Humala y Fujimori están practicamente empatados.

Elecciones/Perú

La pelea en Perú será entre Humala y Fujimori

Los últimos resultados oficiales, así como declaraciones del tercer candidato en liza, indican que la segunda ronda presidencial en Perú, el próximo 5 de junio, será disputada por Ollanta Humala y Keiko Fujimori.

11 de abril de 2011

Con el 76,5% de los votos escrutados, el líder nacionalista Humala tiene confirmado el primer lugar con el 29,87%. Le sigue Keiko Fujimori, con el 23,05%.

En tercer lugar se ubica el ex ministro de Economía Pedro Pablo Kuczynski, con 20,54%. Sin embargo, el propio Kuczynski reconoció que su situación es difícil al declarar: "Mi impresión es que, salvo que el voto extranjero sea muy grande a mi favor, nos estamos acercando a una situación en que es casi evidente que la segunda vuelta es entre Keiko y Ollanta".

Tras una sostenida caída en las últimas semanas, el ex presidente Alejandro Toledo obtenía el 15,12%. Este resultado sorprende a algunos, pero no deja de confirmar lo que indicaban las encuestas divulgadas la semana previa a los comicios, aunque sí representa un cambio con respecto a la tendencia a lo largo de la campaña.

El ex militar nacionalista se impuso, al igual que lo hiciera en los comicios de 2006, en la primera vuelta.

A menos que se produzca el salto en el voto extranjero, todo indica que Perú deberá elegir entre dos candidatos que tienen el índice de rechazo más alto en la población, pero que debido a diversos motivos lograron encabezar las preferencias.

Los motivos
¿Por qué el país elegirá entre Humala y Fujimori?

El pasado, el presente y el futuro pueden ayudar a entender el resultado.

El futuro, porque quienes votaron por Humala, de 48 años, lo hicieron tras creer en la promesa del líder nacionalista de repartir los beneficios del crecimiento económico que goza Perú, pero que no ha llegado a todos por igual.

No es de extrañar que con su discurso de inclusión social, mucho más moderado que en la elección pasada, haya podido capitalizar el descontento de un sector importante de la población, cuyo 34% todavía vive en la pobreza.

El presente, porque si bien Humala era el único de discurso de izquierda y de cuestionamientos al modelo, los distintos candidatos de centro derecha y derecha, no optaron por unificar el mensaje y hacer un frente unido contra el candidato de Gana Perú.

Aunque ganador, casi el 70% del electorado no comulga con sus ideas. La atomización de la oposición a Humala y la fragilidad de los partidos políticos, estiman analistas, jugó a favor del ex teniente coronel. Y el pasado, porque Keiko Fujimori, de 35 años, hizo campaña con su apellido y el recuerdo de su padre, condenado a 25 años de prisión por violaciones a los derechos humanos.

Pero en los sectores bajos y rurales, donde se concentra el núcleo duro del fujimorismo, no piden autocrítica –ausentes en el discurso de la candidata de Fuerza 2011–, sino que añoran la época en que el gobierno de su padre los dejaba vivir a costa de la asistencia del Estado y cuando el triunfo sobre el grupo armado Sendero Luminosos fue sinónimo de seguridad.

Las dudas
La gran duda pasa por saber qué tipo de cambios buscará introducir Humala.

Desde su sector se descartan estatizaciones, pero sí se habla de ajustar reglas de juego.

Tendrá la oportunidad en la campaña para explicar su programa de gobierno, calmar ansiedades en sectores empresariales peruanos y en el extranjero y dar señales de estabilidad. Se lo ha tildado del "nuevo Chávez". Y él ha insistido en desmarcarse del estilo y del modelo del presidente de Venezuela.

Analistas consultados por BBC Mundo ven en Humala un personaje más del estilo del ecuatoriano Rafael Correa, del paraguayo Fernando Lugo, o hasta del brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que de un Hugo Chávez.

Pero por ahora todo está en la nebulosa.

La caída de Toledo
También la incertidumbre rodea a un eventual gobierno de Keiko Fujimori, quien no ha cuestionado el registro de violaciones a los derechos humanos y de corrupción que marcó el gobierno de su padre entre 1990 y 2000. "Los dos son potencialmente interpelables en cuanto a qué van a hacer con las libertades", asegura el reconocido periodista César Hildebrandt. "Me temo que en la segunda vuelta va a haber un uso irracional de la política del miedo. El problema es que Fujimori también suscita miedos", agrega.

Para el analista político Santiago Pedraglio "la gran pelea va a ser quién de los dos gana el voto de la clase media urbana", luego de que ambos se repartieran las adhesiones en los sectores bajos del electorado.

El analista le dice a BBC Mundo que ambos intentarán bajar el perfil a los aspectos que más rechazo puedan generar, pero advierte que ello le será más fácil a Humala que a Fujimori.

En campaña
A falta de menos de dos meses para el balotaje, se anticipa una campaña intensa y dura. Será una batalla donde todo puede pasar. Si se toman en cuenta las encuestas previas, donde se planteaban escenarios de segunda vuelta, el choque Humala-Fujimori daba empate.

Pura incógnita de aquí en adelante.

Los peruanos, que desconfían de los frágiles partidos políticos, no creen en el Congreso, y donde sólo el 28% está satisfecho con el funcionamiento de la democracia, se embarcan en una campaña que someterá a examen no sólo a los candidatos y sus propuestas.

Será una definición que también pondrá a prueba al país.