François Hollande, presidente francés. | Foto: EFE

Internacional

Francia no crecerá este año: Hollande

El presidente François Hollande pronosticó este miércoles en Bruselas que el crecimiento en Francia será nulo en 2013, aunque aseguró que el país "ya pasó el momento más difícil de la crisis".

15 de mayo de 2013

"Es probable que el crecimiento sea nulo en 2013", dijo el mandatario francés, en una rueda de prensa junto al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.

El mandatario francés rechazó que Francia, segunda economía de la zona euro, sea en estos momentos el "enfermo" de Europa.


Y aseguró que, en todo caso, el mal es de muchos.

"Hay una recesión en Francia como en toda Europa, dijo. Las declaraciones ocurren el mismo día en que la oficina de estadísticas europea y las autoridades francesas confirmaron que Francia entró en recesión con un retroceso de 0,2% de su Producto Interno Bruto en el primer trimestre de 2013, tras una contracción similar en el último trimestre de 2012.

"El anuncio de recesión debe ser contemplado como el anuncio de lo que acaba de suceder, no de lo que va a suceder", dijo.

"Creo que hemos pasado el momento más difícil", señaló.

Más temprano en el consejo de ministros celebrado en París, el mandatario reconoció que la situación económica en Francia es grave, pero afirmó que la recesión es "menos profunda que la de 2008-2009", tras la caída del país en recesión y una baja histórica del consumo.

La caída récord del consumo de las familias francesas registrada el año pasado fue mayor que la prevista, anunció el miércoles el Instituto Nacional de Estadísticas (INSEE).

El INSEE, que la había evaluado en 0,4% a fines de marzo, revisó su estimación y considera ahora que tuvo un retroceso de 0,9%.

La amplitud de esta recesión es, en efecto, inferior a la registrada en Francia en 2009, cuando el país tuvo una contracción de 3,1% del PIB, pero confirma que la actividad sigue siendo cercana a cero desde hace ocho trimestres.

Los malos datos económicos acentúan la presión sobre Hollande, a quien Bruselas insta a aplicar reformas a cambio de ampliar el plazo a Francia en dos años para reducir su déficit presupuestario.

En esa reunión inédita desde julio de 1997 entre un presidente francés y la Comisión Europea, Hollande defendió su posición de reducir el déficit sin asfixiar el crecimiento.

El presidente francés explicó que la recesión se explica "por las políticas de austeridad que se han acumulado y transmitido al resto de los otros países".

También adujo que su país se vio golpeado por la "falta de liquidez" en 2012 y que muchos países del bloque se vieron seriamente afectados por la "pérdida de confianza" de los mercados el año pasado.

Pero consideró que Europa podrá salir de la crisis debido a señales de "estabilidad" en la zona euro, la bajada de las tasas de interés y una mejor coordinación de políticas económicas.

Tarea que será tanto más difícil tras la publicación de las cifras económicas de este miércoles. Lo que se agrega al hecho de que la visita a Bruselas de Hollande se realiza en momentos en que circulan rumores de reorganización gubernamental que apunta al ministerio de Economía y a su titular, Pierre Moscovici.

Pero la Comisión, que otorgó un plazo de dos años a Francia, hasta 2015, para reducir su déficit presupuestario al 3% del PIB, va a juzgar los compromisos de París en base a acciones concretas. "Estamos analizándolas" y el veredicto se dará el 29 de mayo, dijo Barroso.

París está bajo vigilancia, y el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, exhortó a primeros de mayo al gobierno francés a aplicar medidas "audaces".


"Una estrategia presupuestaria fiable debe acompañarse de reformas estructurales substanciales en materia de trabajo, de jubilaciones y de apertura de los mercados", dijo Rehn.

No obstante, en Bruselas se señala la "convergencia" con París "alrededor de una acción determinada para sostener el crecimiento", con la aplicación del pacto de crecimiento decidido en la cumbre de junio de 2012 y "la necesidad de tomar más medidas a corto plazo en favor del empleo de los jóvenes", en situación catastrófica en los países del sur de Europa.