El ex presidente de Perú Alberto Fujimori en la sala que lo procesó en Lima (Perú), donde reiteró su inocencia.

Fujimori condenado a 25 años de prisión

La justicia peruana condenó el martes a 25 años de cárcel al ex presidente Alberto Fujimori por la muerte de 25 personas durante una guerra sucia contra la guerrilla en los 90.

8 de abril de 2009

Este sin duda se traduce como un histórico fallo que marcaría un precedente para casos de abusos a los derechos humanos en el mundo.

Esta es la primera sentencia condenatoria por casos de violación a los derechos humanos contra un presidente elegido en las urnas y juzgado en su propio país en Latinoamérica. Los jueces del tribunal determinaron que los cargos contra Fujimori corresponden a "crímenes de lesa humanidad" y que se demostró su "autoría mediata" en la ejecución de las matanzas.

La sala que procesó durante 16 meses al ex mandatario, que gobernó Perú con mano dura entre 1990 y el 2000, dictaminó que deberá estar recluido hasta el 10 de febrero del 2032. Pero, según expertos, Fujimori, de 70 años, podría salir antes si accede a beneficios penitenciarios de acuerdo a ley.

Fujimori, que lució un terno y corbata oscura y permaneció cabizbajo durante lectura de fallo, estará cumpliendo su condena en la base policial donde se realizó el proceso, a la espera de otros juicios pendientes por casos de corrupción.

Tras el fallo, el mismo Fujimori adelantó que interpondrá un recurso de nulidad contra la sentencia, al tiempo que su hija Keiko Fujimori, una popular política que prometió indultarlo si gana la presidencia en las elecciones generales del 2011, afirmó que saldrá a las calles en apoyo a su padre.

La apelación será resuelta en otra sala de la Corte Suprema en unos cuatro o cinco meses, según abogados en el caso.

"Muy grande es mi indignación de escuchar un fallo lleno de odio y de venganza", dijo Keiko Fujimori al salir de tribunal. "Vamos a salir a las calles a expresar nuestro apoyo abierto al mejor presidente que ha tenido este país, que salvó del terrorismo a nuestro país", agregó.

Cientos de partidarios de Fujimori, apostados detrás de una reja metálica a 200 metros de la sede policial donde se dictó la sentencia, criticaron la condena y dieron vivas a su líder.

"Chino, amigo, el pueblo está contigo", gritaban, muchos de ellos con chalecos color naranja y con pintas en el rostro.

En otro lado, activistas de derechos humanos saltaban de alegría con pancartas en la mano. "Estoy muy satisfecha con la sentencia porque se hizo justicia", dijo por su parte Gisela Ortiz, hermana de una de las víctimas. 

Mitad de condena 
Los fiscales habían solicitado 30 años de prisión para Fujimori por los cargos de lesiones graves, homicidio calificado y secuestro bajo la modalidad de "autor mediato" o de ejercer el "dominio" sobre el escuadrón militar que ultimó a las víctimas por supuestamente ser guerrilleros.

El abogado de los deudos, Carlos Rivera, mostró su satisfacción por la condena y dijo que no procede en el futuro una anmistía para Fujimori, debido al carácter de "lesa humidad" que concluyó la sala de la Corte Suprema.

Rivera dijo, sin embargo, que Fujimori podría salir libre en el 2019, a la mitad de su condena, si solicita y cumple los beneficios por buena conducta y trabajo en prisión.

La condena podría crear olas en el ambiente político peruano, ya que podría convertirse en un antecedente que permita abrir investigaciones sobre abusos a los derechos humanos en gobiernos anteriores al de Fujimori.

El presidente Alan García tiene denuncias por la matanza de cientos de presos rebeldes durante su primera administración, entre 1985 y 1990, luego de una violenta incursión militar para sofocar un motín en el penal "El Frontón". También por la muerte de hasta 90 campesinos a manos de militares.

"Esta sentencia marca realmente un precedente sobre la responsabilidad de los jefes de estado (...) se abriría la posibilidad de aplicarlo en el caso de El Frontón", dijo el abogado Rivera al ser consultado sobre el tema.

Aunque la guerra interna en Perú dejó unos 69.000 muertos y desaparecidos, nunca se procesó a los presidentes por excesos cometidos por las fuerzas armadas.

Representantes de organismos internacionales calificaron el fallo de "hito" en la lucha contra la impunidad.

"Con esta sentencia (...) el tribunal peruano ha demostrado al mundo que hasta ex jefes de Estado no pueden quedar impunes luego de cometer serios crímenes", dijo María McFarland, de la organización Human Rights Watch.

Consecuencias
En la lectura de la sentencia, la sala dijo que se probó que "Fujimori estructuró y ejecutó una estrategia político militar paralela a la que pregonaba públicamente cuyo objetivo era la eliminación de los terroristas, decisión que se articulaba por medio de su asesor (Vladimiro) Montesinos Torres y del aparato organizado de poder que formó".

El veredicto podría distanciar al grupo político de Fujimori, que eventualmente apoya al Gobierno en el Congreso, del partido oficialista APRA, haciendo más duro el camino de García a poco más de la mitad de su mandato.

Fujimori tiene aún muchos seguidores que lo defienden a capa y espada agradecidos por estabilizar la economía y reducir una hiperinflación, así como pacificar al país tras años de lucha interna entre las fuerzas armadas y la guerrilla.

Pero, sus detractores le enrostran los casos de corrupción y abuso a los derechos humanos que se produjeron durante su Gobierno. Fue un escándalo de corrupción que estalló al inicio de su tercer mandato, que involucró a su ex jefe de espías, Vladimiro Montesinos, lo que acabó su Gobierno en el 2000.

Fujimori, que ya tiene una condena de seis años de prisión por abuso de poder, tendrá que enfrentarse a otros cargos desde el 11 de mayo, el primero de ellos la entrega en forma ilegal de 15 millones de dólares como indemnización a Montesinos.

El ex mandatario, hijo de inmigrantes japoneses, se refugió en Tokio amparado en su doble nacionalidad y cinco años después llegó a Chile donde permaneció hasta septiembre del 2007, cuando fue extraditado a Perú.

 

Reuters