La presidenta de Argentina, Cristina Fernández. | Foto: Archivo Semana

Internacional

Inflación es la estadística menos creíble en Argentina

El índice oficial de inflación es la estadística menos creíble en Argentina, según analistas, y el FMI emplazó al gobierno a elaborar una cifra que se ajuste a la realidad so pena de aplicar sanciones al país.

20 de septiembre de 2012

El índice minorista es el dato más ignorado para hacer cálculos serios en la nación sudamericana y ni siquiera lo toman en cuenta los sindicalistas oficialistas ni los economistas afines al gobierno de la presidenta Cristina Kirchner.

El directorio del FMI lamentó esta semana la falta de avances con Argentina para mejorar la calidad de las estadísticas y le dio un ultimátum de tres meses para que ponga en orden sus cuentas.

El estatal Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) está intervenido desde 2007 y desde entonces las consultoras privadas sitúan el índice de precios al consumidor en el doble o el triple del 9% ó 10% anual que difunde el organismo oficial. "No creo que vaya a haber algún cambio en Argentina por esta resolución del FMI, porque el país no tiene ningún lazo con el organismo", declaró a la AFP Nadín Argañaraz, presidente del Instituto para el Análisis Fiscal.

El directorio puede votar la pérdida de acceso a los programas del FMI, pero Argentina canceló en 2006 la deuda con el organismo en un sólo pago de 9.500 millones de dólares para quedar al margen de sus planes y recomendaciones.

Argañaraz, exconsultor del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), admitió que "a un francés o a un noruego le cuesta entender cómo puede haber en Argentina una gama de inflaciones que van de la oficial 10% anual a la de 24% anual, por ejemplo, de la provincia de San Luis (centro)".

"Si se están dando aumentos salariales del orden del 25% y el gobierno dice que la inflación es 10%, esto significa un crecimiento del ingreso real del 15%, lo que claramente no se ve reflejado en la economía", explicó el economista.

Las flagrantes diferencias con los cálculos de las consultoras enfurecieron al gobierno, que les impuso duras sanciones económicas y por eso se creó el 'Indice Congreso', que difunden cada mes bloques parlamentarios opositores basados en cifras privadas. "La respuesta del FMI fue un poco más 'light' de lo que esperábamos. Aunque reconocen la necesidad de adecuar las mediciones no hay un compromiso con el sinceramiento de las estadísticas", comentó Rodrigo Alvarez, economista de la consultora Analytica.

Alvarez dijo que "hay un reconocimiento de que los índices no son confiables, pero no hay un correlato en las medidas que se toman para que se ajusten".

El índice es una fantasía de escritorio incluso para el mayoritario sindicalismo peronista, dividido entre progubernamentales y opositores. "La inflación es un flagelo y más para los trabajadores", dijo en declaraciones radiales el jefe del poderoso gremio metalúrgico, Antonio Caló, candidato a liderar la fracción oficialista de la central obrera CGT, cuyo congreso se realiza en octubre.

Hugo Moyano, líder de los camioneros y ahora del ala antigubernamental de la CGT, viene repitiendo en entrevistas que "la única inflación es la de los precios del supermercado y la otra es una mentira".

La exdirectiva del Indec Cynthia Pok, desplazada por la intervención, declaró a radio El Mundo que "la posición del FMI es muy demostrativa de que se siguen manipulando las cifras a cuatro manos".

Eduardo Curia, economista del académico Grupo Fénix, cuyas teorías inspiraron al gobierno, dijo en declaraciones radiales que "mientras no se aplique un esquema antiinflacionario, la inflación va a seguir siendo alta". Las expectativas de inflación anual de la gente llegan en setiembre al 30%, según un estudio divulgado el miércoles por la privada Universidad Torcuato Di Tella.

La economía propiciada por Kirchner se basa en el aliento sin pausa del consumo y la sustitución de importaciones, aunque se eleven los precios de los productos.


Afp