El público asistente al recinto celebra la aprobación definitiva del proyecto de ley de expropiación de la petrolera YPF al grupo español Repsol. | Foto: EFE

Internacional

Expropiación de YPF recibió aval definitivo del Gongreso

Con una contundente votación por el sí, la Cámara de Diputados de Argentina aprobó el proyecto oficialista para expropiar la petrolera YPF al grupo español Repsol. La iniciativa liderada por la presidenta argentina ha generado toda serie de críticas.

4 de mayo de 2012

Como pocas veces sucede en el ámbito político, los congresistas de Gobierno y oposición coincidieron. En Argentina, el Legislativo en pleno bendijo la expropiación de la petrolera YPF, controlada por la española Repsol.

La norma para expropiar el 51% de las acciones de la mayor petrolera del país, que fue respaldada por varios partidos de la oposición -además del oficialismo, que controla la Cámara baja-, tuvo 207 votos a favor, 32 votos en contra y 6 abstenciones.

La iniciativa ya había recibido el visto bueno del Senado pese a las críticas y las represalias anunciadas por Madrid.

"A partir de hoy en Argentina el petróleo deja de ser un commodity para YPF. El petróleo pasa a ser el insumo básico para el crecimiento y el desarrollo económico del país", dijo Agustín Rossi, jefe del bloque oficialista de diputados, en su discurso en la Cámara baja.

La presidenta Cristina Fernández anunció el plan para que el Estado expropie YPF a mitad de abril, acusando a Repsol de no invertir lo suficiente para aumentar su producción de hidrocarburos en el país, que desde hace años sufre problemas de abastecimiento de energía.

"Nuestra principal empresa petrolera jugaba en el mercado financiero e invertía poco en Argentina. YPF financió el crecimiento de Repsol en todo el mundo. Repsol (...) muchas veces nos desabastecía. Esto fue lo que nosotros venimos a cortar", destacó Rossi entre los aplausos de simpatizantes que seguían el debate en el Parlamento.

La acusación fue rechazada de forma reiterada por Repsol, en una defensa que, sin embargo, no logró el apoyo de los argentinos, que en su mayoría respaldan la nacionalización de YPF, que había sido privatizada en la década de 1990.

La expropiación, que fue celebrada por una multitud -en gran parte de militantes oficialistas- que se movilizó a la puerta del Congreso, ya había sido aprobada por una abrumadora cantidad de votos en el Senado, donde el Gobierno de Fernández también cuenta con mayoría.

"Apoyamos este proyecto porque es nuestra ideología. Esperamos que el Frente para la Victoria (el oficialismo) haga las cosas bien y no sea simplemente un relato", señaló el diputado Ulises Forte, de la opositora Unión Cívica Radical.

Las conjeturas sobre una posible nacionalización de YPF habían aumentado en meses recientes luego de que Fernández culpara a la empresa por la necesidad de aumentar las importaciones de energía, que están reduciendo el superávit comercial del país. Las compras de combustibles se duplicaron el año pasado.

Luego de que Fernández anunciara el proyecto de ley, España anunció represalias comerciales e inmediatamente después restringió millonarias importaciones de biodiésel argentino. Reuters