El dominio de un idioma común “reduce los costos de casi cualquier intercambio”, a la vez que “acorta la distancia psicológica entre las partes (el trato) y optimiza las transacciones (los contratos)”. | Foto: Bloomberg

Lengua y economía

El español, ¿un instrumento para “multiplicar” los negocios?

El español, un idioma hablado por más de 550 millones de personas en todo el mundo, es un instrumento que ayuda a “multiplicar” los intercambios comerciales y a dinamizar los flujos de inversión en los países que lo comparten.

25 de diciembre de 2015

Esta es una de las principales conclusiones del más reciente informe de la Fundación Telefónica, en el que además se explica que “compartir el español multiplica por siete los flujos bilaterales de inversión directa exterior” y “multiplica por cuatro los intercambios comerciales entre los países hispanohablantes”. 

El dominio de un idioma común “reduce los costos de casi cualquier intercambio”, a la vez que “acorta la distancia psicológica entre las partes (el trato) y optimiza las transacciones (los contratos)”, afirma el estudio titulado: “Lengua, empresa y mercado: ¿Ha ayudado el español a la internacionalización?

Aunque uno de los datos más interesantes que arrojó la investigación es que la capacidad de compra de los países hispanohablantes en conjunto es equivalente al 10% del PIB mundial, lo que supone una gran oportunidad para las industrias culturales (edición audiovisual y música, principalmente).

Este es uno los factores que explican por qué cada vez más naciones están interesadas en que sus habitantes, y en especial los empresarios, lo dominen. Tal es el caso de Estados Unidos, cuyo porcentaje de hispanohablantes es de unos 52 millones, o de Europa, en donde el español es la segunda lengua más importante en las aulas académicas por encima del francés y el alemán.

Cifras reveladas por la Fundación Telefónica revelan que más de un tercio de las empresas españolas con presencia en el exterior “declara que la convivencia lingüística tiene un costo para su funcionamiento interno” equivalente al 1% de su facturación.

Esta es una de las razones por las que España exportó tres veces más entre 1996 y 2007 hacia los países latinoamericanos que a los asiáticos que tienen un “tamaño equivalente y están situados a una distancia parecida”, añade la investigación de la Fundación Telefónica. 

En la actualidad, hay unas 61 compañías españolas de gran tamaño que invierten en el mercado de América Latina (en total suman 280.000 millones de euros de capitalización), siendo México, Brasil, Colombia, Argentina, Chile y Perú los de mayor relevancia.

“Lógicamente, no todo puede ser atribuido a la lengua, pero tampoco puede ignorarse que esta es la variable cultural que de manera más tangible reduce los costos de transacción e información implícitos en los flujos de bienes y de capitales”, insisten los expertos de la Fundación Telefónica en el informe. 

El fortalecimiento del idioma en los negocios

Un estudio del Instituto Cervantes coincide en que “el valor de pertenecer a un mismo grupo lingüístico aumenta con el número de hablantes, ya que las posibilidades de transacciones e intercambios se multiplican”. Por tanto, “la demografía es el primer factor sobre el que se asienta la potencia económica del español”, indica el documento. 

En el caso de los países hispanohablantes, según esa institución, “compartir el idioma aumenta el comercio bilateral en 290%”, un monto superior al de lenguas tan influyentes como el inglés (240%).

Esta cifra es relevante en la medida en la que “un 15% del PIB de un Estado está vinculado a la lengua”, señala el informe, y agrega que este impacto económico se deriva del turismo, la educación, entre otros sectores. 

“Dos tercios del PIB vinculado al español se generan en dos grandes áreas. Por un lado Norteamérica y por otro la Unión Europea. Entre estas dos regiones suman el 78% del poder de compra de los hispanohablantes en el mundo”, añade.

Dada la importancia de esta lengua, la Fundación Telefónica aboga por una política integral que permita proteger este “valioso activo inmaterial” con fines culturales y también económicos. 

El propósito es consolidar al español “como lengua de comunicación internacional”, pero para ello habrá que promover su utilización en foros internacionales, organismos multilaterales e incluso la esfera científica. 

Finalmente el informe de la Fundación explica que la difusión del español debe ser “compatible con el cultivo de aquellas lenguas nativas que siguen demostrando vitalidad”, ya que el plurilingüismo es sinónimo de “riqueza”.