Es probable que el crecimiento de la actividad industrial china disminuya hasta un 11-12% cada año. | Foto: BBC

Economía

La fábrica del mundo muestra signos de debilidad

El crecimiento industrial chino registra su punto más bajo en 32 meses, reavivando los miedos a una recesión global. ¿Está China realizando un aterrizaje forzoso?

Alianza BBC
23 de noviembre de 2011

China registró su actividad industrial más débil en 32 meses este noviembre, según señala un estudio del índice del Gestor de Compras, aumentando las preocupaciones sobre el estado de la economía del gigante asiático y reavivando el miedo a una recesión global.

El índice del Gestor de Compras de HSBC, indicador de la actividad industrial China, cayó en noviembre hasta los 48 puntos, un nivel no visto desde 2009.
 
Este es uno de los tantos indicadores que señalan que el gigante asiático podría estar entrando en una posible recesión. En septiembre la producción de acero y energía en China disminuyó, y la demanda de petróleo registró un incremento más bien pobre. El gigante asiático podría no ser inmune a una crisis económica que estalló en 2008 y que pareció no afectarle.
 
"Es probable que el crecimiento de la actividad industrial disminuya hasta un 11-12% cada año en los próximos meses, al producirse una reducción de las demandas interna y externa", ha señalado a la agencia Reuters Qu Hongbin, un economista del HSBC.

Afectada por las apretadas políticas monetarias y la decreciente demanda de sus mayores mercados de exportación, Estados Unidos y Europa, la economía china perdió fuelle en el tercer cuarto y todo señala a que continuará perdiendo velocidad.
 
Insostenible
Según el diario The Economist, a pesar de que el gobierno chino ha dado apoyo a la economía a través del gasto y la inversión públicas, los niveles actuales no son sostenibles, y un esfuerzo por incrementar la capacidad de consumo interna provocaría problemas a los exportadores.

El crecimiento en la exportación llegó en octubre al punto más bajo en 8 meses, al situarse la producción de manufacturas en su punto más débil en el año, y el mercado de propiedades chino también experimenta signos de desaceleración.

Además, si China redujese el ritmo de apreciación de su moneda tendría problemas en su principal mercado, Estados Unidos.
 
A diferencia de los estudios sobre el índice de Gestor de Compras oficiales publicados por Pekín, focalizados en grande empresas estatales, los estudios del HSBC analizan compañías privadas, fuertemente afectadas por las políticas monetarias chinas.
 
Pero Hongbin, del HSBC, señala que aun así China se dirige hacia un aterrizaje suave debido a que el enfriamiento de la inflación le da a Pekín cierto margen para facilitar políticas de crecimiento si fuese necesario.