La deuda argentina se impuso a la de sus pares con un aumento de 22%. | Foto: Efe

Deuda soberana

La deuda argentina impaga es sorpresiva ganadora en caída global

El impago de Argentina es lo mejor que pudo haber pasado para sus bonos en dólares.

6 de septiembre de 2015

Los pagarés reestructurados del país sudamericano se han convertido en una inesperada opción conforme la caída del mercado global afecta a pares de mercados emergentes de mayor calificación desde Indonesia hasta Uruguay. Los bonos en dólares retornaron 2,7% el mes pasado en momentos en que las monedas de los países en vías de desarrollo declinaban y las materias primas tocaban el punto más bajo en 16 años, en comparación con una caída promedio de 1% de los países del Índice EMBIG Diversificado de JPMorgan Chase Co. Sólo Ucrania, que llegó a un acuerdo de reestructuración con acreedores, tuvo un desempeño mejor.

Los inversores que tienen los US$10.300 millones de deuda en dólares impaga de Argentina pueden dar las gracias a la inminente partida de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por su buena suerte. Muchos piensan que su sucesor –sea quien sea- negociará un acuerdo con los acreedores holdout para poner fin a la década de aislamiento del país de los mercados internacionales luego de dos impagos en 13 años.

“Cuanto más difíciles se vuelven las perspectivas globales, más se fortalece la percepción de que Argentina adoptará políticas más ortodoxas y racionales”, dijo Marcela Meirelles, directora gerente de análisis de deuda soberana de mercados emergentes de TCW Group Inc., una firma administradora de activos con sede en Los Ángeles que gestiona US$178.700 millones. “No hay una alternativa real”.

Los aumentos son aun mayores en el último año. La deuda argentina se impuso a la de sus pares con un aumento de 22%, el doble del desempeño de Jamaica, que tuvo el segundo mejor desempeño del índice JPMorgan.

Los bonos argentinos del índice comprenden pagarés con vencimiento en 2017, 2033 y 2038 emitidos en el marco de una reestructuración de 2005 y 2010. Los pagarés se encuentran en impago desde el año pasado, y se sumaron los cupones vencidos para calcular los retornos.

Argentina entró en impago de su deuda por última vez en julio de 2014, no porque no pudiera pagar, sino porque un fallo de una corte de los Estados Unidos impidió la distribución de los pagos hasta que el país llegue a un acuerdo con los acreedores de su crisis de 2001. Eso, sumado a las elecciones presidenciales del 25 de octubre, lleva a los inversores a apostar a que el próximo gobierno resolverá el conflicto y liberará los pagos que siguen en depósito en el banco central.

La constitución del país le impide a Fernández buscar un tercer mandato consecutivo. Los bonos aumentaron este mes luego de que las elecciones primarias del 9 de agosto indicaran que el candidato del partido gobernante podría no tener suficiente apoyo para ganar en primera vuelta. La oposición tiene una oportunidad de ganar en segunda vuelta el 22 de noviembre, según las encuestas.

Los bonos emitidos bajo la ley de Nueva York se han distanciado de las tendencias de los mercados emergentes desde el impago: resisten abruptas liquidaciones mejor que los valores de otros países y ganan con las expectativas de un cambio de régimen.

(Bloomberg)