Lagarde inició labores el martes 5 de julio. El Fondo Monetario Internacional le pagará US$467.940 al año, salario que será ajustado anualmente dependiendo dela inflación.

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Lagarde, ¿renovará al FMI?

Christine Lagarde llegó pisando fuerte al FMI. Sin haber estrenado oficina ya anunció cambios, posibles nombramientos y medidas para sacar de la crisis a Europa. La tarea más compleja que le espera es “limpiar” la imagen de la Organización, que aún esta opacada por los escándalos de Strauss-Khan. ¿Lo logrará?

7 de julio de 2011

Durante su segundo día al mando del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde puntualizó que la Organización financiera necesita varios cambios. Entre éstos, una mayor representatividad de los mercados emergentes.



Según Lagarde, los problemas de deuda soberana y flujos de capital en los mercados emergentes requieren la atención inmediata del FMI.


Aún cuando evadió varias preguntas en relación con la crisis financiera que enfrenta Grecia, Lagarde sí respondió en qué se diferenciará su administración de la del ex director de la Organización, Dominique Strauss-Khan.


“La principal diferencia que podrán encontrar desde el principio será el estilo gerencial, porque yo soy una persona diferente, quizás un poco más inclusiva, dispuesta a trabajar en equipo”.


Lagarde enfatizó en que no sólo quiere renovar al FMI en términos de igualdad racial y de género, pero también en ámbitos culturales y académicos.


Por ejemplo, piensa nombrar al reconocido economista chino, Zhu Min, como cuarto diputado de la dirección administrativa de la Organización. Aún cuando no confirmó en nombramiento, Lagarde señaló que ésta sería una excelente oportunidad para darle una mayor representatividad en el FMI a los mercados emergentes.


La directora recalcó que, durante su administración, el Fondo no le dará tratamiento especial a ninguno de sus miembros y que ella no estará influenciada por su nacionalidad, pues analizará la crisis que afronta Europa desde una nueva óptica.


Para responder a las múltiples críticas por su formación profesional como abogada (tradicionalmente los líderes del FMI son economistas), Lagarde utilizó una metáfora : “No todos los directores de las orquestas musicales saben tocar el piano, el arpa, el violín o el chelo. Yo intentaré ser una buena directora”.


Lagarde inició labores el martes 5 de julio. El Fondo Monetario Internacional le pagará US$467.940 al año (salario que será ajustado anualmente dependiendo dela inflación).


Además de su salario, el contrato que firmó Lagarde puntualizó que el FMI espera los más altos estándares de conducta de su parte; se espera que la nueva directora actué siempre con integridad, imparcialidad y discreción en sus decisiones.


Esta cláusula es totalmente nueva, pues no se encontraba integrada al contrato que firmó el anterior director, Dominique Strauss-Khan (DSK), quien dimitió del cargo en medio de un polémico y mediático caso de acoso sexual en mayo pasado.


Lagarde halagó varias de las políticas diseñadas e implementadas por su predecesor, tales como las medidas diseñadas para promover el empleo a nivel mundial. Ante la insistencia del público, que deseaba conocer la opinión de Lagarde sobre el escándalo de DSK, la nueva directora del Fondo explicó que “es mejor dejar que el caso siga el curso legal que debe tomar”.


“Creo que la presunción de inocencia es algo de gran valor en el mundo entero, algunas veces protegido, algunas veces incluso respetado” concluyó la francesa para referirse por última vez al caso de Strauss-Khan.

 

 

Christine Lagarde enfrenta así un reto de enormes proporciones. Bien podría sucumbir ante las elevadas deudas de los países miembro de la Organización y el preocupante desempleo que se vive en España, Grecia y Portugal, o realizar la mejor gestión directiva en los 67 años del FMI. La pregunta es una sola: ¿lo logrará?