1997, Jan Ullrich, recibió el mes pasado una sanción de dos años por dopaje sanguíneo. "En el ciclismo existe la percepción de que no se trata de quién es el mejor ciclista, sino quién tiene los mejores químicos", dice Brown. "Existe el peligro de que si hay una sucesión de episodios de dopaje, el público va a pensar que no hay una competencia justa. "Se da el mismo efecto que con los partidos amañados. Si hay una percepción de que las cosas no funcionan de manera justa y transparente, entonces la gente no va a ir a ver los partidos. Y los patrocinadores no quieren involucrarse".

Renta anual

Cuando un deporte se ve salpicado por un escándalo de dopaje, no sólo sufren los equipos, los clubes, y los administradores, sino también los atletas, cuyo altos salarios, primas y otras fuentes de ingresos financieros sienten los efectos. "Si un atleta recibe una suspensión de dos años, sus ganancias van a sufrir durante todo ese tiempo", señala Brown. Y, además de la falta de ingresos, el ciclismo, que vio su imagen empañada entre los años 1990 y mediados de 2000, también decidió castigar con sanciones económica a los que se dopen.
La UCI, ahora, además de castigar con una suspensión de dos años a quienes incurran en dopaje, incluye esas sanciones económicas. La multa puede ser equivalente al "ingreso neto anual" del ciclista en cuestión, correspondiente al año en que se cometió la falta. Cubre todos los ingresos resultantes del deporte, incluyendo el salario, la presencia en medios de comunicación, los derechos de imagen, patrocinios y cualquier otra remuneración asociada al ciclismo. La creencia es que muchas, si no la mayoría, de estas otras fuentes de ingresos provienen del prestigio del ciclista como deportista, y no como alguien que se ha beneficiado a través de medios ilegales. La UCI presentó la nueva sanción como parte de un "compromiso con un nuevo ciclismo".
¿Válida?
Sin embargo, hay un proceso de apelación por el cual la multa se puede reducir hasta un 35% del salario bruto, y también hay en marcha audiencias legales que cuestionan la validez de la regla de la UCI. Además hay críticos que creen que la penalización no es compatible con las reglas de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), ni con las leyes de Suiza, país sede de la UCI. "Creo que van contra del código de la AMA", dice el abogado Antonio Rigozzi, de la firma Levy Kaufmann Kohler, un experto en leyes contra el dopaje A pesar de las riquezas financieras que se obtienen al convertirse en un deportista líder a nivel mundial, un alto asesor en temas de dopaje en el deporte dice que la principal motivación es a menudo la gloria, no el dinero. "Depende del deportista y del deporte", dice Mike Morgan, un abogado del Grupo de Derecho Deportivo del estudio londinense Squire Sanders. "A algunas personas sólo les interesa la gloria de ganar una medalla, pero estoy seguro de que hay atletas que toman sustancias para obtener ganancias financieras".

Ser el mejor en un deporte, o romper un récord, puede servir para obtener lucrativos contratos y patrocinios.
"No creo que tomen drogas para engañar al sistema deliberadamente", añade Morgan. "En la mayoría de los casos nos encontramos con personas que toman medicinas prohibidas sin darse cuenta, o no revisan correctamente la lista de sustancias prohibidas". El abogado cree que si se descubren casos de dopaje en los Juegos Olímpicos de este año, serán de esa categoría.

Doble filo

Morgan dice que el deporte se enfrenta a una "espada de doble filo" en su lucha contra el dopaje.
Si se ponen manos a la obra e investigan a fondo, podrían salir a la luz muchos casos de dopaje que dejarían la impresión de que hay un problema de drogas inherente al deporte. Pero si no hacen nada, entonces se corre el riesgo de que algún agente externo descubra casos de dopaje, como en el caso de David Millar que se mencionó anteriormente, que fue un hallazgo del escuadrón antidrogas de la policía de París.
"Creo que los deportes más importantes están haciendo esfuerzos para acabar con las drogas", dice Morgan. "Ellos ya no pueden ignorar el tema. "El dinero en el deporte proviene de la difusión en los medios, y existe el peligro de que se éstos se alejen a causa de una percepción de que el deporte tiene un problema con las drogas. "Cualquier deporte que dependa en gran medida el dinero de la televisión tiene que pensar en eso, y en el potencial resultado financiero", advierte.