Cristina Fernández de Kirchner, presidente de Argentina. | Foto: AFP

Internacional

A Kirchner no le asustan las advertencias del FMI

La presidenta argentina respondió con dureza en la ONU a la amenaza del FMI de sacar "tarjeta roja" a su país si no establece estadísticas creíbles, y dijo que Argentina no será sometido a ninguna presión.

25 de septiembre de 2012

"Mi país no es un cuadro de fútbol. Es una nación soberana que toma soberanamente decisiones y que por lo tanto no va a ser sometido a ninguna presión y mucho menos a ninguna amenaza", afirmó Cristina Fernández de Kirchner en su discurso en la gran cita anual de la ONU en Nueva York.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, advirtió el lunes a Argentina que tiene tres meses para poner en orden sus estadísticas y evitar la "tarjeta roja" de una censura por parte del organismo.

El FMI "sigue reclamando políticas de ajuste e inclusive, como en el día de ayer (lunes), amenazando a países como la República Argentina en una imitación que quiso hacer la titular del Fondo Montetario con un partido de fútbol que si Argentina no cumplía con determinadas cosas le iban a sacar tarjeta roja", comenzó argumentando Kirchner.

"Quiero decirle a la titular del Fondo Monetario Internacional que esto no es un partido de fútbol, que esto es la crisis económica y política más grave (de la) que se tenga memoria desde la década de los años '30", respondió con dureza en el hemiciclo de Naciones Unidas.

"Si vamos al rol, ya que estamos en orden de comparar fútbol con política y economía, debo decir que el rol del presidente de la FIFA ha sido bastante más satisfactorio que el rol del director del Fondo o de los directores del Fondo Monetario Internacional", agregó, arrancando aplausos.

"El FMI viene tratando de organizar la economía desde la década de los años 80 y sin embargo crisis tras crisis no logra hacerlo", continuó.

La presidenta argentina aseguró no haber escuchado "ninguna autocrítica" del FMI respecto a las estadísticas macroeconómicas de países como España, Grecia o Portugal, cuyos altos déficits y deudas públicos empujaron la crisis en la Eurozona.

"No he escuchado ninguna autocrítica del Fondo Monetario Internacional en cuanto a cuáles eran las estadísticas de España, cuáles eran las estadísticas de Grecia, de Portugal, de Irlanda, de Italia, que permitieron que contrajeran deuda y emitieran bonos sin ningún tipo de control", señaló.

La pulseada entre el FMI y Argentina, que se prolonga desde hace más de un año, es para que el país sudamericano entregue datos fiables sobre la inflación o el Producto Interior Bruto (PIB).

Según los reglamentos del Fondo, Argentina debe responder a los requerimientos del directorio antes del 17 de diciembre, para evitar que se abra el mecanismo de "censura", que implica primero la prohibición de acceder a préstamos, luego al derecho de voto y eventualmente, tras varios plazos, la expulsión.

Argentina no acepta revisiones de su economía desde que en enero de 2006 el fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003/2007), esposo y antecesor de Cristina Kirchner, saldó en un pago la deuda de 9.500 millones de dólares con la entidad multilateral.

No obstante, luego aceptó que una misión técnica del FMI colabrara para la elaboración de estadísticas confiables.

El gobierno publica estadísticas de inflación y crecimiento periódicamente a través del intervenido Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Estos datos son cuestionados por la oposición, que divulga otras cifras, principalmente de inflación, y controvertidos por las consultoras privadas, que han sido sancionadas en algunos casos por el gobierno por difundir sus resultados.


Afp